Banco de la República teme que la inflación sea más alta de lo esperado en 2023
Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño
Aunque la autoridad monetaria espera que la inflación disminuya su ritmo de crecimiento después del primer trimestre, advierte que todo dependerá de las decisiones que se tomen con respecto al precio de los combustibles y de la energía eléctrica.
El Banco de la República actualizó sus pronósticos económicos para Colombia en la versión más reciente de su informe trimestral de política monetaria. “En este informe se revisó fuertemente al alza la proyección para la inflación al consumidor en el horizonte de pronóstico”, advirtió el equipo técnico del emisor. La enrevesada frase quiere decir que el banco calcula que la inflación en 2023 va a ser más alta de lo que había calculado hace tres meses, aunque el impulso con que venía subiendo la inflación desde 2022 disminuirá después del primer trimestre.
Ahora, el banco espera que este año la inflación termine en 8,7 por ciento, lo que representa un incremento de 1,7 puntos porcentuales frente a su pronóstico anterior, que era de 7 por ciento. Para 2024, la inflación disminuiría a 3,5 por ciento según sus cálculos, es decir que ya estaría dentro del rango objetivo de largo plazo, que es de entre 2 y 4 por ciento.
Para profundizar: Inflación de 2022 fue de 13,12 por ciento
En el Informe de Política Monetaria, el equipo técnico del emisor explica que esta actualización en sus cuentas se debe a que en el último trimestre de 2022 la inflación fue más alta de lo esperado y a eso se sumó una mayor tasa de cambio y una mayor indexación; es decir, la inflación pasada influyó mucho más en los datos posteriores.
Como consecuencia, 2023 empezó con un dato de referencia más alto para la actualización de precios y tarifas en la economía, así como un incremento del salario mínimo mayor. Estos factores tienen influencia especialmente en los reportes de inflación de los primeros tres meses del año, que ahora se espera que sean más altos.
El Banco de la República también espera que este año se mantenga la presión del dólar sobre la inflación mediante las importaciones de materias primas y de bienes y servicios, aunque debería ceder con el tiempo.
Junto con el efecto de las mayores tasas de interés, después de marzo la disminución en los precios internacionales, la normalización de las cadenas logísticas, el mejor clima para los cultivos y la mayor oferta agropecuaria para aprovechar los precios altos deberían ser factores que ayuden a que este año la inflación finalmente baje.
Alimentos, nuevamente en la mira
En 2022 la inflación de los alimentos fue protagonista y para este año el equipo del Banco de la República también hizo algunas advertencias, aunque sigue esperando que desde el segundo trimestre este grupo empiece a bajar de precio.
Para el primer trimestre, el emisor advierte que los datos más altos de lo esperados en 2022 seguirán presionando los precios de los alimentos, así como la depreciación del peso para la compra de insumos y el efecto del clima sobre las cosechas.
Pero para el resto del año, la disminución de precios de insumos en el mundo, así como de costos en las cadenas de producción y logísticas se pueden unir a la disolución de los choques por el dólar alto y una mejor producción agropecuaria interna, dado que, con precios altos, se espera una mayor inversión en el sector y mejores resultados de los cultivos. Todo esto llevaría a que la inflación de alimentos cierre el año en 5,7 por ciento y para 2024 sea de apenas 0,3 por ciento.