Edwin Palma, el pragmático ministro de la transición energética quiere entregar resultados

Edwin Palma, ministro de Minas y Energía.

Crédito: Presidencia - César Carrión

12 Mayo 2025 07:05 am

Edwin Palma, el pragmático ministro de la transición energética quiere entregar resultados

Ni apagón ni presidencia de Ecopetrol, dice el ministro de Energía. Comprometido con inaugurar una granja solar al mes, afirma que los temores los irradian algunos medios y gremios con intenciones electorales. Cree que con diálogo social entre sindicatos y empresas se debe enfrentar el impacto en la caída del empleo por las menores exportaciones de carbón. Lo del gas lo considera resuelto y recuerda que hace tiempo se importa. Así, el hijo de una madre comunitaria del ICBF que creció en sectores marginales, con una visión realista, quiere mostrar resultados basado en lo realizado por sus antecesores.

Por: Ramón Jimeno

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Ante los rumores de su nombramiento en Ecopetrol, Edwin Palma despliega una sonora carcajada: “Es el presidente el que decide… lo de Ecopetrol tiene una atracción simbólica, pero ministerio es ministerio”. Ecopetrol es “oil and gas” aunque hoy está más en descarbonización. El panorama del ministerio es más amplio: petróleo, gas, energía eléctrica –que es donde está concentrada la misión de este ministerio–. La visión del sector minero energético es completa, es como si estuviera uno montado en un rascacielos.

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CAMBIO: ¿Pero no podría ejecutar más desde Ecopetrol sumando su experiencia de 20 años en esta empresa?

Edwin Palma: Creo que desde el ministerio se puede hacer más por la transición energética. Ecopetrol está amarrado inclusive en temas jurídicos que se resuelven mediante regulación desde el ministerio. Por ejemplo, Ecopetrol no puede generar energía para vender. El radio de acción del ministerio es más amplio y tiene mayor capacidad para impulsar la transición.

CAMBIO: ¿Los retos de su ministerio?

E.P.: Estamos terminando el periodo. En el entramado jurídico del país en unos meses entra la ley de garantías que hace lentos los procesos. Tenemos claro que no estamos para construir, queremos hacer, terminar lo que se venía haciendo. Ya hay un plan de desarrollo, no hay necesidad de reorganizar la entidad, estamos para terminar, para ejecutar, para inaugurar obras. 

El próximo mes vamos a inaugurar la primera granja solar de un megavatio y cada mes vamos a inaugurar una nueva. Es una realización de este Gobierno, producto del trabajo de quienes me antecedieron. Cuando llegué al ministerio había dos megavatios de energía renovable en el sistema. El presidente triplicó esa meta: vamos por 6 gigavatios.

Creamos un comité interinstitucional y diseñamos la estrategia 6G Plus, para retarnos. Hablando entre todos los responsables superamos los cortos circuitos, conversamos sobre el estado de cada proyecto y lo que se debe hacer para que funcionen, qué normas se deben cambiar, o qué se debe remover. La instrucción del presidente es facilitar los trámites, remover los obstáculos, agilizar el licenciamiento ambiental, los temas del Ministerio del Interior, facilitar y acelerar la transición energética, con el concurso de otras autoridades que no son solo la nación.

Un dato: 52 por ciento de los proyectos de generación de energía renovable están atrapados en las corporaciones autónomas regionales (CAR). Esto no tiene ningún sentido. Estamos revisando con la Agencia Nacional de Hidrocarburos cómo fortalecer el trabajo en algunas CAR que dicen no tener recursos, y cómo acelerar los licenciamientos. Hay casos donde puede haber corrupción u otros intereses. Pero donde el problema es falta de recursos, estamos dispuestos a ayudar.

Créditos: @MinEnergiaCo
"Ya hay un plan de desarrollo, no hay necesidad de reorganizar la entidad, estamos para terminar, para ejecutar, para inaugurar obras": Edwin Palma.Créditos: @MinEnergiaCo

CAMBIO: ¿Quién administrará esas granjas? ¿Empresas públicas?  ¿Las comunidades?

E.P.: Es un punto que tenemos que resolver: qué va a pasar luego con estos activos. Estamos contratando una consultoría que determine el camino, porque si no, estos activos pueden quedar abandonados. La idea es que los puedan administrar los operadores de red, o las empresas públicas en las que la nación tiene participación. Puede ser un holding o una gran empresa. Vamos a escoger el camino que garantice la administración, la operación y el mantenimiento de esos activos. Son proyectos con vida útil a 20-25 años y no queremos que queden abandonados con el tiempo.

CAMBIO: El temor al apagón de gas y eléctrico…

E.P.: Es curioso porque es un temor que se escucha en los medios y por parte de los gremios. Usted escucha a Andesco y a la Andi. Pero cuando revisamos el tema en el CNO del gas y el de energía (Consejos Nacionales de Operación de Gas y de energía que asesoran al ministerio para garantizar el suministro) nadie habla de apagón. Claro, hay problemas y desafíos, la regulación está atrasada 10 o 15 años. Nos dicen que no se puede o que no se han podido hacer inversiones en infraestructura o que los operadores de red no las hicieron, en fin. El tema del Caribe es más grave. Se destinaron inmensos recursos públicos para Electricaribe con el propósito de que se hicieran inversiones en infraestructura y no se hicieron…

CAMBIO: ¿Para dónde se fueron esos recursos entonces…?

E.P.: Esa es la pregunta. Primero, ¿cuánto costaron las empresas? Nunca se ha respondido. ¿Cuánto terminó pagando el privado que se hizo cargo de la prestación del servicio en Magdalena, La Guajira y Atlántico?  ¿En cuánto compró la empresa? ¿Cuáles fueron sus compromisos? ¿Cumplió o no cumplió? Al cabo de tres años pide que lo intervengan porque no fue capaz de hacer la gestión. Ahora nos exigen a nosotros que ocho meses después de la intervención resolvamos lo que no resolvieron durante 20 años siete empresas que han administrado ese servicio de energía eléctrica.

El término ´apagón´ se usa con propósitos político-electorales. No creo que haya riesgo. Claro, se presentan casos como en Chile o España, puntuales, que se resuelven con rapidez. Pero amenazar con un apagón que no va a suceder, es un acto político. Hay desafíos: brechas entre la demanda y la oferta futura, en teoría la demanda aumenta. En las tres subastas que hemos hecho en el Gobierno (dos de expansión y una de reconfiguración) pudimos cerrar esas brechas y garantizar que haya suficiente energía.

“Hay problemas financieros, problemas concretos de las compañías, de infraestructura. Habrá que hacer inversiones, pero tenemos que cooperar entre los participantes. Es una invitación que les he hecho a los actores públicos y privados, hay que conversar para llegar a acuerdos.

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"En las tres subastas que hemos hecho en el Gobierno (dos de expansión y una de reconfiguración) pudimos cerrar esas brechas y garantizar que haya suficiente energía": Edwin Palma. Créditos: @MinEnergiaCo

CAMBIO: Pero el sector privado no quiere colaborar en la medida que el Gobierno piensa que obtiene demasiadas utilidades… 

E.P.: Esa es otra discusión. Por ejemplo, a las generadoras se les paga el cargo por confiabilidad para que la energía esté disponible cuando el sistema lo necesite. (Es un valor que se agrega a las tarifas para que las empresas garanticen la “confiabilidad” del sistema, es decir, que no se suspenda el suministro). Lo pagan todos los usuarios a través de su factura de energía eléctrica. Entonces lo que tenemos es que el tema energético, igual que el de la salud, la reforma pensional o la laboral, se usa con propósitos político-electorales.

En otros gobiernos hubo apagones. Andesco cogió de caballito de batalla un apagón puntual en un municipio, infortunado, porque la falta de energía cercena derechos fundamentales. Porque el transporte de combustibles falló, hubo un daño en la carretera, no hubo un pago oportuno del combustible que alimenta la planta. Hay que buscar una solución. Estamos desarrollando un proyecto de energía solar de 5 megavatios que debe ser una solución definitiva en ese caso.

¿Por qué en vez de hacer tanta bulla no colaboran para superar el problema? ¿Propongan una agenda, agreguen otros 5 megas a las que se planearon, o que una entidad territorial ofrezca un terreno… No lo hacen porque le meten política electoral. 

CAMBIO: La interconexión que se necesita para abastecer la demanda de energía en Bogotá, en especial cuando entre a funcionar el metro, está parada hace años. ¿Tienen solución?

E.P.: Es un buen ejemplo de problemas que llevan años sin solución y ahora nos exigen a nosotros que los arreglemos. Nos lo cargan como si fuera culpa nuestra. En este tema hay varias autoridades involucradas, incluso la Alcaldía de Bogotá, que es copropietaria del Grupo de Energía de Bogotá (GEB). Estamos trabajando y debo reconocer la disposición, la ayuda, el tono, las ideas del presidente del GEB en este tema y frente a proyectos en La Guajira. El tema está en la agenda, nos hemos reunido con la autoridad ambiental, con los responsables de las comunidades. Si en 10 o 12 años no se ha podido solucionar, es porque se sigue haciendo lo mismo. Tenemos que buscar fórmulas diferentes, nuevas, y eso es lo que le he pedido a todos.

CAMBIO: El gas ¿de dónde se va a traer de Texas, Dakar...?  

E.P.: Tenemos una brecha de la demanda del mercado no regulado, la industria, que hoy importa gas. En el primer semestre –por fortuna– el clima ayudó. Bajó el uso en las plantas térmicas liberando gas y evitó que las tarifas del gas subieran. Estamos evaluando todas las opciones. Lo que el Gobierno quiere es ampliar la oferta, la competencia. Hay solo una planta para importación. La solución al problema del gas la tenemos al lado, en Venezuela. Pero entonces aparecen los temas geopolíticos…

CAMBIO: Pero también hay una cantidad de gas en Colombia que se quema porque no hay la infraestructura para moverlo…

E.P.: Estamos revisando, haciendo ajustes regulatorios y técnicos, por solicitud de las empresas, sin salir del marco de este Gobierno: no va a haber fracking, no va a haber nuevos contratos de exploración. No metamos estos temas en la discusión. En ese marco todas las ideas se escuchan: de infraestructura, de la molécula, inclusive Venezuela, que por supuesto tiene complejidades de orden jurídico y geopolítico. Pero si es posible traer gas de allá, deberíamos lograr un acuerdo porque los hogares que consumen el gas no miran su color político.

CAMBIO: ¿El costo de importar gas (implica bajarlo a 140º bajo cero para moverlo y luego volverlo a gasificar) más el costo del transporte, significaría un aumento en las tarifas? 

E.P.: A finales del año pasado ese fue el fenómeno. Lo investiga la superintendencia, a ver si hubo reventa en el mercado secundario que impactó los derechos de los usuarios. Nosotros encontramos que los datos sobre oferta de gas tenían distintas fuentes, distintas maneras de organizarlos. Si no hay una información con la misma metodología no podemos tomar decisiones correctamente. Entonces cambiamos el formato de información hablando con las empresas para que todos partamos de la misma información.

Además, nos estamos preparando para el mantenimiento de la FRSU (unidad flotante que almacena gas licuado y lo regasifica para su distribución) y para anticipar cualquier problema. A pesar del aumento que hubo en las tarifas, ya volvieron a bajar los precios por la liberación de gas que no usan las térmicas.

CAMBIO: ¿Se va a importar gas de todas formas?

E.P.: Desde hace años se importa gas. Se presenta como si hubiera ocurrido este año y el año pasado y en este Gobierno. Lo que hoy padece el país es resultado de decisiones no tomadas o incorrectas del pasado. Un experto elaboró un informe a la industria de las térmicas. Su conclusión es que la situación actual es producto de errores del pasado. Incluso las proyecciones se basaron en esperanzas, en proyectos que fracasaron, porque alrededor de esta industria hay aciertos y fracasos y hay que tener distintas alternativas.

​  Créditos: @MinEnergiaCo  ​
"A pesar del aumento que hubo en las tarifas, ya volvieron a bajar los precios por la liberación de gas que no usan las térmicas": Edwin Palma. Créditos: @MinEnergiaCo

CAMBIO: ¿Qué va a pasar con el empleo que se genera alrededor del carbón y la disminución de la producción de las principales empresas?

E.P.: Cuando empezó a suceder la reducción decían que era por un cambio en el mercado, mundial. Así lo dijo El Cerrejón en un comunicado, han cerrado demanda en Europa y les toca vender el carbón en Asia a costos más altos, no son competitivos. Algunos sectores dijeron que era por culpa de las políticas del Gobierno, pero no tenemos ninguna injerencia en que un país europeo demande o no carbón colombiano. Es el mundo el que está cambiando. La matriz energética está cambiando.

La transición energética frente al carbón va más rápido que frente al petróleo y el gas. Así lo muestra la Agencia Internacional de Energía. Aquí nos decían que las divisas del carbón las iban a superar las del turismo. Y ya pasó. Entonces hay una reconfiguración, igual que va a pasar con la tecnología, la IA. La transición tecnológica va a ser más dura que la energética, en términos de empleo. Los empleos que se impactan por la reducción en la producción de carbón deben resolverse mediante conversaciones, con diálogo social, y negociación colectiva entre los sindicatos del carbón y las compañías, y el Estado como un equilibrador. 

El primero de mayo los sindicatos del carbón presentaron un pliego alrededor de la transición energética. Pero las empresas no asistieron. Uno no puede hablar de democracia y diálogo social y cuando lo convocan a dialogar, ausentarse. No hay transición energética sin diálogo social y sin negociación colectiva.

Muchos empleos van a desaparecer, pero al final en la transición también se van a generar nuevos empleos. Nunca pensamos que íbamos a tener 30.000 empleos en proyectos de energía renovable. Y se crearán más si aceleramos esta matriz energética. Unos empleos se destruirán, pero otros se crearán. Es el mundo el que cambia. Nos concentramos en los empleos del carbón y del petróleo, pero la IA va a destruir más empleo y no le prestamos atención. 

Esto nos lleva a la sociología del trabajo, incluso a principios marxistas, pues los avances de la tecnología deben servir para que la gente tenga más tiempo libre, para la reducción de jornadas de trabajo. No podemos evitar que el mundo cambie.

CAMBIO: ¿Cómo interpreta la contradicción entre la política de Donald Trump de revivir la industria de combustibles fósiles y desconocer el cambio climático, y la política de China que lidera la transición a energías renovables?

E.P.: En el evento más importante de energía del mundo, el Ceraweek, que se realizó en marzo en Houston, hubo un retroceso. Perdimos lo que habíamos avanzado. Desde el papa Francisco, hasta la ONU, se habla de descarbonizar el planeta y luchar contra el cambio climático. Pero en el Ceraweek se habló de perforar, perforar y perforar. Es un gran retroceso. Grandes empresas ya habían desinvertido en petróleo para entrar a las energías renovables. Países como España demuestran cómo se puede avanzar hacia energías limpias, renovables. Hablar de perforar, el lema de Trump, es ir para atrás. En China voy a conocer proyectos de generación enormes. Me he reunido con grandes empresas, con proyectos como una granja solar de 2,2 gigas, una sola granja solar. Ahora hay una serie de contradicciones: cuando Estados Unidos decide por política de su gobernante, cerrarse y cerrar las puertas a los países del sur, pues hay que explorar otras opciones, mirar hacia la Unión Europea y China.

De Las Granjas de Barranca a ministro de Energías

CAMBIO: ¿Y su vida?

E.P.: Mi madre, hasta diciembre, fue madre comunitaria. Hoy las madres comunitarias tienen un “bono pensional”, un ingreso mensual vitalicio que creó este Gobierno. Me tocó rogarle, decirle que después de 36 años cuidando niños de comunidades vulnerables ya debía retirarse. “–Es que no me puedo despegar de los niños–,” me dijo y ahora va a la iglesia a formar niños en temas religiosos.

Yo me crie con muchos niños que atendía mi mamá, muchas promociones. Cuando se inició el programa yo tenía 6 años. Luego, en la juventud, algunos de mis compañeros fueron asesinados en ese recorrido de la infortunada violencia que todavía vive el país. Creo que estar aquí es una reivindicación para ellos.

Nunca pensé estar en el Ministerio de Energía. Pensaba en el sector trabajo, pero le agradezco al presidente que me incluyó en el empalme energético. Hoy estoy enamorado del sector. 

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