¿Por qué es tan alta la informalidad en Colombia?

En Colombia hay más trabajadores informales que formales. Hay 13 millones de personas que trabajan en la informalidad, mientras que hay solo 10 millones de ocupados formales. Esto representa una cifra de 55,9 por ciento, un porcentaje que parece estático y que, mes a mes, cuando el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) publica su reporte de ‘Empleo informal y seguridad social’, apenas muestra ligeras variaciones. 

La informalidad es uno de los grandes problemas del mercado laboral. Implica no solo que las condiciones de trabajo pueden estar por debajo de los mínimos legales, sino que también representa una barrera de acceso a los sistemas de seguridad social por la falta de aportes a salud y pensión. 

Según el Dane, los informales son todos los asalariados o empleados que no cuentan con cotizaciones de salud ni pensión por el vínculo laboral con el empleador que los contrató. También son los trabajadores por cuenta propia o empleadores clasificados en el sector informal, los trabajadores familiares sin remuneración y las personas sobre las que no se dispone de suficiente información sobre su situación de ocupación. 

Las estadísticas oficiales segmentan las cifras de informalidad por zonas geográficas. El primer grupo son las principales 13 ciudades y Áreas Metropolitanas del país –Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Manizales, Pereira, Cúcuta, Pasto, Ibagué, Montería, Cartagena y Villavicencio– cuya tasa de informalidad es de 41,9 por ciento. 

En las principales urbes se ubican la mayoría de los trabajadores. De 23 millones de ocupados que registra el Dane en el país, 11 millones están en estas ciudades, de esos, 6,3 millones son formales y 4,6 millones informales. 

Si se analizan los datos de 23 ciudades y Áreas Metropolitanas, aquellas con los indicadores más altos de informalidad son:

• Sincelejo (65,8 por ciento)
• Montería (61,4 por ciento)
• Riohacha (61,1 por ciento)

Mientras que las ciudades con menor proporción de informalidad son:

• Manizales (34,2 por ciento)
• Bogotá (34,6 por ciento)
• Tunja (38,7 por ciento)

Por otro lado, en las zonas rurales la tasa de informalidad llega al 84 por ciento. Es decir, casi que nueve de cada diez trabajadores en el campo laboran en condiciones informales. Concretamente, en Colombia hay 4,8 millones de ocupados en el campo, de los cuales, solo 783.000 tienen un empleo formal. 

¿Por qué es casi estática la proporción de informalidad?

Recientemente, el Banco de la República publicó un estudio académico, parte de su serie de documentos de trabajo sobre economía regional y urbana, en el que señala que la informalidad laboral en Colombia, medida como la no afiliación a seguridad social, “se ha mantenido cercana al 60 por ciento y ha sido más o menos constante desde la década de 1980”, lo que posiciona a Colombia como uno de los países con mayores tasas de informalidad laboral. 

El documento destaca que las estadísticas se han centrado en medir la informalidad de manera agregada, pero que el fenómeno es realmente heterogéneo a nivel municipal: “Los resultados revelan patrones regionales importantes, con unas tasas de informalidad que varían entre el 25 por ciento y el 97 por ciento, y donde la mayor parte de los municipios han mantenido tasas superiores al 50 por ciento desde 2005”. 

Andrés García, decano (e) de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, reconoce que la informalidad es un problema muy marcado en Colombia. “Colombia es de los países más informales, con una característica particular y es que parte de esa informalidad se debe a una estructura con una característica muy gruesa de trabajadores por cuenta propia y micronegocios. Esto explica por qué es tan estática esta tasa”, aseguró el experto. 

Para García, la tasa de informalidad no cede en la medida que el mercado laboral no genera suficiente empleo formal que pueda atraer a los informales a ese tipo de puestos de trabajo, ni tampoco con las condiciones apropiadas para ello. Además, también es complejo por la estructura productiva, en la que la mayoría de las empresas son pequeñas y proliferan los pequeños negocios. 

“Los trabajadores que están en micronegocios tienen una expectativa de mediano y largo plazo de permanecer allí. En los independientes hay una alta preferencia por este tipo de trabajo, la flexibilidad y por mantenerse en este tipo de actividades, más que por un trabajo asalariado. Eso explica por qué es tan difícil reducir la tasa de informalidad”, explicó el experto. 

Entre 2020 y 2021 se realizó en Colombia la ‘Misión de empleo’, un estudio dirigido por varios expertos para analizar las condiciones del mercado laboral en el país. Una de las grandes conclusiones de la misión es que el mercado laboral colombiano “es disfuncional”, lo que se refleja, justamente, en los altos niveles de informalidad. 

El reporte ejecutivo de la misión mencionó en su momento que no toda la informalidad laboral resulta del incumplimiento de la ley.

Según la Misión de empleo, alrededor de 36 por ciento de los trabajadores se ocupan por cuenta propia, y cómo los ingresos de 71 por ciento de estos son inferiores a un salario mínimo. Esto les impide cotizar al sistema. “Parte de la informalidad laboral en Colombia es producto de las exclusiones que hace la ley”, indica el reporte. 

Algo similar ocurre con los trabajadores independientes que trabajan pocos días al mes y no contribuyen a la seguridad social, porque sus ingresos son inferiores a un salario mínimo mensual.

En su momento, la Misión reconoció que el salario promedio de aquellas personas en la formalidad supera al de los que están en la informalidad, pero también destacó que hay trabajadores informales cuyos ingresos exceden a los de los formales. “De hecho, 1,7 millones de trabajadores informales tienen ingresos superiores a un salario mínimo, lo que contrasta con 1,75 millones de trabajadores formales con ingresos de un salario mínimo”, concluye el estudio. 

Otros indicadores de informalidad

La informalidad tiene muchas caras, no solo por regiones. El Dane muestra cómo, por ejemplo, el indicador es más alto en el caso de los hombres (58,1 por ciento) que en el de las mujeres (52,7 por ciento). 

También tiende a ser más alta en las pequeñas empresas que en las grandes. El más reciente reporte de la entidad estadística para informalidad, correspondiente al periodo mayo- julio de 2024, señala que el 84,8 por ciento de la población ocupada que trabajaba en microempresas es informal, mientras que en empresa pequeña, empresa mediana y empresa grande la proporción de ocupados informales es de 22,5 por ciento, 6,2 por ciento y 2,8 por ciento, respectivamente.