¿Está o no está estancada la economía? Los conceptos que enfrentan a Petro con los expertos

Durante el último año, la economía colombiana –así como la economía global– se ha desacelerado: durante el primer trimestre de 2023, el producto interno bruto (PIB) creció 3,0 por ciento; en el segundo trimestre, 0,4 por ciento, y en el tercero, cayó 0,3 por ciento. 

Este fenómeno de tasas de crecimiento cada vez más bajas se explica por la normalización en la actividad económica luego del repunte de 2021 y 2022, tras la pandemia, un periodo en el que los niveles de producción crecieron a ritmos por encima de lo normal, luego del freno provocado por los confinamientos de 2020.  

Hace unos días, el presidente Gustavo Petro presentó en sus redes sociales una gráfica que muestra el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) colombiano desde 2021. En ella se aprecia, a manera de índice, un comportamiento ascendente desde el segundo trimestre de 2021 hasta mediados de 2022, y desde entonces, una estabilización en las cifras. 

En su cuenta de X (antes Twitter), Petro aseguró que “en la narrativa mediática se habla de un derrumbe económico y de recesión” y que “eso no es cierto”. 

Sin embargo, la lectura económica de esa gráfica pudo haber sido demasiado simple. A través de X, varios expertos criticaron la manera en que el Presidente interpretó la serie de tiempo que colgó en sus redes sociales. 

¿Qué se necesita para que haya una recesión? 

La literatura económica suele hablar de una “recesión” cuando la economía se contrae en lugar de crecer. El economista Julius Shiskin (1912-1978) se hizo famoso por establecer la definición de recesión y también por sus contribuciones al establecimiento de reglas en el campo de estadísticas económicas. 

Según la definición de Shiskin, una recesión es un periodo caracterizado por una caída en la actividad económica durante al menos dos trimestres consecutivos. 

En ese sentido, el Presidente tiene razón al decir que aún no estamos en una recesión, pues los datos del PIB del tercer trimestre fueron negativos, pero los del segundo trimestre no lo fueron. Todavía falta ver la tasa de crecimiento del último trimestre del año. Dependiendo de si es negativa o no, se podría hablar de una recesión. 

¿Cuál es el problema con la gráfica que subió Petro?

La gráfica que presentó Petro, sin embargo, no es una gráfica que presente variaciones en el crecimiento, sino que refleja el nivel del PIB, o el “tamaño” del PIB. 

La gráfica hace parte de los resultados del PIB que entregó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) el pasado 15 de noviembre. En ella aparecen las series ajustadas por efecto estacional y calendario, lo que permite comparar los resultados a lo largo del tiempo. El índice base, o el "inicio" de esa serie de tiempo, es el cuarto trimestre de 2019. 

En ese índice, el resultado de la economía en el cuarto trimestre de 2019 toma un valor de 100. A partir de este, se atribuye un nivel al resultado de cada trimestre. En el tercer trimestre de 2022 el indicador fue de 111,2; en el tercer trimestre de 2023, fue de 110,9. 

María del Pilar López, economista y profesora de la Universidad de los Andes, aseguró que la desaceleración es "clara" porque el cambio entre el nivel que presentó el PIB en el tercer trimestre de 2022 y el tercer trimestre de 2023 es negativo: 

Al comparar estos indicadores (110,9 - 111,2), la variación resultante es -0,3 por ciento, que es la tasa de crecimiento anual del PIB para el tercer trimestre del año y que oficializó el Dane en su último reporte. 

El exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, mencionó cómo, al tomar un índice que parte de 2019 como año base, “lo natural” luego de la pandemia es que se presente una tendencia ascendente. 

Restrepo también se refirió al comportamiento de la gráfica en 2023, y cómo la tasa de crecimiento, que se halla al comparar el PIB de un trimestre contra el mismo trimestre del año inmediatamente anterior, no crece sino que disminuye.

“En Colombia el PIB en 2023 está cayendo y no hay crecimiento sino decrecimiento en el último trimestre. Y esto nos pone al borde de una recesión, con sus impactos negativos en empleo e ingresos”, dijo Restrepo en X.

Más allá de la pelea en redes, pues tanto la medición en niveles como en tasa de crecimiento son válidas y oficiales, para algunos expertos la discusión puede mirarse de diferentes maneras. 

Andrés Langebaek, director ejecutivo de Estudios Económicos de Grupo Bolívar y Davivienda, ejemplifica el nivel del PIB como el tamaño de un pastel. El crecimiento sería qué tanto crece el pastel de un año a otro. “El pastel colombiano creció muchísimo, exageradamente entre 2021 y 2022, pero hoy sigue siendo un pastel más grande que el de hace unos años”. 

De acuerdo con el economista, en 2021 y 2022 Colombia mostró unas tasas de crecimientos muy altas, y por ello se generaron una serie de desequilibrios macroeconómicos, como la alta inflación. Según Langebeak, lo que ha venido ocurriendo entonces es una corrección del crecimiento a unas tasas mucho más consistentes a la capacidad de producción de la economía colombiana y con una inflación más moderada. 

“Sin duda el PIB cayó, y estamos viendo una desaceleración, pero después de que se ha crecido tanto esa caída pequeña realmente no es tan mala, especialmente si la comparamos con otros países. Creo que lo que vale la pena es mirar el comparativo de Colombia frente al mundo, porque Colombia es de los países que más han crecido desde 2018 hasta hoy. Tenemos el PIB más alto, a pesar de que tenemos un bajo crecimiento. Así caigamos este año, el PIB se mantiene alto”, sostuvo Langebeak. 

“En este caso, me pondría de parte del Presidente. Tenemos el PIB más alto a pesar de que tenemos un bajo crecimiento. Por eso es legítimo hacer esa comparación”, puntualizó Langebeak.