
A partir del 16 de julio del año 2025, la jornada laboral semanal será de 44 horas máximas.
Crédito: Colprensa
¿La reducción de la jornada laboral semanal influirá en la negociación del salario mínimo 2025?
- Noticia relacionada:
- Salario mínimo
- Ministerio de Trabajo
- Gobierno
Algunos se cuestionan si el aumento del salario mínimo para el próximo año estará influido por la Ley 2101 de 2021, que establece la reducción de la jornada laboral semanal. ¿Qué implicaciones podría tener? Consultamos a expertos para analizar el tema.
Por: Gabriela Casanova

En los últimos días, han avanzado las negociaciones del salario mínimo para 2025. En los primeros días de diciembre, se pusieron sobre la mesa dos datos importantes para la discusión: la cifra de productividad total, que según indicó en días pasados el Dane es 1,73 por ciento; y el dato de la inflación anual para el mes de noviembre, que es del 5,2 por ciento. Sin embargo, algunos se preguntan si el aumento del salario mínimo para el próximo año se verá influido por la Ley 2101 de 2021, a través de la cual se reduce la jornada laboral semanal.
¿En qué consiste la Ley 2101 de 2021?
Esta ley establece que desde el 2023 hasta 2026, los trabajadores tendrán una reducción en su jornada laboral semanal, pasando de las 48 horas semanales a las 42 horas semanales. Según la norma, las fechas clave en la disminución de la jornada son:
- A partir del 16 de julio de 2023: 47 horas semanales (máximas)
- A partir del 16 de julio del año 2024: 46 horas semanales
- A partir del 16 de julio del año 2025: 44 horas semanales
- A partir del 16 de julio de 2026: 42 horas semanales
¿A quiénes no aplica la ley?
Según el Ministerio de Trabajo, esta ley aplica para los trabajadores del sector privado, es decir, “las personas naturales que han suscrito contratos laborales con empresas privadas”; por tanto, no va dirigida a servidores públicos, a no ser que trabajen en empresas del Estado y cuyas relaciones laborales se rijan por el Código Sustantivo del Trabajo.
“Esta ley tampoco afecta o modifica las jornadas laborales inferiores de trabajadores con horarios especiales, como la de menores de edad que trabajan con contrato laboral y con permiso del Ministerio de Trabajo”, explicó en su momento el viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, Edwin Palma.

¿Afectará la reducción de la jornada laboral el salario mínimo?
Según la Ley 2101 de 2021, la reducción de las horas laborales no implica la disminución de la remuneración salarial ni prestacional, ni el valor de la hora ordinaria de trabajo; tampoco afecta los derechos adquiridos y garantías de los trabajadores.
En principio, parece que no habría un problema, pues lo dice la ley. Sin embargo, este año tomó protagonismo el problema del cambio de la jornada laboral y su impacto en la productividad en 2025, un factor clave para definir el aumento del salario mínimo.
Productividad vs. reducción de la jornada laboral
Según Juliana Morad, directora del Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, si no se logra un aumento proporcional en la productividad con la reducción de la jornada a 44 horas en 2025, podría verse afectada la competitividad de las empresas, pues se incrementarían los costos laborales.
Morad explica que, con dicha medida, las empresas estarán obligadas a pagar más por las horas normales trabajadas. Además, al ajustar la distribución de las horas para cumplir con la nueva jornada sin modificar los salarios, podrían enfrentar un escenario donde, para mantener la misma producción, deban recurrir a más horas extras o a contratar más personal.
“Esto, a su vez, generaría mayores costos, lo que podría poner presión sobre las finanzas de las empresas, especialmente en industrias con márgenes de ganancia bajos o en pequeñas y medianas empresas que no cuentan con la misma capacidad de adaptación que las grandes corporaciones y que son la mayoría de las empresas colombianas”, señala.
También, Morad sostiene que esto podría ser un desafío significativo para sectores con alta demanda de trabajo en horas no convencionales o para empresas que ya operan en condiciones de alta competitividad y márgenes de ganancia reducidos.

En cambio, Andrés García, decano (e) de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, dice que la reducción de las horas laborales puede mejorar el bienestar de los trabajadores y tener efectos positivos en la productividad, mas no impactar los costos relativos de las empresas, dado que el aumento en productividad debe reflejarse en los ingresos de estas organizaciones.
“Esto no debería ser un parámetro a tener en cuenta dentro de la discusión del salario mínimo. Puede ser un elemento de discusión política, pero desde el punto de vista económico no, no sería óptimo, dadas las implicaciones que esto puede tener”, agregó.
En medio de las negociaciones, el Dane informó en la subcomisión de productividad que acompaña las negociaciones del salario mínimo que en los primeros tres trimestres del año la productividad total de los factores (PTF) aportó 1,73 por ciento al crecimiento del valor agregado de la economía.
También indicó que la productividad laboral por hora trabajada está en 3,43 por ciento; la productividad laboral por persona empleada en 1,76 por ciento, y la productividad media del trabajo, que es la relación entre el valor agregado y las horas trabajadas, está en 3,14 por ciento. Sin embargo, la Andi, la Anif y Fedesarrollo le pidieron al Dane revisar estas cifras, pues no corresponderían con el contexto económico nacional.
En días pasados, la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, señaló que es importante entender en la discusión si la reducción de horas trabajadas en 2024, manteniendo el mismo nivel de empleo, se trata de un tema estructural o si responde a la alta tecnología o a cambios en la actividad económica o producto de la aplicación de la normatividad legislativa.
