Qué es el Herbario Nacional de Colombia y por qué importa que el Gobierno vaya a financiarlo

En 1936, el padre Enrique Pérez Arbeláez fundó el Instituto de Ciencias Naturales de Colombia (ICN). Una de sus partes fundamentales es el Herbario Nacional –colección que reúne plantas secas de más de 100 años de historia de Colombia–, que hoy reposa en un edificio construido en la década del setenta, cuando no había normas de sismorresistencia.

Su estructura tambalea y las goteras en el techo han provocado más de una cascada interna, que ha puesto en peligro a miles y miles de animales y plantas pertenecientes a las colecciones biológicas, como aquellas recolectadas por José Celestino Mutis en la Real Expedición Botánica. Estas son como bibliotecas históricas que sirven a estudiantes, académicos y tomadores de decisiones para entender los ecosistemas del país y determinar acciones de restauración después de incendios o inundaciones, entre otros eventos.

Gonzalo Andrade, director del Instituto de Ciencias Naturales de la Nacional duró más de cinco años pidiendo ayuda a los gobiernos para demoler una parte del edificio en riesgo. También buscó por todas partes la plata para construir un nuevo complejo que reemplace los dos edificios en donde, actualmente, hay salones, laboratorios, un museo y más de 630.000 especímenes de colecciones biológicas.

Después de llamados de la comunidad universitaria, de los medios de comunicación y hasta de la Procuraduría, el Gobierno nacional anunció lo que, por años, anheló la comunidad universitaria y científica del país. El Ministerio de Ambiente se comprometió a financiar la primera etapa del proyecto ya diseñado que presentó el ICN, que cuesta 57.592 millones de pesos, según las proyecciones actuales. 

“Esto es hacer Paz con la Naturaleza, porque no es coherente que un país que asume el reto de ser anfitrión de la discusión sobre la biodiversidad más importante del planeta pierda su centro de conocimiento”, señaló la ministra, Susana Muhamad, durante el evento.

Esta plata alcanzará para financiar, por completo, el Herbario Nacional de Colombia, para resguardar y conservar debidamente las colecciones biológicas de plantas del país. Primero, se van a construir 4.280 metros cuadrados de espacios “físicos adecuados y suficientes para la preservación y consulta de los especímenes”. 

(Crédito: render compartido por el ICN)

Después, con este dinero buscarán mejorar las capacidades del ICN en la preservación y manejo del patrimonio natural y, en tercer lugar, vendrá una estrategia para movilizar y publicar los datos de biodiversidad de las colecciones del herbario.

Esto último, porque la información de la riqueza natural de las colecciones biológicas queda publicada en bases de datos internacionales que pueden consultar personas de todo el mundo. En 24 meses debería estar lista la obra.

¿Por qué importa?

El rector de la Nacional, Leopoldo Múnera, dijo que el herbario es prioritario para “el país y el mundo”, puesto que “la historia del herbario es la historia de la flora, de los ecosistemas en Colombia. Guardamos parte fundamental de la naturaleza que se ha desarrollado desde antes de la independencia”.

Gonzalo Andrade, director del ICN, también resaltó que el proyecto contribuye a cumplir la meta número nueve de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que promueve la construcción de infraestructura “resiliente” y el fomento de la innovación.

Colombia es un país en donde hay hambre, pobreza, conflicto y muchas necesidades primarias sin suplir. Sin embargo, Andrade aprovechó, en conversación con CAMBIO, para resaltar por qué no es incompatible con esto invertir en un proyecto como este: “Podemos no más coger el eslogan de la COP16, que es Paz con la Naturaleza. Si nosotros no sabemos qué es lo que tenemos, no podemos saber cómo conservarlo y qué es lo que se nos está perdiendo”, anotó.

Además, señaló que la riqueza de las colecciones biológicas que estarán en el Herbario Nacional servirá también para la seguridad alimentaria de comunidades, la creación de productos nacionales nuevos o la búsqueda de la cura para enfermedades. “Hay una cantidad de utilidades y de usos para la biodiversidad”, señaló el científico a quien se le cortó la voz al recibir la noticia del financiamiento.

¿Y la plata restante?

El ICN tiene casi listo el proyecto completo para hacer un complejo de edificios nuevos, compuesto por tres etapas. El Ministerio de Ambiente financiará la primera. Las dos restantes incluyen la conservación de las colecciones de animales y de arqueología, más la restauración del edificio actual del ICN para el Museo Natural.

Según Andrade, la plata del proyecto saldría del Ministerio de Educación, aunque la ministra de Ambiente, Susana Muhammad, dijo que, para aprovechar la COP16, el Gobierno buscará recursos también de la comunidad internacional.