Elecciones en Venezuela: el panorama para los migrantes que huyeron del régimen de Maduro

Las cifras de venezolanos que han tenido que salir de su país son alarmantes. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hasta abril de 2024 se registraron 7,7 millones de migrantes y refugiados venezolanos en el mundo. De esa cifra, 6,6 millones viven en América Latina y el Caribe. 

Como señala Nastassja Rojas, consultora y docente de Derechos Humanos, el problema no es que la gente salga de sus países de origen y, mucho menos, la población migrante; “el problema está en que la gente tiene que verse forzada a salir de su país sin las condiciones y que en los países de acogida sufren violencias adicionales”. 

Las condiciones socioeconómicas de Venezuela han sido ampliamente documentadas desde hace más de una década, y son justamente esas situaciones las que han generado el fenómeno migratorio que hoy se vive. 

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Un estudio académico de la Revista del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones, analiza las causas de la migración venezolana y refleja que las motivaciones se centran en “una crisis nacional bajo un contexto de deterioro institucional, recesión económica y descomposición social, situación que ha ido empeorando durante los últimos 17 años”.

Eso es, en palabras más simples, que en Venezuela hay un deterioro de las condiciones de vida. Y, según la investigación, hay una urgente “necesidad de cambio profundo a nivel político, económico y social”. 

La situación política, los efectos sociales y la migración 

De acuerdo con Martha Lucía Márquez, profesora asociada de la facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, en Venezuela hay un autoritarismo. Se trata de “un régimen que llegó al poder a través de las elecciones —es decir, a través de un mecanismo democrático— y lo que hace es socavar la democracia por dentro”. 

Así, esa estructura política tiene “altos niveles de represión, persigue a la oposición política, es ineficiente, corrupta y llevó al país a una crisis multidimensional, en donde hay problemas en los sistemas de educación, salud y hay una pérdida del control territorial. Hoy se habla de que Venezuela es un Estado híbrido: en el que convive el poder del Estado y el de varios grupos criminales”, como señala Márquez.  

Es esa crisis multidimensional la que, según los expertos, ha llevado a casi ocho millones de personas a dejar Venezuela y una de la posibles soluciones que se plantea desde varios frentes es el cambio de gobierno que podría llegar luego de las elecciones presidenciales el 28 de julio.

La incertidumbre del proceso electoral

Para Manuel Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, la situación política es de completa incertidumbre tanto para los sectores gobiernistas como para la oposición. ¿Por qué?

“En el pasado, el Gobierno cambiaba las reglas de juego para la oposición —lo que sigue pasando—. Sin embargo, ahora la irrupción de María Carolina Machado y la movilización que se ha visto a lo largo del país hacen temer que el Gobierno pueda perder la presidencia (ya había perdido la Asamblea en 2015). Saben que es una elección en donde está en juego muchas cosas”, dice González. 

Los expertos señalan que hay ciertas dudas frente a un posible triunfo de la oposición, pero en caso de que ocurra; si Nicolás Maduro llega a perder las elecciones, se debería empezar un proceso de negociación, en el que el régimen se comprometa a dejar el poder bajo ciertas condiciones.  

“Hay que tener en mente que entre las elecciones y el 10 de enero, que es cuando se posesiona el nuevo presidente, hay cerca de seis meses. Esa negociación es necesaria porque hay que definir que va a apsar con Maduro y sus cercanos. No van a dejar el poder si no se les garantiza cierta seguridad. También habrá que negociar lo que ocurre con las fuerzas armadas, que están envueltas en posibles violaciones a los derechos humanos”, explicó Martha Lucía Márquez.  

¿Cómo inciden las elecciones sobre los migrantes venezolanos en el mundo?

Así las cosas, el panorama para el próximo 28 de julio no es claro y esto incide directamente en los migrantes venezolanos que, en la mayoría de casos, tuvieron que dejar su país por las condiciones políticas, sociales y económicas de los últimos diez años.

Nastassja Rojas describe que los resultados de las elecciones presidenciales no van a detener el fenómeno migratorio. De hecho, afirma que en los próximos meses es posible que se presente un aumento en las salidas. 

Para Donna Catalina Cabrera Serrano, antropóloga especializada en migraciones internacionales, “la mayoría de los venezolanos en el exterior desean que sea la oposición la que gane las elecciones actuales. Esto se evidencia en los diversos movimientos y discusiones que se han generado desde el exterior sobre la necesidad de un cambio político en Venezuela. La expectativa es que un cambio de gobierno permita avanzar en la reconstrucción social, económica y política del país”. 

Sin embargo, “hay que tener en cuenta que un eventual escenario en el que gane la oposición no va a garantizar que las condiciones en Venezuela mejoren”, dice Rojas.  Porque, de nuevo, debe darse ese proceso de transición. 

Con esa premisa también coincide Cabrera, quien agrega que si la oposición llega al poder en Venezuela, algunos ciudadanos podrían regresar al país para evaluar la situación. “Si las oportunidades económicas no mejoran a corto plazo, es probable que algunos continúen en el extranjero o busquen nuevos destinos con mejor calidad de vida. Durante esta transición, es posible que se presenten nuevas salidas de Venezuela, aunque no de manera masiva, sino a mediano plazo, buscando mejores condiciones de vida”, detalla. 

Las dos expertas consideran que también es fundamental que en los países que acogen a los migrantes venezolanos se mejoren las condiciones y los mecanismos de regularización. ¿Por qué? Las organizaciones internaciones han documentado que los migrantes jóvenes suelen tener muchas dificultades en temas de regularización, en la búsqueda de empleo y en la validación de sus cualificaciones profesionales.