La tóxica propuesta del régimen de Nicolás Maduro para mediar en Colombia

El Gobierno reafirma la tesis de que en Colombia se desarrolla un golpe de Estado con el objetivo de derrocar al presidente Gustavo Petro. El discurso, que ha calado entre los seguidores del Pacto Histórico, pretende ahora instalarse en el ámbito internacional. Por ello, el primer mandatario convocó este miércoles al cuerpo diplomático acreditado en Bogotá.

Hasta ahora, esta teoría ha sido respaldada por los mandatarios de México, Claudia Sheinbaum; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Venezuela, Nicolás Maduro.

Sin embargo, el régimen venezolano ha dado un paso más allá y se ha ofrecido como mediador. Según el gobierno de Caracas, en su territorio podría desarrollarse un proceso de diálogo entre actores colombianos para fomentar el respeto por la soberanía popular del país.

“El gobierno venezolano propone la realización de un amplio proceso de discusión política entre actores colombianos, con la mediación directa de la República Bolivariana de Venezuela”, precisó el canciller Yván Gil.

Además, él solicitó invitar a la mandataria de Honduras, Xiomara Castro, en su calidad de presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), así como a los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), para contribuir a la mediación.

Sobre el mismo tema, Diosdado Cabello, segundo al mando en Venezuela y formalmente vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), declaró: “Nosotros estaremos a favor de Petro siempre, sin dobles posturas. Entre Petro y Duque no tengo nada que escoger; está claro que voy a apoyar a Petro”, afirmó en una reciente emisión de su programa de televisión semanal, Con el Mazo Dando.

Cabello añadió: “Es ingenuo pensar que él estaba gobernando, que podía gobernar Colombia, y que el narcoparamilitarismo lo iba a dejar gobernar. Pensar que le iban a entregar ese país a un presidente como él es ilusorio; no ha podido gobernar ni un solo día”.

La oferta del régimen venezolano es un claro "abrazo del oso", ya que su gobierno ha sido acusado de fraude electoral y carece de autoridad para opinar sobre el funcionamiento democrático.

Sin embargo, en lugar de rechazar esta injerencia, el Gobierno de Petro ha mostrado apertura. “Todo esfuerzo para asegurar la paz y la democracia en la región es bienvenido. El Gobierno valorará la propuesta en el marco del diálogo político que mantiene con Venezuela y responderá por los canales diplomáticos bajo el liderazgo del canciller Murillo”, afirmó el vicecanciller, Jorge Rojas, en una entrevista con El Tiempo.

Por esto, la oposición cargó con dureza contra el vicecanciller. No es la primera vez que Rojas recibe críticas por su posición ante el régimen venezolano. En septiembre, mientras Edmundo González Urrutia, quien según las actas electorales habría ganado las elecciones, tomaba el camino del exilio, Rojas llegaba a Caracas para visitar al canciller Yván Gil.

“Vinimos para fortalecer la relación bilateral y los mecanismos de la comisión de vecindad”, explicó entonces Rojas.

"Lo que ocurre en Venezuela desde hace muchísimo tiempo, y no solo desde las elecciones del 28 de julio, es muy grave. En el poder está un régimen que no cumple de ninguna manera con el mandato de la Carta Democrática de la OEA. Por eso, la salida de Edmundo González no se puede evaluar como un caso aislado, sino que forma parte de una serie de hechos gravísimos. Se da en un contexto de criminalización absolutamente arbitraria", dijo Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW). 

Desde esa visita de Rojas, varias pruebas han demostrado la gravedad de los crímenes cometidos por el gobierno de Maduro. El 2 de octubre, el Centro Carter, que envió especialistas para observar las elecciones venezolanas del 28 de julio, presentó las actas recopiladas por la oposición, las cuales otorgan la victoria a González Urrutia.

“Estas actas son documentos oficiales y acabo de recibir los originales por correo internacional. Fueron emitidas en Venezuela y respaldan que González ganó con más del 60 por ciento de los votos”, explicó Jennie Lincoln, jefa de la misión electoral del Centro Carter.

Además, Lincoln recordó que las actas son públicas, se imprimen en cada mesa de votación y se entregan a los observadores y partidos políticos para el cálculo independiente de los resultados.

Por otro lado, la Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela denunció recientemente que tiene motivos razonables para creer que el gobierno de Maduro cometió crímenes de lesa humanidad antes, durante y después de las elecciones, con actos de persecución y represión contra la oposición.

El informe, de 158 páginas, cubre el periodo del primero de septiembre de 2023 al 31 de agosto de 2024. Señala que fuerzas de seguridad y grupos armados progubernamentales estuvieron involucrados en asesinatos, desapariciones forzadas, tortura y violencia sexual.

La Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional, el Sebian (Servicio Bolivariano de Inteligencia) y la DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar) figuran entre los responsables de estas violaciones a los derechos humanos.

El informe también alerta sobre la detención de 158 menores (130 niños y 28 niñas) durante o después de las protestas, quienes fueron acusados de delitos graves como terrorismo. “Es un dato estremecedor que ha alarmado incluso a los propios relatores”, escribió Juan Diego Quesada en El País.

María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, destacó la importancia del informe de la ONU: “Es crucial para avanzar en el aislamiento del régimen y buscar el retorno de la democracia”.

Sin embargo, el tiempo corre en contra de quienes buscan ese retorno, ya que el próximo 10 de enero debería tomar posesión el ganador de las elecciones, González Urrutia, según las actas.

Esta situación es compleja, pues, aunque Maduro ha sido acusado de fraude, sigue aferrado al poder y ahora incluso se ofrece como mediador en Colombia. La relación entre los gobiernos de Petro y Maduro tiene todos los elementos de ser una relación tóxica.

Por eso, personalidades como el expresidente Juan Manuel Santos han expresado su preocupación. “El Gobierno de Petro ha dicho que se presta para mediar, pero hay un momento en que la mediación se convierte en complicidad. No podemos seguir con ambigüedades, porque eso ha permitido que el régimen se consolide y se perpetúe”, advirtió Santos.