Níquel: ¿tiene futuro el mineral en la transición energética y la reindustrialización?
30 Marzo 2024

Níquel: ¿tiene futuro el mineral en la transición energética y la reindustrialización?

En 2023 Cerro Matoso produjo 32.700 toneladas de níquel contenido en ferroníquel.

Crédito: Cero Matoso

Cerro Matoso, la única empresa en el país que produce níquel contenido en ferroníquel, planea reducir sus inversiones en 2024. Los precios internacionales golpearon a la operación, mientras la compañía y su casa matriz no ven estabilidad jurídica en el país.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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El gobierno de Gustavo Petro tiene entre sus proyectos para la transición energética impulsar una serie de “minerales estratégicos”, como lo son el níquel, el manganeso, el cobalto y el litio entre otros. La operación de níquel, un metal duro entre plateado y blancuzco, en Colombia depende únicamente de una empresa, Cerro Matoso, dedicada desde 1982 a la extracción del mineral en el Alto San Jorge, región conformada por los municipios de Montelíbano, Puerto Libertador y San José de Uré, al sur de Córdoba. 
 
“Somos los únicos productores de níquel del país, producimos lo que se conoce como níquel contenido en ferroníquel, que tiene una composición 28 por ciento de níquel, 72 por ciento de hierro, y se usa únicamente para hacer acero inoxidable”, explicó a CAMBIO Ricardo Gaviria, presidente de la compañía

El ferroníquel es el cuarto producto industrial de exportación de Colombia, y tiene la función de dotar de propiedades anticorrosivas al acero, clave para muchas industrias, pues el  níquel y el ferroníquel están presentes en muchos objetos cotidianos como botones, relojes, celulares, cocinas o insumos para infraestructura, pues todos estos contienen acero inoxidable. 

Sin embargo, el mineral y la empresa no tienen mucha certidumbre de lo que viene para ellos en el plan de transición energética de Petro ni tampoco dentro del plan de reindustrialización del gobierno. 

Problemas con la operación

En 2023 no fue un buen año para Cerro Matoso. Las caídas en la producción afectaron los ingresos de la empresa, al punto que la compañía planea recortar 35 millones de dólares en inversiones para este año. A esto se suman las complicaciones con bloqueos y condiciones de incertidumbre jurídica en Colombia que perciben la empresa y la casa matriz detrás de la operación de Cerro Matoso, South 32, basada en Australia.  

El año pasado la producción de Cerro Matoso cayó 7 por ciento en comparación con 2022, pasó de 41.800 a 38.708 toneladas. “Los precios, desafortunadamente, se fueron al suelo por una sobre oferta global de níquel proveniente de Indonesia, lo que ocasionó que los precios internacionales bajarán de manera importante, y también nos afectó la tasa de cambio. Cuando hicimos el presupuesto para 2023 lo hicimos con una tasa de cambio de 4.450 pesos, y durante el año fue de prácticamente 4.050 pesos”, explicó Gaviria.

La empresa, que genera cerca de 2.000 empleos directos, le dejó al Estado en 2023 cerca de 1,2 billones de pesos (733.000 millones en impuestos y 486.000 millones en regalías). Por los resultados del año pasado, el pago de impuestos previsto para este año será cercano a los 20.000 millones y el de regalías a 200.000 millones. 

Ricardo Gaviria, presidente de Cerro Matoso.
Ricardo Gaviria, presidente de Cerro Matoso. Crédito: Cerro Matoso

Para 2024 Cerro Matoso tiene previsto reducir sus inversiones, y lo que invertirá no será para aumentar su capacidad, sino en capital de sostenimiento. “Son inversiones en activos, la planta tiene 42 años de estar operando, hay que cambiar componentes, bandas transportadoras y renovar los equipos. Teníamos provistos 35 millones de dólares en inversiones para sostenimiento, pero dada la coyuntura de precios y de dólar redujimos eso a la mitad. Y también recortamos nuestros costos operativos en 17 por ciento. Para tener caja positiva nos tocó bajar en inversiones de sostenimiento y costos de operación alrededor de 35 millones de dólares”, aseguró el empresario. 

Gaviria aclara que, dado que la producción “solo sirve para hacer acero inoxidable” y en Colombia no se fabrica, se debe exportar en su totalidad, pues no se puede separar el níquel del hierro. El 80 por ciento de la producción se va para Asia, la mayoría con destino a China, Corea y Japón, el 20 por ciento restante se despacha a Estados Unidos y Europa. A nivel global se producen al año alrededor de 3,4 millones de toneladas de níquel, y Colombia produce alrededor de 40.000. Aunque es un jugador pequeño, el producto colombiano se cotiza bien internacionalmente por su calidad. 

¿Transición energética y la reindustrialización?

“Desde que arrancó este gobierno y se empezó a hablar de la transición energética hemos sido enfáticos en que estamos ahí. Para hacer paneles solares y turbinas eólicas se necesita acero inoxidable”, asegura Gaviria. Sin embargo, el empresario cree que es necesario avanzar en transformar la composición del mineral, “para que no sea 28 por ciento níquel y 72 por ciento hierro, sino para que sean al contrario, 72 por ciento níquel y 28 por ciento hierro”. Eso permitiría, por ejemplo, usar ese níquel puro para fabricar baterías. 

Hoy la empresa está haciendo estudios, pero según Gaviria, es necesario revisar la rentabilidad de este tipo de proyectos. “Depende de si las condiciones de mercado se dan y de la estabilidad jurídica”, dice. Cerro Matoso pertenece a una multinacional que también tiene derechos mineros en países como Sudáfrica, Mozambique, Chile, Brasil y Estados Unidos, por lo que las decisiones de inversión son más cautas. 

“A nosotros nos toca ir a la junta. A Colombia se le considera un país buen operador, con buenos ingenieros, que hace las cosas bien, pero desde el punto de vista de estabilidad jurídica, hay incertidumbre. Cuando salió la tributaria en que decían que las regalías no eran deducibles me dijeron: “miremos si seguimos allá o no, porque vamos a perder un montón de plata”. No se vuelve atractivo para un inversionistas cuando hay otros sitios con más tranquilidad como Perú o Chile”, explicó Gaviria a CAMBIO. 

Operación de Cerro Matoso
Operación de Cerro Matoso en Córdoba. Crédito: Cerro Matoso

Otro problema que ve el empresario es el proyecto de ley minera que presentó el gobierno como borrador y que próximamente entrará al Congreso.

“Hay que esperar que llegue al Congreso. Nos preocupa que el nuevo código dice que podemos seguir explotando, pero para que los minerales se queden en el país, como una materia prima. Pero en el caso del níquel contenido en ferroníquel, en el país no se produce acero inoxidable. ¿Qué haríamos entonces con nuestro producto? Y si convirtiéramos nuestro producto en una mayor proporciones de níquel tampoco tenemos la industria para hacer baterías”, cuestiona Gaviria. 

Aunque el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo también lanzó ya una política de reindustrialización que busca impulsar industrias locales, Gaviria alerta que para ello “se requieren inversiones grandes, posiblemente inversiones extranjeras, porque no tenemos el capital para ello”. Según el empresario Colombia no cuenta con condiciones de estabilidad jurídica para motivar esas inversiones, y, asegura, "no es un tema solo del gobierno actual", pues el país está acostumbrado a hacer reformas tributarias cada dos años y las reglas de juego cambian cada cierto tiempo para las empresas.  

“Tenemos un gobierno que tiene una forma de pensar sobre la minería diferente a la de gobiernos anteriores. Seguimos dialogando. Somos socios. El dueño del recurso es el Estado, y nosotros lo que hacemos es operarlo y sacarlo. Hay que seguir pensando que si en un territorio ya tenemos un negocio montado, hay que seguir dándole sostenibilidad”, concluye Gaviria. 

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