
El megacontrato vial que entregará la Gobernación de Atlántico y en el que están compitiendo empresas vinculadas a Emilio Tapia y los primos Nule
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CAMBIO conoció que en cuatro consorcios que presentaron oferta para quedarse con el contrato para el mejoramiento de la vía Caracolí- Sexta Entrada, que entregará el gobernador Eduardo Verano de la Rosa y que cuesta 145.000 millones de pesos, aparecen empresas presuntamente vinculadas a los condenados por el carrusel de la contratación en Bogotá. Esta es la historia.
Por: Paola Herrera

“Estamos camellando para ti”. Esa es la frase que promueve, a través de un hashtag, el gobernador de Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, siempre que entrega información sobre el ambicioso programa que lanzó hace unos meses y con el que busca mejorar la conectividad vial en el departamento.
La iniciativa, uno de los programas bandera del gobernador, se llama Más Vías y busca renovar 150 kilómetros de carreteras secundarias en el Área Metropolitana del departamento. Para ello se invertirá la histórica cifra de un billón de pesos y se tendrán que abrir cinco licitaciones.
Justamente, a mediados de agosto de este año se abrió uno de los primeros contratos que ya genera muchas dudas por algunas de las empresas que se presentaron para quedarse con el proceso.
Se trata de la convocatoria para mejorar las vías Caracol, en el tramo La Cordialidad y Sexta Entrada, en el tramo Gran Abastos. El objetivo es rehabilitar 14 kilómetros de carretera por 145.000 millones de pesos. Para varios expertos en contratación, este es un valor muy alto si se tienen en cuenta los trabajos que se realizarán.
Sin embargo, el monto del contrato no es la única inquietud que existe en relación con esta licitación. CAMBIO revisó la conformación de cada una de las empresas que presentaron sus ofertas el miércoles 23 de octubre. Los nombres que aparecen vinculados a esas compañías prenden las alarmas.
Otra vez los protagonistas del carrusel de la contratación
Los nombres de Emilio Tapia y los primos Guido, Miguel y Manuel Nule permanecen en la mente de todos los colombianos por haber sido protagonistas de unos de los escándalos de corrupción más grandes que se han registrado en Colombia y que conoce como el carrusel de la contratación.
Aunque ya han pasado más de diez años, Bogotá sigue pagando las consecuencias del fracaso de varios contratos para recuperar la malla vial. No obstante, los responsables de ese problema hoy ya están libres de cargos y, por eso, algunas de sus empresas han resurgido con la intención de volver a manejar dineros públicos. Varias de las firmas aparentemente manejadas en la sombra por Emilio Tapia y los primos Nule están participando en la licitación de uno de los megacontratos viales de la Gobernación del Atlántico.
Según el gobernador Eduardo Verano, 14 empresas se presentaron para quedarse con el proceso que él mismo calificó como uno de los más importantes del programa Más Vías.
CAMBIO conoció que en cuatro de esos 14 oferentes aparecen compañías que serían de los contratistas condenados por corrupción en el pasado. Eso sí, todos se presentaron en consorcios o uniones temporales distintas, mostrándose como competencia, y utilizando su tradicional modus operandi: el alquiler de empresas de papel para acreditar experiencia, músculo financiero o capacidad técnica.
La empresa de Emilio Tapia
Al revisar la licitación para la vía Caracolí-Sexta Entrada, dentro de la plataforma de contratación pública Secop 2, se puede ver que uno de los consorcios que aparece como oferente se llama SET 2024. Esa estructura plural está conformada por las empresas Coinco de Colombia, Donado Arce y CIA, Cotraing SAS e Ingeniería y Construcciones San Francisco.
Esa última empresa, San Francisco, es la que tendría vínculos con el polémico contratista cordobés Emilio José Tapia Aldana, quien no solo participó en el carrusel de contratación en Bogotá, sino que también fue uno de los implicados en el caso Centros Poblados con el que se perdieron 70.000 millones de pesos que eran para llevar internet a los niños de las escuelas más apartadas del país.
Pese a que Tapia está actualmente en la cárcel El Bosque de Barranquilla, a la espera de que la Fiscalía General de la Nación presente el preacuerdo y un juez de la república lo avale, desde allí ha seguido haciendo negocios y manejando, junto con sus más cercanos colaboradores, varias de las empresas que son de su propiedad, aunque en papeles eso no aparezca.
CAMBIO revisó la composición accionaria de Ingeniería y Construcciones San Francisco y en los expedientes de la compañía se evidencia que fue creada el 15 de diciembre de 2022 a nombre de Juan Camilo Aldana Geney. En ese momento, esa misma persona se registró como representante legal de la empresa y como único accionista.
Juan Camilo Aldana Geney es hijo de Juan Carlos Aldana, primo y socio de Emilio Tapia. Este familiar no es nuevo en el entorno de Tapia. En 2021, la W Radio reveló que fue él quien le ayudó al empresario, conocido como el zar de la contratación, a comprar una de las compañías con las que se ganó el millonario contrato con el Ministerio de las TIC.
Aunque años después Emilio Tapia negó su cercanía con su primo Juan Carlos Aldana, e incluso dijo que se pelearon por lo que pasó con Centros Poblados, fuentes muy cercanas a ambos personajes le contaron a CAMBIO que siguen unidos buscando contratos.
Es más, Aldana sería uno de los visitantes más frecuentes de Tapia en la cárcel de Barranquilla. Volviendo a la situación de la empresa que ahora se quiere quedar con los 145.000 millones que entregará el departamento de Atlántico, los documentos encontrados por este medio revelan un movimiento adicional que llama la atención.
En marzo de 2023, Ingeniería y Construcciones San Francisco cambió de representante legal (ahora es Gustavo Alfonso Silva) y en septiembre de ese mismo año modificó la composición accionaria y entró otra persona que se quedó con el 50 por ciento de la empresa, aunque en el registro de la Cámara de Comercio está oculto el nombre.
Hay más información que relaciona a San Francisco con Emilio Tapia, su primo Juan Carlos y su sobrino Juan Camilo. En los registros de experiencia de la empresa aparecen contratos que se han ganado cuando ponen en los consorcios otras firmas como Odeka, Castor Construcciones e Intec de la Costa.
Las dos primeras empresas son propiedad de Juan Carlos Aldana y la última no solo le pertenece a Tapia, sino que fue una de las cuatro empresas que hizo parte de la Unión Temporal Centros Poblados. El representante legal del consorcio SET 2024 con el que ahora Tapia y sus amigos están participando para quedarse con el contrato vial en Atlántico, es el señor Davinson Jesús Gravini Polo, quien ha sido la cara detrás de varias estructuras plurales que se han ganado diferentes contratos con el Estado.
El contrato que ya le dio la Gobernación a Tapia
El contrato para la vía Caracolí-Sexta Entrada sigue en proceso de adjudicación y se espera que sea entregado el próximo primero de noviembre. Sin embargo, CAMBIO conoció que, en junio de este año, la secretaría general de la Gobernación del Atlántico adjudicó otro proceso, por casi 17.000 millones de pesos, para el mantenimiento, mejoramiento y rehabilitación de la red vial del departamento.
Ese proceso fue otorgado, según la resolución 01003 de 2024, al consorcio Mejoramiento Vial KCG, del que hacen parte las empresas KAP Construcciones SAS, Construcciones Pacific SAS y Gallardo y Asociados.
Uno de los representantes legales de KAP Construcciones es Juan Camilo Aldana Geney, el ya mencionado familiar de Emilio Tapia.
Fuentes: los Nule también estarían detrás
En el caso de los primos Nule, condenados por el carrusel de la contratación y quienes ya pagaron varios años de cárcel por el desvío de esos recursos destinados a la construcción de TransMilenio en Bogotá por la calle 26, también se repetiría la misma conducta, según le dijeron a CAMBIO fuentes muy cercanas a la licitación.
Estos empresarios se estarían presentando en procesos de contratación estatal con firmas en las que no aparecen, pero que presuntamente manejan en la sombra. Esas mismas fuentes con conocimiento de la licitación que adelanta la Gobernación del Atlántico le dijeron a este medio que cada uno de los miembros de este clan se estaría presentando por aparte para aparentar que están compitiendo.
Por ejemplo, Guido Nule estaría participando del consorcio CMX Atlántico con la empresa Contecsa, que presuntamente le pertenece, afirman las fuentes consultadas. Entre tanto, Miguel Nule y Mauricio Galofre estarían en los consorcios Construhaifa y TIT, respectivamente. Según le dijeron esas fuentes a CAMBIO, Nule manejaría Haifa Hydraulic Solutions, que hace parte de la primera unión temporal, y Galofre haría lo propio con Vernier Infraestructura SAS, que es miembro de la segunda estructura.
Por otro lado, fuentes le aseguraron a CAMBIO que presuntamente hay un intermediario que estaría convocando a las empresas de esos polémicos contratistas para que participen en los procesos convocados por el secretario general de la Gobernación del Atlántico, Pedro Lemus.
CAMBIO le preguntó al equipo de prensa del gobernador Eduardo Verano por el supuesto intermediario, por el precio del contrato y por la licitación que ya fue adjudicada.
"Es importante señalar que la obra aún no ha sido adjudicada, y que se están evaluando todos los factores para seleccionar a un contratista que cumpla plenamente con los pliegos de la licitación y pueda ejecutar el proyecto con calidad, en beneficio de la comunidad del Atlántico", afirmaron en un mensaje enviado a este medio.
Sobre el precio agregaron: "Los costos de las obras se analizan y construyen con base en los análisis de precios unitarios, resultado de cotizaciones del mercado actual. Para ello, un equipo financiero de la Gobernación elabora un presupuesto que incluye cada uno de los ítems necesarios para la correcta ejecución de la obra".
Nota aclaratoria
Como lo señaló la Revista CAMBIO, el señor Guido Nule “estaría participando del consorcio CMX Atlántico”. Las afirmaciones de la nota señalan que se presume ese hecho con base en la investigación realizada. En ningún momento se afirma que el señor Guido Nule tenga vinculaciones formales con los miembros del consorcio CMX Atlántico. La empresa Contecsa ha solicitado a Revista CAMBIO que aclare que el señor Guido Nule no es el dueño de su empresa, en tal, sentido el medio añade la presente aclaración el día 27 de noviembre de 2024.
La Revista CAMBIO, en su publicación, indicó: “Según le dijeron esas fuentes a CAMBIO, Nule manejaría Haifa Hydraulic Solutions, que hace parte de la primera unión temporal, y Galofre haría lo propio con Vernier Infraestructura SAS, que es miembro de la segunda estructura”, afirmación que refleja una presunción basada en la investigación periodística realizada y no establece de manera categórica que los señores Miguel Nule y Mauricio Galofre mantengan vinculaciones formales con miembros del CONSORCIO CONSTRUHAIFA, particularmente con la empresa HAIFA HYDRAULIC SOLUTIONS S.A.S. En respuesta a la solicitud de esta última, que requiere aclarar que los señores mencionados no tienen relación con la compañía, CAMBIO publica la presente aclaración, en cumplimiento de su compromiso con la transparencia y la precisión informativa, el día 16 de diciembre de 2024.
La Revista CAMBIO, en su publicación, indicó: “Según le dijeron esas fuentes a CAMBIO, Nule manejaría Haifa Hydraulic Solutions, que hace parte de la primera unión temporal, y Galofre haría lo propio con Vernier Infraestructura SAS, que es miembro de la segunda estructura”, afirmación que refleja una presunción basada en la investigación periodística realizada y no establece de manera categórica que los señores Miguel Nule y Mauricio Galofre mantengan vinculaciones formales con miembros del CONSORCIO VIAL TIT, particularmente con la empresa VERNIER INFRAESTRUCTURAS S.A.S. En respuesta a la solicitud de esta última, que requiere aclarar que los señores mencionados no tienen relación con la compañía, CAMBIO publica la presente aclaración, en cumplimiento de su compromiso con la transparencia y la precisión informativa, el día 16 de diciembre de 2024.
