Por caso de niño con anorexia y depresión a causa de bullying, Corte regaña a prestigioso colegio de Bogotá
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Un niño fue víctima de acoso escolar a tal punto que perdió 10 kilos y presentó cuadros depresivos, cuando se cambió de colegio a sus nuevos compañeros les ofrecieron dinero para agredirlo físicamente "por sapo". Esto es lo que se sabe del caso ocurrido.
Por: Redacción Cambio
El que debería ser un lugar seguro se convirtió en un infierno para un niño de 12 años. Vivió ataques de acoso escolar tan graves que lo llevaron a estar internado en una clínica psiquiátrica y a sus padres a afrontar gastos por más de 11 millones de pesos en atención psicológica.
Los hechos ocurrieron en el prestigioso colegio Helvetia, ubicado en Suba, noroccidente de Bogotá. El pequeño en cuestión cursaba el grado sexto de bachillerato, su vida cambió a causa de las groserías y malos tratos de los que fue víctima por parte de sus compañeros y los cuales, según la Corte Constitucional, fueron ignorados por la institución.
El acoso empezó siendo un tipo de cyberbullying en el chat de un juego, donde el niño recibió apodos humillantes e insultos por los cuales empezó a cambiar de actitud, a ser cada vez más silencioso y a llorar recurrentemente.
Además, los ataques también se trasladaron a la escuela de teatro musical, una actividad en la que el pequeño se sentía muy atraído, pero luego del matoneo, fue evidente su pérdida de interés.
La mamá de TBQ (como la Corte Constitucional se refiere al niño para proteger su identidad) acudió en múltiples ocasiones a las directivas del renombrado plantel para pedir ayuda, teniendo en cuenta los nuevos comportamientos del menor de edad que ya empezaban a preocupar, sin embargo, el colegio "no respondió diligente ni activamente a los indicios y pruebas contundentes que ameritaban iniciar las investigaciones por los actos de acoso escolar que padecía el niño", según la sentencia que emitió la Corte luego de estudiar el caso.
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A raíz de los hostigamientos, TBQ se volvió una persona introvertida y solitaria, incluso perdió más de 12 kilos de peso en tan solo dos meses. En este punto, su salud física y mental ya estaban comprometidas.
No paso mucho tiempo para que los ataques fueron subiendo de tono y, en consecuencia, TBQ fue diagnosticado con anorexia nerviosa y depresión moderada.
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Según contó la madre, luego de la incapacidad médica que tuvo por el diagnóstico, el pequeño fue agredido físicamente en el colegio Helvetia y, ni con esa situación de frente, la institución educativa se dispuso a proteger al menor, solamente le prestaron servicios de enfermería básicos.
Para cortar el problema de tajo, los padres de TBQ decidieron sacar del Helvetia al menor y matricularlo en otra institución privada, sin embargo, esto no detuvo a los acosadores. La madre conoció que los excompañeros averiguaron cuál era el nuevo colegio y le ofrecieron dinero a sus conocidos que estudiaban ahí para que agredieran físicamente al niño "por sapo".
Lo que dijo la Corte Constitucional
El alto tribunal emitió un fallo de fondo y determinó que TBQ sí fue víctima de conductas como humillaciones y acoso. La Corte también aseguró que la institución educativa actuó de forma negligente y respondió de manera ambigua ante la problemática.
"La Sala sostiene que el colegio vulneró los derechos fundamentales a la vida, la dignidad, la integridad personal, la salud y la educación, en conexidad con el principio del interés superior del niño al no garantizarle un acompañamiento idóneo ni haber activado las rutas de atención correspondientes, con fundamento en las siguientes razones":
- La accionante reportó oportunamente los hechos constitutivos de acoso o matoneo escolar, el colegio no respondió diligente ni activamente a los indicios.
- Se transgredieron sus derechos fundamentales a la dignidad e integridad personal al no haber sido reparado ni resarcido en su integridad por causa de las agresiones de acoso escolar que tuvo que padecer.
En ese sentido, la Corte Constitucional le ordenó al colegio pedir disculpas por no activar los mecanismos de ayuda para el menor de edad y ordenó a todos los colegios instaurar rutas eficientes para evitar casos de acoso escolar o cyberbullying.
