
Orlando Velandia, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
Crédito: ANH
“Por discutir la firma de nuevos contratos no hemos valorado el descubrimiento de gas que es Sirius-2”: presidente de la ANH
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El presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Orlando Velandia, conversó con CAMBIO sobre la situación de las reservas de gas natural en Colombia y los retos del país para garantizar la continuidad del servicio para los colombianos.

Colombia atraviesa una situación compleja en términos de gas natural. Desde hace meses, el país importa el combustible para atender la demanda de hogares, comercios e industrias y, aunque se confirmó un importante hallazgo en el mar Caribe en el pozo Sirius-2, no se podrá contar con esos recursos por lo menos hasta 2029, mientras se logran las aprobaciones y se construya la infraestructura para transportarlo.
CAMBIO conversó con Orlanda Velandia, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), quien aseguró que "la caída de las reservas no se debe a no haber firmado nuevos contratos". Se refirió a la situación actual de las reservas de gas natural en el país y los retos que está enfrentando el Gobierno de cara al déficit de gas actual y la necesidad de las importaciones.
CAMBIO: En la última década, las reservas de gas que tiene Colombia han venido cayendo. ¿Cómo se puede cambiar esta tendencia de la última década?
Orlando Velandia: Las reservas de gas y petróleo dependen, en primera instancia, de que podamos buscarlas, y segundo, de que una vez encontrado el recurso se pueda llevar a la superficie. En Colombia, en los últimos dos años, se han descubierto muchos recursos, pero para ya hablar de reservas es necesario que se pueda disponer de esos recursos. Ahora la tarea es incrementar el volumen de reservas que tenemos. En gas, por ejemplo, en el informe de recursos y reservas del año pasado vimos que con el nivel de consumo tendríamos gas para seis años.
Los campos no son infinitos, van declinando en el tiempo. La producción ha tenido una declinación significativa y por eso nuestras reservas en los últimos 12 años han disminuido. En los últimos años tampoco se incorporaron recursos importantes, ha bajado la producción y se ha dado una sobrecontratación de unos agentes, y en esa medida se ha generando una brecha o diferencial que por ahora no supera el cuatro por ciento de la demanda total.
CAMBIO: Desde hace meses el sector viene hablando de un déficit de gas. ¿Cómo está esa demanda versus la oferta de gas?
O.V.: La gente se pregunta por qué algunos dicen que se acabó el gas y que nos toca importar y ahí hay que hacer una precisión: no todo el gas que producimos tiene las condiciones de firmeza, es decir, de continuidad y calidad, que garanticen que se puede suministrar durante todos los días del año, en especial para el sector de la demanda esencial, que son los hogares.
Hay un déficit de gas que desde hace años ha venido siendo atendido. Parte de un sector que demanda gas, las plantas térmicas, construyó una infraestructura de importación de gas para garantizar compromisos que tenían de energía en firme. Pero hoy vemos que parte de ese gas de producción nacional está siendo comprado por esas térmicas, otros agentes están contratando más allá de lo que históricamente han contratado y han dejado sectores descubiertos con ese gas que históricamente veníamos atendiendo con gas de producción nacional.

CAMBIO: ¿Perdimos la autosuficiencia en Colombia?
O.V.: Si nos referimos a si el 100 por ciento del gas demandado en Colombia se atendiera con provisión nacional, implicaría entonces que perdimos la autosuficiencia desde el año 2016, cuando empezamos a importar. Pero no es así. El país tiene hoy gran parte de su demanda cubierta con gas de producción nacional y esa es la prioridad, por los costos y las condiciones de que se generen, pero tampoco podemos desconocer que si hay comportamientos inadecuados de algunos agentes las entidades de control deben dar respuesta rápidamente.
CAMBIO: Una de las líneas rojas de este Gobierno, y lo ha dicho el presidente Petro en varias ocasiones, ha sido no firmar nuevos contratos de exploración. ¿Considera que esta medida ha agravado esa tendencia negativa de las reservas?
O.V.: La firma de los contratos per se no me garantiza que vaya a descubrir hidrocarburos. Lo que me garantiza es que pueda acometer los trabajos de exploración, llámese sísmica o perforación de pozo. Tenemos más de 8 millones de hectáreas asignadas en contratos vigentes donde no se han logrado resultados. Nos estamos concentrando en una discusión que distrae la atención principal hacia donde nos debemos focalizar.
La línea clara de este Gobierno es que los contratos vigentes se respetan y nos vamos a concentrar en hacer más eficientes esos contratos. Hemos descubierto más hidrocarburos en estos últimos 24 meses que en todo lo que se ha hecho casi en los últimos 10 años, proporcionalmente. Los descubrimientos de gas que se han hecho desde 2014 han sido 48, y en los dos últimos años se han dado 14, sin firmar nuevos contratos. Para qué firmar más contratos si tenemos un cuello de botella de casi 100 contratos con problemas de licenciamiento ambiental, social, técnicos, incluso climáticos que a veces dificultan y ese es el trabajo diario de la ANH.
CAMBIO: Ecopetrol y Petrobras anunciaron hace poco que ya terminó la fase de pruebas en el pozo Sirius-2, el mayor hallazgo de gas del país en tres décadas. ¿Qué tan relevante es?
O.V.: No hemos dimensionado en Colombia el descubrimiento de Sirius-2. Por discutir la firma de nuevos contratos no hemos valorado el gran descubrimiento que es. Para ponerlo en proporciones, Chuchupa y Ballena, que fueron los descubrimientos más importantes hace más de cuatro décadas y nos atendieron por más de 40 años, complementado con el gas del interior del país, tenían 3,7 terapies cúbicos.
Los recursos estimados de Sirius 2 son 6.2 terapies, casi el doble del descubrimiento que tuvimos hace 47 años, y no lo hemos dimensionado por estar en esa narrativa de la firma de los contratos.

CAMBIO: Sin embargo, hay que esperar hasta 2029 para contar con este gas que está en el mar Caribe. ¿Qué puede hacer el país mientras tanto para incrementar esas reservas de gas?
O.V.: Tenemos que gestionar de forma adecuada para que los colombianos tengan prioritariamente gas de producción nacional y, si hay algún diferencial que se tenga que importar, se importe a un menor precio del que hoy estamos importando. Nos corresponde mirar qué hacemos para garantizar el diferencial que se pueda presentar en 2026. Tenemos previsto atender esa demanda con varias áreas y varios contratos en el continente.
El 2027 nos exige medidas mucho más fuertes porque ese diferencial puede crecer, y dependerá de cuánto gas se va a ofertar para el año entrante el 1° de noviembre de este año, y cuánta va a ser la demanda real que tenemos. Conforme avancemos en la transición energética, como lo estamos haciendo en el país, y utilicemos nuevas fuentes de energías limpias, vamos liberando demanda de gas en algunos procesos industriales. Ecopetrol no solamente es el mayor productor, sino también el mayor consumidor y está trabajando en optimizar el uso de energía para que sustituya ese gas y lo pueda colocar en otros sectores deficitarios, que son fundamentalmente los hogares.
CAMBIO: Algunas voces del sector han puesto sobre la mesa otra alternativa: utilizar fracking para aprovechar algunos yacimientos en área continental. ¿Han contemplado esa posibilidad desde el Gobierno?
O.V.: Esa es una discusión al interior del Congreso, y el Congreso, en su saber y entender, tomará la decisión.
CAMBIO: La ANH presentará su informe de recursos y reservas de 2024 en los próximos días, ¿Qué espera del informe?
O.V.: Que empecemos a tener ya un punto de inflexión y la pendiente de caída no siga con la misma inclinación que ha venido en los últimos 10 u 12 años. Eso será el resultado de que hagamos más eficiente lo que tenemos.
No hace sentido que sigamos discutiendo que la causa de esto es porque ahora no firmamos contratos, como si la caída en las reservas fuera algo de hoy por no firmarlos. El ciclo normal de un contrato es que, una vez que se firme, pueden pasar seis o siete años antes de descubrir algo. La caída de las reservas no se debe a no haber firmado nuevos contratos. Eso es no entender cuáles son los tiempos de todo el proceso exploratorio y productivo en Colombia.
