2025, el año del ruido en materia política
2025 será un año de confrontación política.
Crédito: Colprensa
- Noticia relacionada:
- Gustavo Petro
- Donald Trump
- Nicolás Maduro
- Efraín Cepeda
Todas las señales indican que la polarización se agudizará. Álvaro Uribe y Gustavo Petro serán protagonistas de una campaña que ya se adelantó. ¿Qué papel jugará el centro? Trump y Maduro marcarán la agenda externa de Colombia. Análisis
Por: Armando Neira
Un simple gesto de sosiego refleja el alto grado de polarización que se vive hoy en Colombia. Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, quien en buena parte de su gestión ha insistido en la necesidad de encontrar fórmulas para un acuerdo nacional, escribió en su cuenta de X (antes Twitter):
“¡Qué agotamiento producen la agresividad, las mentiras, las descalificaciones, la grosería, la vulgaridad y el insulto en esta red! Ni siquiera en Navidad descansan. A partir de ahora y hasta el 6 de enero, entraré en un periodo de silencio en esta red por sanidad mental y emocional. No leeré ni escribiré nada por acá. Les contaré después el resultado de este ejercicio de desintoxicación.”
No es un hecho anecdótico, sino el reflejo de la profunda fatiga que genera la confrontación ideológica en Colombia.
El vicecanciller, Jorge Rojas, confirmó que el embajador de Colombia en Caracas, Milton Rengifo, estará presente en la ceremonia, pese a la fraudulenta reelección de Maduro. “Va a estar nuestro embajador, quien vive allá, y porque Colombia tiene relaciones con Venezuela”, explica el canciller Luis Gilberto Murillo, quien precisa que esto no significa que haya un reconocimiento a ese gobierno.
Sin embargo, las críticas no cesan. “Es una decisión de complejas implicaciones. Con este gesto, el Gobierno nacional sienta un precedente nefasto frente a un régimen que viola los derechos humanos y mantiene tras las rejas a cerca de dos mil presos políticos. Además, ha sido señalado recientemente de cometer atrocidades, como encarcelar y perseguir a menores de edad”, dice un editorial de El Tiempo titulado ‘Nefasta señal’.
Petro adelantó la campaña electoral
Este, sin duda, será un ingrediente más de la campaña política que adelantó el propio presidente Petro, quien en cada encuentro público les habla a sus bases para evitar perder el poder en 2026.
De su gabinete se estima que en los primeros días de enero saldrán al menos cuatro ministros, los cuales tienen interés en presentarse como aspirantes a la presidencia, a una lista al Senado o bien para fortalecer sus propios movimientos. Aunque todos creen ser representantes del cambio, será vital obtener un guiño de Petro para tener una candidatura viable.
Tanto alrededor de Petro como del expresidente Álvaro Uribe Vélez gravitarán quienes buscan ocupar su espacio, dada la imposibilidad legal de que ambos vuelvan a presentarse a cargos de elección popular.
Por eso, en los próximos doce meses, quien logre el respaldo de uno de estos líderes podría tener posibilidades reales de alcanzar el poder en 2026.
En este escenario también hay voces que afirman que hay que mirar otras opciones. “No tengo la menor duda de que llegó la hora del centro”, dice por ejemplo el excandidato presidencial Sergio Fajardo. “Yo quiero, creo y pienso que se necesita otra expresión de la política y de lo público por fuera de los extremos. Colombia necesita una oportunidad para este espacio”, le señala el exgobernador de Antioquia a CAMBIO.
De cualquier manera, los movimientos que se vienen serán enormes. “La dinámica de la política colombiana vislumbra para 2025 un año intenso, con jugadas estratégicas ante el anticipo de la campaña electoral”, opina Gonzalo Araújo, máster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca, España.
Lo que dice la historia del tercer año
La historia muestra que, en Colombia, el tercer año de cualquier gobierno es especialmente trascendental porque el presidente debe acelerar la ejecución de sus políticas públicas prometidas. Después de esto, todo el país entra en modo campaña electoral.
El columnista Pedro Viveros considera que “en el año previo a las elecciones, el país comienza a navegar las procelosas aguas electorales”. Dice que el tercer año de gobierno suele ser el momento en que los ejecutivos recogen los frutos de su gestión y se preparan para cosechar en las urnas. A la oposición, en cambio, le corresponde trazar un camino alternativo, apoyándose en los errores o incumplimientos de las promesas por las cuales fue elegido el oficialismo.
Tras la posesión de Maduro, llegará la investidura del nuevo presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, el 20 de enero. A partir de ese momento, las relaciones entre Washington y Bogotá tomarán un rumbo diferente.
Trump asumirá con mayor poder, absuelto por sus ciudadanos de varias acusaciones legales, y con dominio absoluto en el Senado y la Cámara. Entrará pisando fuerte, como ha demostrado hasta ahora, al declarar, por ejemplo, que Panamá debería devolver el control del canal a Estados Unidos.
Durante la Nochebuena, tiempo en el que es natural enviar mensajes de paz y fraternidad, él escribió: “Feliz Navidad a los lunáticos de la izquierda radical”.
Claver-Carone, una de las voces más críticas contra los gobiernos de izquierda, tendrá ahora línea directa para asesorar a Trump sobre las políticas hacia la región.
En 2025 habrá una lluvia de candidatos
Volviendo a los asuntos locales, habrá muchos protagonistas. “En 2025 tendremos un diluvio de precandidatos, sobre todo del oficialismo”, afirma el analista Gabriel Cifuentes. El gran reto será unificar las colectividades del Pacto Histórico en un solo partido, proceso que ya empezó a dar sus primeros pasos concretos en este diciembre.
Esta fase estará llena de tensiones. Carlos Arias, docente de la Universidad Javeriana, se muestra tajante y afirma que 2025 será “un año muy radicalizado”.
“El país va a entrar en un proceso interesante desde lo político. El 2025 se inicia con una abierta campaña electoral. Los partidos tradicionales tendrán que encontrar un líder que logre concentrar las fuerzas de centro derecha para competir contra el candidato de la izquierda”, dice la analista María Jimena Escandón, especialista en Derecho Constitucional Comparado y Ciencia Política del Centro de Estudios Constitucionales en España.
Según ella, el Gobierno seguirá sin un norte claro ni mayores logros, además de estar marcado por los procesos penales por corrupción que involucran a exfuncionarios y familiares del presidente.
En paralelo, buscará responsabilizar a la derecha y a las élites políticas y económicas de los obstáculos que han impedido sus reformas. Sin embargo, la oposición no dará tregua y centrará sus críticas en temas como la seguridad y la corrupción.
La justicia avanzará en procesos relacionados con casos que afectan directamente al Gobierno, como las investigaciones por la financiación de la campaña, los escándalos en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y de Desastres (UNGRD) y las acusaciones contra Nicolás Petro. Los resultados de estos procesos tendrán implicaciones políticas significativas.
Las capturas que se vienen por corrupción
Tras el ingreso a prisión de Sandra Ortiz, la ex alta consejera presidencial para las Regiones, se esperan más capturas. Los ecos de estas llegarán tanto a la Casa de Nariño como al Congreso con consecuencias imprevisibles.
En el ámbito legislativo, el Gobierno intentará aprobar reformas claves, especialmente la de salud, en la que alcanzó a hacer avances en las últimas sesiones extras. Sin embargo, la proximidad de las elecciones pondrá más obstáculos en el camino.
“El segundo periodo legislativo, que transcurrirá entre el 16 de febrero y el 20 de junio de 2025, estará fuertemente marcado por el contexto preelectoral tanto para las elecciones legislativas como para las presidenciales de 2026. Con varios congresistas aspirando a la presidencia, la búsqueda de visibilidad y el fortalecimiento de sus bases electorales se convertirán en la prioridad”, señala un documento de análisis del Extituto de Política Abierta, un centro de pensamiento conformado por profesionales en ciencia política, derecho, comunicación e historia.
Para el Extituto, esto se traducirá en una mayor competencia entre bancadas por posicionar temas que les otorguen respaldo político, diversificando la agenda legislativa con iniciativas que respondan a demandas regionales, sectoriales y partidistas.
Paralelamente, el controvertido proyecto de acto legislativo que permitiría el transfuguismo, recientemente aprobado en primera vuelta, continuará su trámite. De aprobarse, esta medida, aunque podría resultar conveniente electoralmente para algunos, tendría consecuencias negativas para el fortalecimiento de los partidos políticos.
Facilitar el cambio de partido sin penalización por doble militancia podría debilitar la cohesión y la lealtad partidista, afectando la representación y la estabilidad del sistema político, dice este tanque de pensamiento.
Las bandas que dejará la paz total
El analista Víctor Solano resume así el panorama: “El 2025 será un año para acomodar las cargas tanto en la política interior como en la exterior. En lo interno, las fuerzas contrarias al Gobierno intentarán consolidar un candidato único de centro-derecha para enfrentar al oficialista. Por su parte, el Pacto Histórico enfrentará divisiones internas y el reto de mantener su fuerza política”.
A esta compleja realidad hay que sumar la dolorosa situación provocada por los violentos. El Gobierno tiene esperanzas de que alguna o varias de las diez mesas abiertas en la llamada 'paz total' se logren avances concretos. Sin embargo, el fin de la tregua navideña del Ejército de Liberación Nacional (ELN), prevista para este 3 de enero, marcará un inicio de año en el que los fusiles siguen siendo una herramienta de presión atroz.
Es de prever que la confrontación se agudizará en una dinámica que, para Sergio Jaramillo, ex alto comisionado de paz y hombre clave en el fin de las Farc como organización armada, es inédita.
Según él, esta situación está más relacionada con bandas que buscan consolidar su poder local, por lo que es necesario eliminar del lenguaje cotidiano la idea de que “hoy no nos estamos matando entre colombianos”.
“Como máximo, las cabezas de esos grupos estarían interesadas en paquetes de retiro para disfrutar de sus fortunas sin mantener control alguno sobre sus hombres, quienes seguirán reciclándose al servicio del mejor postor”, agrega.
Así las cosas, este 2025 se prevé como el año de la polarización. De ahí que la decisión del ministro Cristo de desconectarse de la red X no sea un asunto trivial, sino una confirmación de cómo están las cosas y lo que nos espera.