¿Tiene sentido decretar una emergencia para detener las violencias basadas en género?
9 Marzo 2023

¿Tiene sentido decretar una emergencia para detener las violencias basadas en género?

Crédito: Yamith Mariño Díaz

La propuesta, hecha por la senadora Maria José Pizarro, tiene muchas detractoras y también simpatizantes. Quienes la atacan consideran que son medidas insuficientes. Quienes la apoyan señalan que, ante la oleada de violencia, es urgente actuar pronto.

Por: Maria F. Fitzgerald

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El 4 de marzo, la senadora Maria José Pizarro publicó un trino en el que aseguraba que solicitaría que el Plan Nacional de Desarrollo, del Gobierno de Gustavo Petro, incluyera la posibilidad de facultar al presidente para decretar una emergencia por violencia basada en género.

La senadora señaló en su primer trino que por medio de esta facultad se podría dar atención, con las entidades especializadas, a la oleada de violencias basadas en género que ha sacudido al país en los últimos años y que se vio agudizada como efecto de la pandemia. 

Frente a su primer trino, la oleada de críticas en redes no se hizo esperar. Distintas colectivas, además de activistas, aseguraron que dar un manejo a la violencia de género con enfoque de urgencia era un error muy grande, que únicamente recalcaba la ignorancia de Pizarro frente a temas de género. 

En un segundo trino, la senadora amplió su propuesta y dijo que desde hace meses ha solicitado declarar esta emergencia. En entrevista con CAMBIO, Pizarro explicó que, ante la desmedida oleada de violencia, es necesario tomar acciones inmediatas que ayuden a enfrentar, desde las instituciones, los ataques más inmediatos que ponen a las mujeres en riesgo y, a la vez, atender las violencias estructurales con políticas a más largo plazo. 

 

¿De qué se trata la propuesta de Pizarro? 

La solicitud de urgencia surgió durante el Encuentro Nacional Feminista, que se celebró en Piedecuesta, Santander, en octubre del año pasado. Y surgió como una posibilidad de respuesta a las crecientes cifras de violencias basadas en género en Colombia, que tuvieron un punto álgido durante la pandemia. 

De acuerdo con Medicina Legal, durante 2019 se registraron 274 feminicidios. El Observatorio de Feminicidios de Colombia registró 571. Para 2020, Medicina Legal reportó 243 feminicidios, mientras que el observatorio reportó 630. Durante 2021, la cifra de Medicina Legal descendió a 106, mientras que las del Observatorio llegó a 622. Finalmente, durante 2022, Medicina Legal registró 614 feminicidios, y el Observatorio, 619. 

La Procuraduría también emitió una alerta en vista de que, según su propio diagnóstico, cada ocho horas una mujer fue víctima de feminicidio en el país durante 2022. A este llamado se unió la Defensoría del Pueblo, que, además, advirtió que los homicidios de niños, niñas y adolescentes había sufrido un recrudecimiento como consecuencia de la pandemia. Todo esto lo terminó de reforzar ONU Mujeres, que, en un comunicado, advirtieron que Colombia había retrocedido al menos una década en derechos ganados por las mujeres, dados los grados de violencia basadas en género que se han vivido desde la pandemia. 

Por ello, en el Encuentro Nacional Feminista, distintas colectivas que han acompañado al Gobierno nacional en la formulación de políticas de género señalaron que era urgente atender las violencias que estaban cobrando las vidas de las mujeres colombianas. 

Sin embargo, hasta la fecha, la emergencia no se ha decretado, pues aún no hay una figura política, o jurídica, que permita que el presidente pueda adquirir estas facultades. No ostante, Pizarro explicó a CAMBIO que ahora propondrá que se incluya un artículo al respecto dentro del Plan Nacional de Desarrollo. 

Así, en caso de que se apruebe, el presidente Petro podría decretar esta figura y conseguir que se inviertan recursos para dar atención inmediata a las mujeres que puedan estar expuestas a violencia intrafamiliar, violencia en sus lugares de trabajo, o que sean víctimas potenciales de feminicidio. La atención incluiría darles refugio en hogares de paso a ellas y a quienes tengan a su cargo, brindar atención médica, dar ayudas económicas y ofrecer acompañamiento psicológico. 

 

¿Podría servir un decreto de emergencia?

La propuesta tiene tanto simpatizantes como detractoras. Por un lado, están quienes insisten en que esta medida haría muy poco por atender los orígenes verdaderos de las violencias basadas en género. Así opina, por ejemplo, la Organización Artemisas. La subdirectora de la organización, Lorena Aristizabal, señala que las propuestas de Pizarro no están comprendiendo las bases de lo que realmente lleva a que existan feminicidios y que, si no se ajustan los estándares con claridad, puede que al final esta medida haga muy poco por resolver las bases de la violencia de género. 

A su voz se suma la de Juliana Hernández, directora de la misma organización. Para ella, es importante que Pizarro profundice y explique mejor la propuesta para que así se puedan comprender las dimensiones reales de lo que plantea. Aunque, ella matiza, es importante que las críticas dirigidas a la senadora permitan alimentar el beneficio colectivo de las mujeres, y no simplemente que lleven a desprestigiar su labor. 

Olga Amparo Sánchez, directora de la Casa de la Mujer, considera que la emergencia sería, en realidad, una medida más que pertinente para atender la oleada de violencia: “Se requiere de respuestas inmediatas a una realidad que todos los días está arrebatando la vida de más mujeres. Por ello, facultar al presidente, además de reforzar a las instituciones que deben atender este tipo de delitos, sería contundente para poder dar medidas pertinentes”. 

Marina Gallego, coordinadora Nacional de la Ruta Pacífica de las Mujeres, asegura que esto podría convertirse en un precedente para dar, finalmente, una atención pertinente y coordinada, desde las instituciones, a las violencias basadas en género: “Hace rato estamos pidiendo que se declare esta emergencia. Por supuesto que no resuelve las violencias estructurales, pero es importante que se atienda esta situación ya que se convirtió casi que en paisaje que se asesinen mujeres”.

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