
Aluna: el innovador proyecto que mezcla la Inteligencia Artificial y los saberes ancestrales de la Sierra Nevada de Santa Marta
Diseño de uno de los edificios del proyecto Aluna IA. En la fachada, la imagen de Danilo Villafañe, el desaparecido líder indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta
Crédito: Cortesía Universidad del Magdalena
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La iniciativa liderada por la Universidad del Magdalena incluye la construcción de modernos edificios y la formación tecnológica en todos los niveles, desde el colegio hasta doctorados.
Por: Rainiero Patiño M.

Aluna estaba antes que todo. Antes que el pensamiento y la creación. Eso relata el mito del origen de los koguis, uno de los cuatro pueblos originarios de la Sierra Nevada de Santa Marta. Es hoy también el nombre de la iniciativa pionera que busca integrar la Inteligencia Artificial (IA) y el saber ancestral. Aluna IA es un proyecto liderado por la Universidad del Magdalena para aterrizar en este departamento de la región Caribe la idea del Gobierno nacional de dar un salto en el sector de la inteligencia artificial y el procesamiento de datos, que incluye crear tres grandes datacenter en el país.
La idea es construir una comunidad que pase de ser consumidora pasiva de la IA a usar el saber y el conocimiento del territorio como raíz principal de un nuevo entorno digital. Reconocer Aluna como un metaverso originario, la esencia de todo, para integrarlo con la creación virtual y el procesamiento de datos y dar paso a Aluna IA.
El proyecto, aprobado por el consejo superior del centro de estudios, fue presentado al viceministro de Educación Superior, Ricardo Moreno Patiño, dentro del plan de acción de la estrategia de articulación y construcción de capacidades en Inteligencia Artificial para el Datacenter 500 Años, como parte de la celebración de los cinco siglos de fundación de la ciudad de Santa Marta, que se cumplen el próximo 29 de julio.
La iniciativa es un puente entre la IA y los saberes ancestrales, fomentando el desarrollo rural integrado y promoviendo una visión inclusiva de la tecnología que valore y respete el conocimiento de las comunidades originarias. Que el conocimiento se esparza, como las aguas que bajan de la montaña y riegan la tierra.
El objetivo es beneficiar a más de 4.200 estudiantes a partir del segundo semestre de 2025. Incluye una oferta académica con 11 programas técnicos profesionales, ocho tecnologías y 15 programas universitarios.

En cuanto a desarrollo de infraestructura, el proyecto proyecta construir el Centro Aluna IA, un edificio de cinco pisos con espacios especializados y dos bloques interconectados para el trabajo con IA. Este ya se encuentra formulado por la universidad en su fase 3, con documentos técnicos de diseño de detalle, planos y diseños aprobados. Está a la espera de la asignación de los recursos por parte del Gobierno nacional.
Inicialmente la formación se dará en 40 estructuras modulares que serán instaladas en el centro de estudios, con capacidad para 800 estudiantes, las cuales deben estar listas en unos cinco meses.
La interculturalidad y sostenibilidad son dos de los pilares de Aluna IA. Es decir, una puerta al diálogo entre culturas en igualdad de condiciones, y no una imponiéndose sobre las otras, como sucedió en la Conquista y la Colonia, sino bajo la premisa de la coexistencia. Así como los koguis, los arhuacos, los kankuamos y los wiwas comparten la Sierra.
Más que edificios
El Gobierno nacional anunció a finales del año pasado la construcción de tres datacenter con el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos. Para esto fue expedido el Conpes 4144 de inteligencia artificial.
Uno de los datacenter será instalado en el Eje Cafetero, en el departamento de Caldas. Otro en Zipaquirá, Cundinamarca. Y el tercero, en Santa Marta. Para construir el proyecto, la alcaldía de la ciudad busca diseñar toda la infraestructura y solucionar necesidades como la conexión directa de fibra óptica, que hoy no tiene.
Por eso, Vera le dijo a CAMBIO que con la creación de todo un universo académico y de formación del talento humano, la universidad quiere que la construcción de un gran datacenter en el departamento sea más que una inversión y un sitio físico donde se instalan grandes procesadores de información.
“No puede ser que ni siquiera maquilemos información, porque no tenemos ni técnicos en documentación de datos. Queremos ser un espacio de procesamiento y generación de contenidos digitales para la nube, para una nube pública y soberana que es cierto que el país necesita”, explicó el rector.
Para concretar esta idea, Aluna IA pretende integrar a todos los territorios costeros del país, desde el Pacífico hasta San Andrés. Y que ese capital humano se forme en la misma región.
El programa Luna Kids es uno de los componentes de ese objetivo y busca enseñar a los más pequeños fundamentos de robótica y así disponer de asistentes virtuales para enseñar a los niños en las zonas rurales, de forma bilingüe, como lo hacen los docentes de tutor indígena: en español y en lengua indígena. Pero también, y por qué no, en inglés y en otros idiomas.

Luego sigue otro nivel, llamado IA en tu Colegio, para que estudiantes de grado 10 y 11 salgan graduados como técnico laboral ya sea en eficiencia energética, en sistemas fotovoltaicos, en robótica, en depuración de información, en ciberseguridad y en mantenimiento de redes. Así, el estudiante puede continuar con una tecnología en ciberseguridad, en agricultura inteligente o en salud digital, por ejemplo.
Ideas como crear un gran repositorio de los sonidos naturales de la Sierra Nevada y de la Ciénaga Grande; o un archivo de los sonidos digitalizados de los acordeones de los grandes juglares del vallenato, como Alejo Durán; o un traductor virtual de las lenguas indígenas de la región; o crear diseños biomiméticos, como un atún robótico que monitoree esta zona del océano y sirva para desarrollar investigaciones; o crear programas que midan el impacto de carbono de cada uno de los turistas que visita el Magdalena, entre otros, son sueños que -dice Vera- se podrían materializar.
Crear y creer en el territorio
La idea es más que necesaria, porque hoy el centro del país concentra más del 90 por ciento de la oferta de creación y desarrollo de IA y manejo de datos. Y ninguno de esos programas tienen conexión con los saberes ancestrales.
De allí que la propuesta incluya una estrategia de formación en todos los niveles escolares y universitarios. Y luego un componente de emprendimiento orientado a crear cooperativas digitales para prestar servicios especializados al data center y no que tengan que venir especialistas de otra parte. Todo con el fin de aprovechar el conocimiento y el patrimonio vivo de la Sierra Nevada.
Para ejecutar ese eje de formación, la Universidad del Magdalena diseñó el programa IA en tu Colegio, una estrategia derivada de la iniciativa del Gobierno nacional ‘Educación Superior en tu Colegio’. Este programa piloto comenzará en la IED Técnico Industrial, con un enfoque en Inteligencia Artificial aplicada a energías renovables, y en la IED Liceo del Norte, centrado en IA para robótica y domótica. La iniciativa incluye formación docente, laboratorios equipados con computación en la nube y una red de mentores que conectará a expertos en tecnología con sabedores ancestrales.

Y como un gran paso para el proyecto, la universidad también presentó solicitud ante el Ministerio de Educación de registro calificado para empezar a ofertar los programas profesionales de Ingeniería en Ciencia de Datos e Ingeniería Energética, y una especialización en Machine Learning. Se espera que las primeras cohortes se abran para el segundo semestre de 2025, con lo que se convertiría en la primera universidad pública con esta oferta en Colombia.
Para construir los edificios, la universidad donará un lote de 4.032 metros cuadrados y asumirá los costos operativos del primer año, mientras que el Ministerio de Educación se comprometió a financiar la construcción e impulsar la aprobación de los nuevos programas de formación.
Así pues, todo parece estar alineado para la creación de este innovador programa, tal como sucedió en el mito del origen, según el cual los padres del mundo, los mayores, hicieron de madera, de paja y de bejuco una cansamaría grande: una casa llamada también Aluna, antes de que amaneciera.
