
Delirio adaptada a serie de Netflix.
Crédito: Cortesía Netflix
“La serie ‘Delirio’ da una visión del narcotráfico distinta a las millones de cosas que han salido sobre el tema”: Laura Restrepo, en entrevista con CAMBIO
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Después de dos décadas de la publicación de ‘Delirio’, una de las novelas más importantes de la literatura contemporánea colombiana, este 18 de julio saldrá al aire su adaptación audiovisual. Hablamos con Laura Restrepo, autora de la obra, sobre las complejidades de traducir su libro a la pantalla, los debates que la serie va a suscitar y sobre la visión novedosa que ofrece para hablar del narcotráfico, la locura, la opresión contra las mujeres y la Bogotá de los años ochenta, bañada en cocaína como todo el país.

Esta semana Netflix estrena Delirio. Las reacciones no se han hecho esperar, pues esta obra ocupa un lugar privilegiado en la literatura contemporánea y personajes como Midas McAlister, Agustina Londoño y el profesor Fernando Aguilar son referencias obligadas del libro de Laura Restrepo y, por ende, de la novela en Colombia.
El casting, con Juan Pablo Raba (Aguilar), Estefanía Piñeres (Agustina), Paola Turbay (Eugenia Portulinus), Juan Pablo Urrego (Midas McAlister), Salvador del Solar (Carlos Vicente Londoño) y Cristina Campuzano (Sofía Portulinus) ha colmado, hasta ahora, la expectativa de traducir a la expresión audiovisual una obra literaria tan compleja y rica en lo narrativo, psicológico y formal.
CAMBIO: La última vez que hablamos me dijiste que no tenías grandes temores sobre la traducción de Delirio a la expresión audiovisual. “El libro está ahí y nadie le quita lo bailado”, dijiste. ¿Cómo te sientes hoy después de ver los ocho capítulos de la serie, que saldrá al público el próximo 18 de julio y que con Juan Pablo Raba, Estefanía Piñeres, Paola Turbay, tiene un casting de primerísimo nivel?
Laura Restrepo: Vi los ocho capítulos de la serie con mi hijo Pedro y me encantó. Realmente está bien hecha y es evidente que le metieron toda la ficha. Las actuaciones son impresionantes, los detalles están muy bien pulidos, los escenarios, el manejo del tiempo… Realmente hicieron un trabajazo. Y esto lo digo con la claridad de que en muchas cosas la serie se aparta del libro, que era algo inevitable: son dos son medios expresivos distintos, cada uno con sus requisitos y posibilidades. Para mí ha sido muy interesante ver el libro trasladado a otro medio, y creo que es un gran aporte para Delirio y que no pudo haber tenido mejores guionistas que Verónica Triana y Andrés Burgos.
CAMBIO: ¿Tuviste participación en la adaptación o solo llegaste a ver la serie cuando estaba terminada?
Laura Restrepo: Solo vi la serie cuando estaba terminada, lo que creo que fue un gran acierto. En estos casos, tener a la autora ahí metida, que lo que sabe es escribir literatura, se convierte en una piedra en el zapato. Los que saben del medio audiovisual son ellos, así que desde el principio consideré que no era conveniente involucrarse. Y como ya lo he dicho: el libro está ahí, circula, se defiende solito.
La adaptación está divinamente hecha, es muy entretenida… y es también algo terrible, muy fuerte.
CAMBIO: En concreto, ¿qué fue lo que más te conmovió y asombró de la serie?
Laura Restrepo: Esencialmente que Delirio es un libro muy difícil de convertir a serie porque en la novela el manejo del tiempo es indiscriminado. La historia transcurre a partir de cuatro monólogos en los que se mezclan, mientras los personajes hablan, el pasado, el presente y el futuro. Verónica Triana, una de las guionistas de la serie, me contó que para lograrlo llenaron un tablero con fichas en las que consignaron los hitos de la historia para luego rearmar la cronología. Doy fe de que la lectura que hicieron fue supercuidadosa, con mucho respeto con el libro, que es algo que les agradezco mucho.

La ejecución de la idea, atravesada por excelentes actuaciones, es muy impresionante. Al ver la serie es evidente que echaron mano de todos los recursos disponibles, con un resultado de muy alto vuelo. En cuanto a las diferencias con el libro, sin meterme con spoilers, te puedo decir que así como la novela desarrolla de forma más profunda el tema de la locura, la serie se mete más a fondo con el contexto sociopolítico de Delirio. Esos años terribles del auge del narcotráfico en Colombia.
CAMBIO: Entre las muchas cosas que es Delirio, es un libro que explora el secreto como ese gran mecanismo de negación a la hora de revisitar nuestra historia. Dos décadas después de su publicación, cómo crees que sigue operando ese mecanismo en relación con temas aún hoy tan espinosos como el narcotráfico, la violencia contra las mujeres, el clasismo, las trampas de las élites…
Laura Restrepo: Yo creo que todo ha cambiado mucho, Juan Francisco. Sobre el narcotráfico es innegable que hoy, gracias en buena medida al trabajo de periodistas, intelectuales, políticos, el tema está en el centro del debate y las discusiones sobre la legalización y sus complejidades se dan abiertamente. El libro versa sobre los años ochenta, cuando todo el caos pasaba por debajo de cuerda y había un desconocimiento mucho mayor.
El gran secreto mundial, eso sí, sigue siendo por qué el narcotráfico se enfrenta de forma tan burda y estúpida, cuando son más que evidentes las nefastas consecuencias de la prohibición, que acaba con todo, con la juventud, la moral, las instituciones, excepto con la droga misma.
En cuanto a la salud mental, hoy Colombia es muy distinta a ese país de los ochenta en el que imperaba una doble moral mucho más rígida. Las mujeres han despertado muchísimo y aunque es claro que sigue habiendo violencia patriarcal y machista, las estructuras familiares con mujeres metidas en camisas de fuerza en razón de secretos y de una cerrada y jerárquica autoridad patriarcal se han desafiado y quebrado. Yo celebro que, con la serie, Delirio llegue a un público mucho más amplio en un momento en el que la discusión sobre la salud mental está a la orden del día.
CAMBIO: Me gustaría hablar de Aguilar, el personaje que en la novela intenta devolverle el equilibrio psíquico a Agustina y que también puede leerse como un personaje que hace memoria y, por ende, que busca verdades. ¿Al crear ese personaje tuviste esa intención de alumbrar los obstáculos, los abismos y la bondad de hacer memoria?
Laura Restrepo: Para darle vida a Aguilar tuve que investigar mucho y de verdad ir a las fuentes y relacionarme con la locura, que es una condición sin ninguna gracia. La forma con que la locura atormenta a quien la padece es indecible, como es indecible la ruptura con el mundo y el dolor tan profundo que desata. Siempre supe que Delirio tenía que ser contada por alguien que tuviera herramientas para pelear contra la locura; y que en el caso particular de esta historia tenía que ser un hombre muy enamorado, empeñado en meter las manos en sus aguas tan oscuras para sacar su mujer de allá.

Aguilar era un personaje muy difícil porque ya sabes que los buenos, por lo general, no son los más llamativos ni en el cine ni en la literatura. Fue el personaje que más tuve que trabajar para que tuviera vida propia y sobresaliera. En la serie, estaba el riesgo de que el personaje fuera entendido como tonto, cursi o plano, pero Juan Pablo Raba hace un papel buenísimo que honra los matices, la profundidad y la fuerza de Aguilar en la novela. Y esto es tremendo porque en el cine y la televisión hacer de bueno y ser memorable sí que es difícil.
CAMBIO: Y sobre Agustina, ¿qué tienes por decir?
Laura Restrepo: Que es impresionante como Estefanía Piñeres logró darle vida a un personaje que es a la vez muy atractiva y muy loca. Realmente convence y remueve.
CAMBIO: ¿La serie de ocho capítulos da por concluida la adaptación o puede darse un spinoff que vaya más allá del libro? ¿Puede Agustina reconstruirse, repararse, volver?
Laura Restrepo: No está nada hablado ni acordado ni escrito…
CAMBIO: ¿Qué debates nuevos va a poner sobre la mesa el lanzamiento de Delirio en formato de serie?
Laura Restrepo: Creo que uno de los grandes hallazgos y novedades de la serie es la visión que da del narcotráfico, desde el interior de la familia y la exploración de sus consecuencias en el ámbito íntimo, de puertas para adentro. La salud mental tiene también un abordaje interesante y que hoy es muy oportuno. Delirio se mete también con el sometimiento de la mujer y con la furia del patriarcado con las personas con inclinaciones sexuales distintas a las que considera correctas. Esto último, la serie lo trata de forma muy audaz.

En definitiva, creo que la serie, como todo arte que está bien hecho, va a generar muy buenas polémicas.
CAMBIO: No quiero despedirme sin preguntarte sobre tu visión de la actualidad que, literalmente, nos bombardea desde todas partes, en compás del genocidio en Gaza, que has seguido con atención y sensibilidad.
Laura Restrepo: Mira que yo creo que el mundo está mejor a lo que estaba antes. Ahora, toda la podredumbre que rodea a Estados Unidos ya no está tapada por el sueño americano. Es visible para todos. Lo mismo pasa con el genocidio, que es absolutamente terrible y que nos ha marcado como generación. La causa palestina circula por todo el mundo y son millones las personas que han tomado conciencia y se han movilizado. El debate que se da, no tanto en los medios oficiales, pero sí en otros espacios, es riquísimo y alentador.
Nunca había visto tanto teórico, pensador, escritor, periodista e incluso comentarista hablar con tanta lucidez y rebeldía sobre la situación mundial. Creo entonces que la olla podrida se ha abierto y después de ebullir y ebullir va a estallar. O ya estalló. Tanto dolor y tanta porquería represada hoy es evidente para la humanidad. Hay mucha lucidez en medio de tanto dolor.
Hannah Arendt –esto lo digo de memoria y de forma coloquial– dice que la historia, que se mueve tan lentamente, de repente da un brinco muy importante. Creo que eso ya pasó al nivel de la conciencia, aunque todavía no de la acción.
