El ser humano habría acelerado la extinción de animales isleños como los elefantes enanos o las ratas gigantes
13 Marzo 2023

El ser humano habría acelerado la extinción de animales isleños como los elefantes enanos o las ratas gigantes

Los restos de un elefante enano, del tamaño de un poni.

Crédito: Foto cortesía Deutsche Welle

La llegada de nuestra especie a islas con especies de animales únicas aumentó notablemente las tasas de extinción. La caza, la destrucción del hábitat y la introducción de enfermedades son las principales causas.

Por: Deutsche Welle

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El ser humano ha sido en parte responsable de la creciente extinción de especies de animales isleños que poseen tamaños inusuales, como un elefante enano de Chipre o una rata gigante de las Antillas, según expone un nuevo estudio publicado el jueves (09.03.2023) por la revista Science.

Los animales antes mencionados son ejemplos del llamado "efecto isla", una regla de la biología evolutiva que describe cómo las especies grandes tienden a reducir su tamaño en las islas, mientras que las pequeñas lo aumentan.

La investigación reciente analiza 1.231 especies existentes y 350 extinguidas de mamíferos insulares enanos y gigantes en los últimos 23 millones de años. Entre los animales, destacan hipopótamos, búfalos y lobos pequeños.

Tasas de extinción en relación con los humanos

Los autores del estudio llegaron a la conclusión de que el riesgo de extinción fue mayor entre las especies que sufrieron más cambios corporales en comparación con sus parientes continentales. Y la llegada del hombre moderno a las islas multiplicó por más de diez las tasas de extinción.

"Por desgracia, la pendiente de la curva de extinción, que comenzó con la llegada de los primeros viajeros humanos y continuó con las posteriores oleadas de colonización, se ha hecho aún más pronunciada en las últimas décadas", afirmó el paleoecólogo y autor principal Roberto Rozzi, de la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg (Alemania).

El efecto isla y las especies

Las islas, que cubren menos del 7 por ciento de la superficie terrestre, albergan hasta el 20 por ciento de las especies terrestres, y favorecen una dinámica evolutiva única.

En las especies grandes existe una presión evolutiva para disminuir su tamaño debido a la limitación de la superficie del hábitat y de los recursos alimentarios en comparación con el continente. En cambio, las especies pequeñas, al disminuir el riesgo de depredadores en las islas, se ven libres de las limitaciones evolutivas, lo que se refleja en su tamaño.

"Debido a la insularidad, en las islas hay todo tipo de animales extraños y maravillosos, muchos de los cuales ya se han extinguido. De las especies aún existentes, las islas albergan una gran proporción de la diversidad de especies terrestres del planeta y cerca del 50 por ciento de ellas están en peligro de extinción. Es increíblemente deprimente", afirmó la paleoecóloga y coautora del estudio Kate Lyons, de la Universidad de Nebraska-Lincoln.

Ilustración artística del extinto elefante enano.

Especies inusuales en peligro

Actualmente, especies como el búfalo enano Tamaraw de la isla filipina de Mindoro -21por ciento  más grande que su pariente continental más cercano-, el ciervo moteado de las islas filipinas de Panay y Negros -26 por ciento  más grande-; y la jutía de Jamaica -4 veces más grande-, están en peligro de extinción.

En la isla indonesia de Flores, calificada como un laboratorio del efecto isla, vivieron un pariente enano del elefante, ratas gigantes y una cigüeña enorme, así como una especie humana enana: el Homo floresiensis, apodado el "Hobbit", de apenas 106 cm de altura. El Hobbit desapareció hace unos 50.000 años, poco después de que nuestra especie, el Homo sapiens, llegara a Flores.

La extinción provocada por el ser humano

Nuestra especie ha desempeñado un papel protagonista mediante la caza, la destrucción del hábitat, la introducción de enfermedades y de otros depredadores invasores, desestabilizando ecosistemas insulares prístinos. Incluso la anterior llegada a las islas de especies humanas extinguidas como el Homo erectus coincidió con una duplicación de las extinciones.

"Siempre tenemos que ser cautos a la hora de afirmar una causalidad real, sobre todo porque suelen ocurrir muchas cosas distintas al mismo tiempo", afirmó el coautor del estudio Jonathan Chase, del Centro Alemán de Investigación Integrativa de la Biodiversidad.

"Pero nuestros resultados muestran con bastante certeza que las tasas de extinción en esas islas aumentaron drásticamente tras la llegada de los humanos modernos, lo que, al menos históricamente, se debió a menudo a la caza excesiva", añadió Chase.

 

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