
En Colombia hay un proyecto de ley para garantizar que la mutilación genital femenina sea reconocida como una grave violación de los derechos humanos.
Crédito: Comunicaciones Equality Now.
Mutilación genital femenina, una vulneración en aumento que el mundo sigue ignorando: ¿qué pasa en Colombia?
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Solo 58 de los 94 países en los que se lleva a cabo la Mutilación Genital Femenina (MGF) tienen leyes que la prohíben explícitamente. En Colombia se reportaron 54 casos el año pasado, la mayoría de ellos en Risaralda.
Por: Paula Ricaurte

La mutilación genital femenina (MGF) sigue afectando a millones de mujeres y niñas en el mundo, incluso más que hace cinco años. Así lo establece un informe difundido por la organización Equality Now, el cual recoge evidencias de que la MGF sigue practicándose en todos los continentes.
El informe, titulado 'Es momento ahora: poner fin a la mutilación genital femenina, una necesidad urgente de una respuesta global- Actualización de cinco años', establece que la MGF aumentó 15 por ciento con respecto a las últimas estadísticas disponibles, pues ahora la práctica afecta al menos a 230 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, mientras que hace aproximadamente cinco años afectaba a 200 millones.
“Esto se debe al aumento de la población en las comunidades que practican la MGF y a la incorporación de datos procedentes de países que no estaban incluidos en las estimaciones previas”, señala la organización.
Una práctica que sigue presente en al menos 94 países

Según los datos recopilados por Equality Now, la práctica de la MGF se da de forma generalizada en numerosos países de África, Asia, Oriente Medio, América Latina, Europa y Norteamérica. Además, durante los últimos cinco años se han publicado nuevos informes y evidencias que constatan su prevalencia en países como Arabia Saudita, Malasia, Sri Lanka, los Emiratos Árabes Unidos, Filipinas y Colombia.
De los 94 países en los que es recurrente la MGF, solo 31 disponen de datos representativos a escala nacional sobre esta práctica. En los 63 restantes, las cifras se extraen a través de estimaciones indirectas como estudios a pequeña escala, pruebas incidentales o informes elaborados por los medios de comunicación.
Según Equality Now, estas cifras son alarmantes y requieren de una respuesta mundial si lo que se pretende es lograr la erradicación de esta práctica a nivel mundial antes de 2030. Una buena forma de empezar es midiendo la prevalencia de la MGF en cada país. Sin embargo, hay algunos obstáculos que enfrentan las mujeres sobrevivientes, activistas y organizaciones de base al hacerlo.
El panorama de la mutilación genital en Colombia
En Colombia, la mutilación genital femenina sigue siendo una práctica oculta, poco documentada y en gran medida ignorada. Actualmente, Colombia carece de un marco jurídico específico para combatir esta práctica.
Uno de los mayores desafíos para erradicar la mutilación genital femenina en Colombia es la ausencia de datos completos y confiables por parte de las autoridades estatales sobre la magnitud y la naturaleza del problema.
Sobrevivientes, mujeres líderes embera, organizaciones locales están impulsando un proyecto de ley en la Cámara de Representantes para garantizar que la mutilación genital femenina sea reconocida como una grave violación de los derechos humanos y que se tomen medidas enérgicas para eliminarla.
Esta iniciativa se desarrolló en estrecha colaboración con las mujeres indígenas embera, el Ministerio del Interior, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) Colombia y la representante Carolina Giraldo y su equipo.
Inacción y falta de inversión para erradicar la MGF
Uno de los problemas más comunes para la erradicación de la MGF es la falta de voluntad política y de conciencia mundial frente a esta, lo cual repercute en la existencia de medidas de protección para las mujeres y niñas que están en riesgo. Esto es lamentable, pues la importancia de estas medidas recae en que son el primer paso para la puesta en marcha de intervenciones nacionales dirigidas a erradicar la práctica.
Según el informe de Equality Now, de los 94 países que disponen datos referentes a la MGF, únicamente 58 han incluido medidas concretas frente a esta práctica en su marco jurídico nacional.
Desde 2020, se han producido algunos avances en países como Sudán, Indonesia, Finlandia, Polonia y Estados Unidos, los cuales han aprobado nuevas leyes federales contra la MGF. Otros han reforzado la legislación de la que ya disponían (Francia), han promulgado leyes a nivel estatal o han instaurado un marco jurídico a escala nacional (Unión Europea).
Las leyes que combaten la MGF suelen ser más comunes en África y en países en los que se tiene conocimiento de que las comunidades de la diáspora realizan esta práctica, entre los que se cuentan los Estados de Europa y Norteamérica. De acuerdo con el informe, Asia y Oriente Medio se han quedado atrás en lo referente a la promulgación de prohibiciones legales para esta práctica.
“Indonesia se convirtió en el primer país asiático en aprobar una ley contra la MGF mediante un Reglamento Gubernamental que prohíbe la ablación a niñas recién nacidas, bebés y niñas en edad preescolar, lo que, en principio, implica que solo cubre a niñas de menos de 5 años”, señala el informe.
La necesidad de una respuesta global, pero adaptada a cada contexto
Según Equality Now, el carácter transnacional de la MGF requiere de una respuesta a escala global, pero también de una estrategia adaptada a cada contexto concreto, es decir, a las formas en que se practica en diferentes países, regiones o comunidades.
“Será necesario disponer de más y mejores datos sobre la existencia y la prevalencia de la MGF, aumentar la inversión en las medidas, aplicar con eficacia leyes que prohíban esta práctica y desarrollar políticas y servicios integrales y específicos para las sobrevivientes en todos los países en los que hay constancia de que se practica la MGF”, indica la organización en su informe.
Equality Now recalca además que, para lograr la erradicación de esta práctica en 2030, es necesario que los activistas y países sigan siguiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto implica principalmente llevar todos los compromisos políticos a la práctica, acelerar las acciones, divulgar datos fiables y aportar la financiación necesaria para poner en marcha leyes.
Por último, la organización ofrece una serie de recomendaciones a los gobiernos, la comunidad internacional y los donantes.
- Afianzar el compromiso político mundial y otorgar prioridad a la lucha contra la MGF.
- Ampliar las evidencias disponibles mediante investigaciones independientes.
- Incrementar los recursos para lograr el Objetivo De Desarrollo (ODS 5.3)
- Promulgar y hacer cumplir leyes y políticas nacionales integrales.
- Mejorar el bienestar ofreciendo apoyo y servicios a las sobrevivientes.
