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Gisèle Pélicot, la mujer francesa que busca justicia tras años de sufrir violencia sexual
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Gisèle Pélicot fue víctima de abuso sexual durante años. Se cree que los violadores son aproximadamente 72, sin embargo solo han sido capturados 51. Pélicot solicitó un juicio público para que los rostros de los agresores fueran expuestos.
Por: Carolina Calero

Gisèle Pélicot, de 71 años, vivió una dolorosa realidad en su hogar en Mazan, Francia, sin saber lo que ocurría a sus espaldas. Entre 2011 y 2020, su esposo, Dominique Pélicot, la drogó repetidamente, facilitando que cerca de 72 hombres cometieran abusos sexuales en su contra mientras ella permanecía inconsciente. Hasta el momento solo han sido identificados y capturados 51 de ellos.
La verdad salió a la luz en septiembre de 2020, cuando el agresor fue arrestado por grabar bajo las faldas de mujeres en un centro comercial. Al analizar el material fotográfico de su celular, la policía descubrió pruebas de los abusos que había cometido contra su esposa.
La vida de Gisèle Pèlicot, quien estuvo casada con Dominique por más de 50 años, cambió radicalmente el 2 de noviembre de 2020 cuando la policía le mostró las pruebas documentadas de lo que había sucedido. Al principio, tuvo dificultades para reconocerse en los videos, ya que aparecía inconsciente mientras otras personas abusaban de ella.
“Esos hombres pudieron usar mi cuerpo inconsciente, ahora que enfrenten la realidad”, expresó en un testimonio que dio en el estrado.
Camino a la justicia
El caso se encuentra en etapa de juicio en los tribunales, donde 51 hombres están siendo juzgados por delitos de abuso agravado. Dominique Pélicot también enfrenta cargos adicionales por haber organizado y facilitado estos actos. Los acusados alegan no haber tenido conocimiento de que Gisèle estaba bajo los efectos de sustancias que le impedían dar su consentimiento.
En lugar de mantenerse en el anonimato, Gisèle tomó una decisión valiente: hacer un juicio público para que las personas conozcan su historia y las caras de los agresores. Con ello busca alzar la voz para que otras mujeres no tengan que pasar por situaciones similares y para visibilizar el impacto de los delitos sexuales. En sus declaraciones ante el tribunal de Avignon, dejó claro que "violación no es la palabra correcta, es barbarie".
La investigación reveló que Dominique utilizaba un chat llamado “sin su consentimiento”, para contactar a los responsables de los abusos, quienes seguían ciertas instrucciones: debían desvestirse en la cocina, mantenerse en silencio y evitar el uso de perfume o tabaco. Los abusadores esperaban en un lugar cercano hasta que los efectos de la droga que había suministrado Dominique dejaran a Gisèle inconsciente.
El proceso judicial, que involucra a un tribunal compuesto por cinco jueces, será clave para determinar las responsabilidades de los acusados y de Dominique Pélicot, considerado el principal actor en los crímenes. Mientras tanto, Gisèle continúa su lucha, no solo para obtener justicia, sino para que su historia contribuya a prevenir futuros abusos.
