Silvio Rodríguez: así nació una leyenda

Silvio Rodríguez en concierto.

Crédito: Colprensa-externos

5 Mayo 2025 04:05 pm

Silvio Rodríguez: así nació una leyenda

Silvio Rodríguez incluyó a Colombia entre los países de su gira por Latinoamérica y se presentará el 31 de octubre en Medellín, y el 2 de noviembre en Cali. Con más de 500 canciones firmadas con su nombre, 19 discos y muchos conciertos inolvidables, el trovador de 78 años vuelve al país, quizá, para despedirse. CAMBIO le cuenta cómo fue que Rodríguez, un recluta del montón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas, admirador de Martí y de Fidel, se convirtió en estrella.

Por: Juan Francisco García

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Vio a Fidel Castro por primera vez a los 14 años, en la playa de Varadero, por ser uno de los 100.000 alfabetizadores de la revolución cubana. Comiendo arroz con manteca de cerdo, entre el salvajismo y el hambre, le enseñó a leer y a escribir a las tropas de campesinos en las montañas de Escambary, en Cienfuegos. En 1961, todavía adolescente, gracias a la –fallida– invasión estadounidense de Bahía Cochinos, empuñó por primera vez un fusil Mauser para defender su escuela en San Antonio de los Baños. Tres años después, fue recluta de la primera camada de cubanos obligados a cumplir con el servicio militar obligatorio.

En el Ejército, a escondidas y en las noches, trabó su íntima e insobornable amistad con la guitarra –en ese entonces una lira de 60 pesos cubanos–. Fue allí donde empezó a escribir canciones y en donde, en los Festivales Aficionados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), se presentó por primera vez ante un auditorio. Sin pena y sin gloria, como esos tantos días alargados en los que, y obligado a participar del lánguido espectáculo de las armas, estuvo a punto de ser llevado a los tribunales militares por defender a un recluta que se hacía pasar por gay para ser dado de baja, entre otras díscolas desviaciones. 

Silvio Rodríguez en concierto. Créditos: Colprensa.
Silvio Rodríguez en concierto. Créditos: Colprensa. 

El 13 de junio de 1967, exactamente un día después de cumplir los tres años y tres meses del servicio militar obligatorio, debutó en la televisión cubana, en el programa Música y estrellas, con las canciones Es sed, Sueño del colgado y la tierra y Quédate. Esa noche nació para Cuba, para el mundo, Silvio Rodríguez. Y empezó a germinarse la Nueva Trova. 

A pesar de su carácter retraído e introspectivo, la televisión se le dio bien y pasó a ser el anfitrión de Mientras Tanto, uno de los programas icónicos de la televisión cubana que, entre 1968 y 1969 tuvo como móvil central promover la música local y dar a conocer cantantes emergentes. Omara Portuondo, Pablo Milanés, Elena Burke e Ignacio Jacinto Villa Fernández –más conocido como Bola de Nieve–, fueron algunos de los invitados que, al conversar con Silvio, llegaron a los altoparlantes de las casas cubanas. 

Hasta que dijo al aire que Los Beatles, sin duda, eran la mejor agrupación del momento y desató la rabia antiyanqui del régimen, que le ordenó retractarse. Como el trovador se negó, el programa fue cancelado. Vino entonces, en 1971, la aventura pesquera en el Playa Girón, ese monstruo de la flota cubana que en un principio tuvo como misión pescar bacalaos en Groenlandia, pero que terminó haciendo lo propio por las costas del África. 

En los seis meses a bordo, viviendo cuerpo a cuerpo con los pescadores, escribió más de 60 temas, entre otros Ojalá, Cuando digo futuro, Te doy una canción, Resumen de noticias y Playa Girón. Cuando volvió a pisar tierra, ya era inevitable que su estilo y su poética –iracundo, críptico, dulce, melancólico, esperanzador, militante, contradictorio, beligerante, resignado, popular y profundo–, se hiciera un espacio, para tantos eterno e inigualable, en la isla y en el mundo. En el mar nació una estrella. O mucho mejor: nació un poeta. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí