La incertidumbre se apodera de una Venezuela en la que ambos bandos se declaran vencedores de la elección presidencial

La incertidumbre se apoderó este lunes 29 de julio de una Venezuela en la que ambos bandos se declararon vencedores de la elección presidencial.

Pasada la una de la mañana, y luego de que el oficialista Centro Nacional Electoral (CNE) declarara como ganador al presidente Nicolás Maduro con 51,20% de los votos, contra 44,2% del candidato Edmundo González, la lideresa opositora María Corina Machado aseguró disponer de otros resultados.

"Hoy queremos decirle a todos los venezolanos y al mundo entero que Venezuela tiene un nuevo presidente electo y es Edmundo González Urrutia", dijo en rueda de prensa. "Hasta el final es hasta el final, y el final será que prevalezca la verdad y el respeto a la soberanía popular que hoy se expresó".

Según Machado, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática obtuvo 70% de los votos, contra 30% del dirigente del Gran Polo Patriótico, en la fecha que coincide con el natalicio del fundador de la revolución bolivariana, Hugo Chávez.

Menos de una hora antes, el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, había afirmado que el boletín preliminar marcaba "una tendencia contundente e irreversible" a favor del presidente saliente, al tiempo que pidió "una investigación sobre las acciones terroristas perpetradas contra nuestro sistema electoral".

El anuncio del CNE provocó una inmediata rechifla en el centro de Caracas, con numerosos vecinos gritando "fraude", o "tramposo", en medio de un cacerolazo que responde a la incertidumbre que dejaron hasta tarde las encuestas a boca de urna, en las que cada bando ya se declaraba como vencedor.

Además de contingentes de colectivos de civiles armados y motorizados, numerosos efectivos policiales y militares fueron desplegados en la capital, al terminar una jornada en la que actos de violencia vinieron a empañar una campaña que en su mayoría había transcurrido en calma.

Celebración en Miraflores

En el palacio rosado de Miraflores, fuertemente custodiado, los fieles del presidente no esperaron el resultado oficial para celebrar. Desde antes de la victoria se reunieron, vestidos de rojo, para celebrar la reelección de Maduro, elegido en 2013 —tras la muerte de Chávez— y en 2018, ante la ausencia de la oposición.

 "Tengo fe en que vamos a ganar, porque yo creo en mi gallo pinto, porque tiene unos huevotes", había dicho más temprano Aliana Ortega, habitante de un edificio de viviendas construido por el gobierno bolivariano para reubicar a los damnificados de la vaguada que se llevó una parte de los cerros de Caracas en 1999.

 A pesar de la crisis económica que destrozó más del 70% del PIB de Venezuela en 10 años, y de la deficiencia de servicios que aún impera en buena parte del país, Maduro defendió el repunte de la economía —estimado en 4% este año— y que expertos atribuyen a la liberalización de la economía emprendida desde 2021, para remontar la desventaja que le predecían las encuestas independientes, y aplacar a los chavistas recalcitrantes, de entre las diferentes facciones que existen, sobre la viabilidad de su proyecto.

Una oposición combativa

Previo al anuncio de Machado, la tristeza se apoderó de los centros de votación del centro de Caracas, en los que ciudadanos se plantaron hasta tarde, pese a las amenazas de colectivos armados. "Es el fraude esperado", lamentó Alondra Vanegas, enfermera, preocupada por la "incertidumbre" por venir.

Pero al anuncio de la lideresa opositora siguió un silencio sepulcral: el reflejo de un país a la expectativa de lo que seguirá. La última vez que Venezuela tuvo dos presidentes fue en 2019, tras la proclamación del opositor Juan Guaidó, que nunca logró tomar el control del Estado, cuyo aparato domina el chavismo con el respaldo de las fuerzas armadas.

Y a las marchas de descontento de 2014 y 2017 siguieron duras represiones.

Machado pidió a las familias que apoyaron a González mantenerse en pie de lucha, aunque evitando cualquier tipo de confrontación, y solicitó a las fuerzas armadas respetar el resultado de las elecciones.

Más de 7,7 millones de personas han huido de la profunda crisis en la que se encuentra hundido el país, según la ACNUR. Algunas de las cuales volvieron para la votación.

Es el caso de Sarahy Huérfano, publicista y esteticista, para quien esta elección es "la última esperanza". "¡Ya basta hay que hacer un cambio suficiente!", declaró. 

Violencia electoral

Vestido de verde militar, el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, declaró en televisión que "hemos visto con satisfacción que fue una jornada de paz, podemos decir que el pueblo se ha levantado para rechazar y exigir el cese de las sanciones" estadounidenses que pesan sobre la economía. A pesar de que diversos incidentes vinieron a enturbiar la jornada electoral.

En el centro de votación Andrés Bello, el mayor del país, situado en el corazón de Caracas, colectivos motorizados golpearon a jóvenes que pedían auditar el sufragio, frente a los policías que custodiaban el lugar y los adultos mayores que eran mayoría en los alrededores.

En las redes sociales se pudieron ver diversos incidentes en diferentes regiones del país, en las que al parecer murió un hombre en enfrentamiento con los colectivos.

Varios observadores ciudadanos reportaron incidencias, como Mabel Hernández, quien aseguró haber visto "durante todo el día la reiterada violación a la ley electoral por parte del mismo Estado, del mismo ente rector que es el CNE”. "Por ejemplo, a mí no se me permitió el ingreso a la constitución de la mesa (...) Dicen que tampoco dejan ingresar los testigos de la oposición. Tampoco de hecho en la instalación en toda Venezuela ese fue el común denominador (...) Ellos accedieron a los centros (de madrugada). De hecho, los milicianos durmieron desde el día anterior en los centros de votación".

Ahora, quizá más que nunca, Venezuela se encuentra herida y dividida.

Varios observadores ciudadanos reportaron incidencias, como Mabel Hernández, quien aseguró haber visto "durante todo el día la reiterada violación a la ley electoral por parte del mismo Estado, del mismo ente rector que es el CNE”. "Por ejemplo, a mí no se me permitió el ingreso a la constitución de la mesa (...) Dicen que tampoco dejan ingresar los testigos de la oposición. Tampoco de hecho en la instalación en toda Venezuela ese fue el común denominador (...) Ellos accedieron a los centros (de madrugada). De hecho, los milicianos durmieron desde el día anterior en los centros de votación".

Más que nunca, Venezuela se encuentra herida y dividida.