Crédito: @Municipio de El Alto
El eterno debate de vetar los estadios de Bolivia por la altura
La nueva sede para eliminatorias de Bolivia, en El Alto, a 4150 metros sobre el nivel de mar, reabrió la pregunta de si debe prohibirse jugar con tanta altura, si es peligroso o antideportivo. Les contamos la historia de la decisión.
El tema de la altura en La Paz tiene tres antecedentes históricos de relevancia: cuando Bolivia, rival directo de Uruguay, lo dejó por fuera para los mundiales de Argentina 1978 y Estados Unidos 1994; y cuando en 1993 le ganó a Brasil y le cortó un invicto de 39 años sin perder en eliminatorias suramericanas.
El veto a la altura: un debate eterno e histórico
El “auge” del fútbol boliviano que tomó relieve al irrespetar a la todopoderosa Brasil, pero sobre todo el saboteo mundialista a los uruguayos hizo que se prendieran las alarmas y que las quejas por “las condiciones inhumanas de jugar a 3600 metros sobre el nivel del mar” llegaran hasta la oficina de la FIFA.
Esa organización tomó acción dos veces en 1995: primero con un informe de su Comisión Médica en el Simposio de Praga que organizó y en el que recomendó no jugar partidos en ciudades ubicadas a más de 2.500 metros de altura; y después, en la reunión de su Comité Ejecutivo, en París, cambió la medida y la misma Comisión Médica afirmó que no era deseable jugar partidos a 3.000 metros sobre el nivel del mar.
La ofensiva de Bolivia ante la medida incluyó al mismo presidente del país, Gonzalo Sánchez, que se tomó la afrenta como propia y demostró que la identidad misma de su pueblo, con grandes poblaciones alojadas en la altura, estaba en juego si se vetaba al estadio de La Paz. Ecuador, también afectado por la medida, se unió al proyecto de Sánchez y presentó a la FIFA un informe médico exhaustivo que desmentía los riesgos de jugar en la altura.
Como fueron muchas las federaciones, tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo que se solidarizaron con Bolivia –y Ecuador–, un año después del veto, en 1996, la decisión fue reconsiderada por la FIFA en la reunión de su Comité Ejecutivo. Su entonces presidente, Joao Avelange, decretó que no había restricción alguna en razón de la altura para las sedes deportivas de las selecciones.
En 1999, sin embargo, el rumor de un veto por altura volvió a surgir y entonces se hizo famosa la invitación que el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol le extendió al nuevo presidente de la FIFA, Joseph Blatter. El encuentro terminó en la feliz inauguración de un centro de alto rendimiento financiado por la FIFA en Vinto, a 2500 metros sobre el nivel del mar. Pareció quedar firmado en piedra que sí se jugaría al fútbol en La Paz.
Hasta que en mayo de 2007, en el marco de un Congreso de la FIFA, la Comisión Médica volvió a emitir el veto a la altura en razón de que en los partidos de eliminatoria no hay los días suficientes para la aclimatación adecuada. El informe esgrimió que para jugar a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, como en La Paz, hacen falta al menos 15 días de aclimatación; y recomendó que las sedes no superaran los 2500 metros.
Y de nuevo hubo revuelo en el continente: ¡Y de nuevo la FIFA reculó y dejó en manos de la CONMEBOL vetar o no a las sedes con demasiada altura! Pero esta vez, la figura de Evo Morales, primer presidente originario de Bolivia –y que nació en una localidad ubicada a 3800 metros sobre el nivel del mar– fue una carta política lo suficientemente contundente para que la máxima organización administrativa del fútbol se pronunciara en contra del veto en razón de la altura otra vez.
Bolivia 4-0 Venezuela: el nuevo escándalo por la altura boliviana
El tema volvió a ponerse sobre la mesa el jueves pasado, gracias a que una Bolivia pálida, que había perdido 5 veces y ganado 2 en estas eliminatorias, goleó a Venezuela 4 a 0 y le quitó el invicto.
El asunto estuvo en que, no contenta con la altura de La Paz, y por orden de su nuevo entrenador, el partido se jugó a 4150 metros sobre el nivel del mar, en la ciudad de El Alto. Los 500 metros de más de altura con respecto al estadio de La Paz, desataron revuelo en las redes sociales, ya que muchos consideran la medida como desleal y antideportiva.
Mister Chip, el viral periodista y estadístico español, fue uno de los más críticos con la medida e instó a la FIFA a tomar medidas y prohibir a El Alto como sede de eliminatorias.
Lo que quizá no sabe el español es que la discusión de la altura en el continente es un tema viejo que para muchos es considerado como "cosa juzgada". Una pizca más para el folclor de nuestras eliminatorias.
En las que la pelota nunca ha dejado de correr aunque, como nos dijo Fabián Vargas, el cuerpo vaya en automático, aletargado, con la vista borrosa y el estómago inflado, y ese tamboreo en las sienes que no deja sacarse de la cabeza que el balón, rapidísimo, está corriendo a 4150 metros de altura.