¿Cómo funciona y cuánto tiempo puede tomar el cónclave, el proceso para elegir un nuevo papa?

Ahora que la Iglesia católica anunció el fallecimiento del papa Francisco a sus 88 años de edad, el Vaticano inicia todo un protocolo fúnebre y empiezan los preparativos para el cónclave en el que se elegirá el nuevo jerarca de la Iglesia católica. En CAMBIO le contamos detalles de este proceso.

Los cardenales ingresan a la Capilla Sixtina en absoluto silencio mientras avanzan con solemnidad. Cada uno camina hasta el puesto asignado y se ubica en el asiento correspondiente tras identificar la tarjeta que lleva su nombre. Con la frase en latín "extra omnes", que en español significa "¡fuera todos!", el maestro de ceremonias litúrgicas pontificias ordena la salida de todos los presentes, salvo los cardenales que participarán en la votación. 

Una vez se confirma la presencia de los cardenales con derecho a participar en la elección, el maestro de ceremonias camina con las manos entrelazadas hasta la entrada de la Capilla Sixtina y, luego, cierra las dos grandes puertas de madera que dan acceso al patrimonio de la Humanidad de la Unesco en el que se definirá el futuro pontífice. 

Desde el momento en el que el maestro de ceremonias ajusta los seguros de la puerta en el interior de la Capilla Sixtina, los cardenales permanecen aislados del mundo exterior hasta que el humo blanco que se eleva por la chimenea del Vaticano indique que un nuevo papa ha sido elegido. 

Cada uno de los cardenales presentes en la votación tienen la responsabilidad de elegir al hombre que asumirá el liderazgo de la Iglesia que cuenta con más de 1.300 millones de seguidores alrededor del mundo. Por eso, cada etapa del cónclave se realiza de forma pausada y meticulosa para asegurar el adecuado proceso de reflexión de los electores. 

¿Cómo funciona el cónclave?

La muerte o renuncia del papa marca el inicio de un periodo conocido como sede vacante. El inicio del proceso es anunciado por el camarlengo de la Iglesia católica – actualmente es el cardenal Kevin Farrell– quien también asumirá las funciones administrativas de la Iglesia católica para garantizar su funcionamiento hasta que se elija a un nuevo pontífice. 

En la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, publicada por el papa Juan Pablo II en febrero de 1996, se definieron los detalles que se deben tener en cuenta para el desarrollo del cónclave y otros elementos del proceso que se lleva a cabo cuando el puesto del máximo jerarca de la Iglesia católica queda vacante.

Uno de los elementos más importantes de la elección corresponde al límite de edad para participar en el proceso. De acuerdo con lo establecido por el Vaticano, solo los cardenales menores de 80 años pueden participar en el proceso de designación de un nuevo pontífice como una medida orientada a garantizar sus capacidades físicas y mentales para el desarrollo de la elección. 

En la Santa Sede hay actualmente 252 cardenales, pero solo 138 son menores de 80 años. Por eso, en una eventual elección de papa, 114 purpurados presentes en la Capilla Sixtina no podrían ejercer su voto y tendrán que observar en silencio el proceso en el que tampoco podrán ser considerados por sus compañeros como candidatos para el más alto cargo. 

Para ser elegido papa, el candidato debe ser un hombre católico y bautizado. El derecho canónico no establece que deba ser estrictamente un cardenal, pero en los últimos siglos se ha mantenido la tradición de elegir a un purpurado debido a su experiencia, compromiso y conocimientos profundos sobre la Iglesia.

Con el objetivo de fomentar consensos amplios entre los cardenales, el Vaticano estableció que solo será nombrado como papa el cardenal que alcance una mayoría de dos tercios. En caso de que se llevara a cabo un cónclave durante 2025, el cardenal elegido tendrá que obtener al menos 92 votos para asumir como el papa número 267 en la historia de la Iglesia católica. 

¿Cuánto tiempo puede tomar el desarrollo del cónclave para elegir al nuevo papa?

El cónclave comienza entre 15 y 20 días después de la salida del último pontífice. El Vaticano definió que cada día se realizarán máximo cuatro rondas de votación para elegir al próximo papa. En cada ronda, los cardenales escriben el nombre de su candidato en una papeleta y deberá realizarse una nueva votación si ninguno recibe los dos tercios requeridos. 

Durante el desarrollo del cónclave, los cardenales de todo el mundo deben hospedarse en la Casa Santa Marta para garantizar su aislamiento y la confidencialidad del proceso. La elección no tiene ningún tiempo máximo establecido de forma oficial, por lo que pueden pasar, incluso, meses hasta que los tres cardenales designados como registradores den a conocer quién será el nuevo papa. 

El cónclave finaliza oficialmente cuando el humo blanco sale por la chimenea del Vaticano y un cardenal designado por sus compañeros se presenta en el balcón de la Basílica de San Pedro para decir la frase en latín “habemus papam”, “tenemos papa” en español. Es en ese momento en el que el nuevo papa elige su nombre y cambia su traje que lo distingue como cardenal por la vestimenta papal. 

El noviembre de 1268 comenzó el cónclave más largo de la historia, que se desarrolló durante dos años y diez meses. La falta de acuerdo entre los cardenales, los conflictos políticos y las presiones externas fueron las razones principales de la extensa sede vacante que finalizó con la elección del italiano Teobaldo Visconti, quien eligió el nombre de Gregorio X. 

Sin embargo, en los últimos años los cónclaves se han desarrollado en un tiempo menor debido al consenso entre los cardenales: Benedicto XVI fue elegido a la cuarta votación, mientras que Francisco fue designado tras cinco rondas de elección.