A pesar de ser desmentido varias veces, Petro afirma que están listos sus estudios del metro subterráneo

En su cruzada por lograr que la primera línea del metro de Bogotá sea subterránea, el presidente Gustavo Petro ha hecho dos afirmaciones que no son ciertas. La primera tiene que ver con su compromiso de que la nación financie la primera línea, sosteniendo que será igual a como se hizo con el metro de Medellín, algo que no sucedió: CAMBIO habló con el Metro de Medellín, quienes confirmaron que a la fecha se tiene una deuda que la región está pagando a la nación por un valor de $6,2 billones de pesos.

Inicialmente esta deuda estaba proyectada para terminar su pago en el año 2087. Sin embargo, el positivo comportamiento de las dos rentas regionales que cubren esta deuda, con sobretasa a la gasolina e impuesto al tabaco, han contribuido a recortar el plazo de pago al 2057.

La segunda afirmación que no es verdad, tiene que ver con los estudios del metro subterráneo que se adelantaron en su alcaldía. En varias ocasiones, el presidente Petro ha dicho que sus estudios estaban listos, pero nada más alejado a la realidad. 

"Se puede permitir un tramo subterráneo, este tramo subterráneo ya tiene estudios, los hice en mi alcaldía y son estudios incluso más avanzados que los que hoy existen respecto al tramo elevado. Se pueden juntar los dos tramos subterráneos, el que la alcaldesa ha estudiado, de la calle 72 hacia Suba, con el de la Caracas y parte del tramo occidental, lo cual soluciona un problema técnico que hoy existe, y es que si el tramo elevado de la Caracas está a 15 metros de altura y llega a la 72 así, y el tramo subterráneo de la 72 hacia occidente está a 30 metros de profundidad, pues tienes un problema técnico. En cualquier parte del mundo te dirían 'no se puede'. La propuesta nuestra soluciona ese problema porque ambos tramos van subterráneos", dijo el presidente. 

Sin embargo, en agosto pasado, CAMBIO registró una reunión que tuvieron miembros de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) y el ingeniero Leonidas Narváez, gerente general de la empresa Metro de Bogotá, en la que se concluyó que los estudios  en los que insiste el presidente Petro están incompletos en varios aspectos: no cumplen con la estructuración técnica, financiera y de riesgos del Ministerio de Transporte, y los estudios sociales y ambientales fueron insuficientes. Por su parte, los estudios de suelos fueron los únicos que alcanzaron la Fase III o "ingeniería básica avanzada", mientras que otros aspectos se encontraron en la Fase II, indicando que solo se había establecido la posibilidad de ejecución del proyecto.

La empresa Metro de Bogotá realizó un análisis detallado de los estudios previos y encontró varias deficiencias y aspectos incompletos que necesitaban ser abordados para avanzar en la ejecución del proyecto del metro subterráneo. Además, se menciona que para hacer una comparación real y válida con los estudios de 2015, se deben tener en cuenta otras variables como costos, penalidades y perjuicios asociados con la no ejecución o postergación de la ejecución del proyecto.

De hecho, en marzo de 2022, el detector de mentiras de La Silla Vacía ya había dicho que Petro no había alcanzado a tener los estudios definitivos del diseño del metro. Según el medio, Petro recibió estudios preliminares de la alcaldía de Samuel Moreno para el metro subterráneo y contrató estudios avanzados (Fase II) para evaluar la factibilidad del proyecto. Estos estudios, financiados por el Banco Mundial, alcanzaron un nivel de "ingeniería básica avanzada", pero no completaron todos los aspectos necesarios para iniciar la construcción. Algunas partes, como los estudios de suelos, llegaron a la Fase III (detalle), pero faltaron otros aspectos cruciales. Por ello, aunque los estudios permitían contratar un constructor, se necesitaría completarlos antes de iniciar las obras, y Petro dejó pendientes estudios por 211.000 millones de pesos. Por ello, en su momento La Silla Vacía encontró que la afirmación de Petro de tener "los estudios de diseño definitivo" es incorrecta.

El presidente Gustavo Petro culpa de desechar esos estudios al exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa. Consultado por CAMBIO, Peñalosa dijo: "No hay estudios fase 3 del Metro subterráneo. Nunca hubo siquiera un análisis de beneficio-costo positivo de Planeación. Encontraron mil problemas". 

Sobre la dificultad técnica que señala Petro entre el empalme de las líneas 1 y 2, Peñalosa señala: "Por alguna razón la línea 2 no la continuarán elevada por la calle 80 como nosotros habíamos planteado, sino que la metieron subterránea por la 72. Pero no llega a la Caracas, sino 500 metros más abajo. Más para los que vayan en los vagones de atrás. Ni hablar si se hiciera lo que propone Petro de mandarla por la 11 en vez de la Caracas. Los que vayan en TransMilenio por la 80 van a ir mucho mejor porque no tendrán que cambiar de vehículo y menos aún, dar semejante caminada".