El sector aporta alrededor de 1,6 por ciento al PIB nacional.
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'Efecto construcción': ¿qué tanto mueve el sector la economía colombiana?
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La construcción genera 1,5 millones de empleos en el país. El sector impulsa otras actividades como el transporte, el agro y los servicios y es determinante en el PIB. ¿Qué necesita para reactivarse?
Cuando a la construcción le va bien, a la economía le va bien. Cada vez que se pavimenta una vía, se inicia una obra, se hacen los acabados de un edificio o inicia un proyecto se generan empleos, se necesitan materiales y se invierten recursos.
El sector es responsable de 1,5 millones de empleos en el país y aporta alrededor de 1,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional, según la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI). La construcción funciona como una especie de termómetro de la economía, cuando su actividad productiva aumenta, impulsa al PIB, cuando cae, lo afecta negativamente.
Durante el tercer trimestre de 2023, el último dato que se tiene disponible, el PIB colombiano registró una variación de -0,3 por ciento, por debajo de todos los pronósticos que tenían los expertos, el Gobierno y el Banco de la República. El sector con las peores cifras fue justamente la construcción, con un desplome del 8,0 por ciento en su actividad productiva.
En el sector, la rama de obras civiles -las construcciones de carreteras, puentes y proyectos de servicio público- cayó 15 por ciento, y la construcción de edificaciones registró una variación de -5,0 por ciento en el trimestre.
Un informe reciente de Corficolombiana indica que ese resultado en las obras civiles se explica por “los bajos niveles de ejecución en las obras, por el ciclo normal de los proyectos”, lo que ha determinado el desempeño del sector durante los últimos tres años.
Detrás de esto está el incremento en los precios de insumos como el cemento, el acero, el asfalto y el concreto; el aumento en las tasas de interés, que encarecen el financiamiento de los proyectos.
“El sector de construcción es clave para el crecimiento económico. En particular, la inversión en infraestructura tiene uno de los multiplicadores económicos más altos de toda la economía”, asegura Juan Camilo Pardo, analista del equipo de investigaciones económicas de Corficolombiana. Según cálculos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), por cada peso que se invierte en infraestructura, se generan 1.7 pesos de mayor producción nacional.
De acuerdo con Pardo, otra característica de la construcción es que “posee encadenamientos con otros sectores de la economía”, es decir, su actividad se relaciona con las actividades de otros sectores y la impulsa.
Un estudio realizado por el centro de estudios económicos Fedesarrollo establece que un incremento promedio anual de la inversión en infraestructura del 0,5 por ciento del PIB durante la próxima década podría aumentar en 0,8 puntos porcentuales el crecimiento de la economía.
Los avances en infraestructura se traducen en resultados positivos en la reducción de tiempos y costos operacionales de transporte, lo que deriva en mayores eficiencias y en una mayor competitividad como país. También es fundamental para impulsar la actividad agropecuaria y conectar los centros de producción.
Además, las actividades de construcción son intensivas en mano de obra, requieren de mucho personal, lo que impulsa la creación de empleos. De forma indirecta también crea trabajos, con los transportadores, labores administrativas y actividades de servicios.
Las edificaciones: viviendas, edificios, bodegas y construcciones son la otra parte de la construcción. En particular, la construcción de viviendas viene mostrando las peores cifras en 15 años: en 2023 las ventas cayeron 44,9 por ciento y se comercializaron 130.851 unidades, 106.554 viviendas menos que en 2022, cuando se vendieron 193.387.
De acuerdo con Camacol, el gremio de los edificadores, el bajo crecimiento del PIB, el nivel de inflación y los aumentos de tasas de interés afectaron las ventas de vivienda, a lo que se suma problemas en la asignación de subsidios durante 2023 por el cambio en las condiciones del programa Mi Casa Ya.
¿Cómo reactivar la construcción?
Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), ha hecho un llamado para que se dinamice la obra pública y se potencien fuentes de financiación de los proyectos con programas como obras por impuestos y recursos de regalías o de valorizaciones.
“Se deben incentivar altos niveles de ejecución presupuestal, teniendo en cuenta que el Presupuesto General de la Nación 2024 contempla la asignación de 16,7 billones de pesos para el sector transporte, de los cuales 13,6 billones estarían destinados a inversión en proyectos concesionados y de obra pública”, asegura Caicedo.
Otra sugerencia del líder gremial es avanzar en las licitaciones de nuevos proyectos y en la adjudicación de iniciativas privadas.
En materia de vivienda, la recomendación de Guillermo Herrera, presidente de Camacol, es impulsar una estrategia que permita construir nuevas viviendas. Su propuesta es que en 2024 el gobierno asigne por lo menos 72.000 subsidios, aunque el Ministerio de Vivienda tiene previstos 50.000.
“Esperamos que durante este año las tasas de interés hipotecarias se empiecen a moderar siguiendo la tendencia de la inflación. Esto permitirá mejorar las condiciones de financiación de los hogares que quieran comprar vivienda y será un factor determinante en la reducción de los desistimientos”, aseguró Herrera.
Las proyecciones del Gobierno, el Banco de la República y organismos internacionales apuntan a que el país crecerá alrededor de 1,5 por ciento, pero dadas las características del sector en términos de inversión y empleo, un impulso adicional podría ser la fórmula para que la economía repunte en 2024.
