“El coronel Óscar Dávila dio la orden del polígrafo”: coronel Carlos Feria, jefe para la protección presidencial
25 Junio 2023

“El coronel Óscar Dávila dio la orden del polígrafo”: coronel Carlos Feria, jefe para la protección presidencial

El coronel Carlos Feria, jefe para la protección presidencial.

Crédito: Foto: Yamith Mariño

El coronel Carlos Feria y otros investigados por el posible uso abusivo del polígrafo le han dicho a la justicia que el que coordinó la prueba del polígrafo y los actos urgentes por el hurto a Laura Sarabia fue el coronel Óscar Dávila. El oficial ya no podrá defenderse de las acusaciones. CAMBIO conoció detalles de las declaraciones que lo mencionan.

Por: Sylvia Charry

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

El pasado miércoles el coronel Carlos Alberto Feria, jefe para la protección presidencial, asistió al interrogatorio al que estaba citado por la investigación que lleva la Fiscalía por el presunto uso irregular del polígrafo al servicio de la Presidencia de la República. El oficial le dijo a la justicia que el que dio la orden de hacerle la prueba de polígrafo a Marelbys Meza, la exniñera de la exjefa de Gabinete de Gustavo Petro, Laura Sarabia, fue el teniente coronel Óscar Darío Dávila, quien se quitó la vida el pasado 9 de junio. Incluso, dijo el coronel Feria, fue el coronel Dávila el que coordinó todos los polígrafos que se hicieron a los otros integrantes del esquema de seguridad de la exfuncionaria. También, dijo Feria, Dávila coordinó los actos urgentes que hizo la SIJIN de la Policía para atender el hurto del dinero y los documentos que estaban en el maletín de Sarabia.

En una diligencia, que duró un par de horas, el oficial les contó a los investigadores que el 29 de enero lo llamó la teniente Sandy Yureina Alvernia Guerrero, entonces jefe del esquema de Laura Sarabia, para avisarle que habían hurtado un dinero que estaba en una maleta que ella misma había subido a la casa de Sarabia dos días atrás. Según explicó Feria, él se encontraba en Consejo de Ministros en Villa de Leyva, Boyacá, en el que también estaba Laura, por lo que llamó al teniente coronel Óscar Darío Dávila, que estaba en Bogotá, para que atendiera el tema.

Para profundizar

¿Quién dio la orden de practicarles la prueba del polígrafo? Le preguntaron los fiscales al coronel Feria. Éste les respondió sin rodeos: el coronel Dávila dio la orden del polígrafo. Incluso, añadió Feria, Dávila coordinó todo con la SIJIN de la Policía para que atendieran los actos urgentes en el apartamento de Sarabia, como la toma de huellas de la maleta, declaraciones, entre otros. Su declaración fue ratificada por quienes hicieron la prueba de polígrafo.

Ese mismo día los investigadores escucharon en interrogatorio al capitán Elkin Augusto Gómez, comandante jefe de Oficina de Polígrafo, y al intendente Jhon Alexander Sacristán Bohórquez, poligrafista. Según fuentes de CAMBIO, a ambos les preguntaron quién les dio la orden de practicar la prueba de polígrafo y cómo fue la orden. Los oficiales coincidieron en la versión: la orden fue verbal y la dio el coronel Óscar Dávila. Incluso, dijeron, el resultado del polígrafo se lo dieron al mismo que les ordenó practicarlo: de nuevo, el coronel Dávila.

Feria, Gómez y Sancristán coinciden en que el coronel Dávila fue el responsable del procedimiento. El teniente coronel Dávila, que se quitó la vida el pasado 9 de junio, ya no podrá contarle su versión a la justicia.

Por el procedimiento de polígrafo, los tres uniformados están siendo investigados como presuntos responsables de los delitos de peculado por uso y abuso de autoridad.

El polígrafo fue una prueba que algunos encontraron inconveniente y abusivo, aunque otros estiman que se trató de una declaración voluntaria y un proceder justificado en el contexto de la seguridad presidencial, teniendo en cuenta que dentro de los elementos hurtados había, al parecer, unos documentos que habían salido de los Consejos de Seguridad, de los que hacía parte Sarabia.

Sin embargo, a los oficiales les puede dar cierta tranquilidad ser investigados por esos dos delitos, teniendo en cuenta que, inicialmente, en las inspecciones que hizo la Fiscalía al edificio Galán, las órdenes de policía judicial aparecían dentro de un proceso por tortura. Esas diligencias fueron atendidas por el coronel Dávila.

En los interrogatorios, los fiscales sólo les preguntaron a los tres oficiales por la prueba de polígrafo; es decir, no tocaron el tema de las interceptaciones ilegales a Marelbys Meza y a la empleada por días de Laura Sarabia. Esta es otra línea de investigación que lleva la Fiscalía, mediante la cual pretenden demostrar que hubo una orden de un superior para que unos oficiales en Chocó decidieran colar los números de ambas mujeres en un proceso que llevaban contra el Clan del Golfo, haciéndolas pasar como ayudantes del extinto cabecilla de la estructura, alias Siopas.

En esta línea de investigación no solo están en la mira de la justicia los investigadores que construyeron el informe de Policía Judicial, sino también los coroneles Feria y Dávila, y un mayor y un coronel de la Dijín que, presuntamente, estuvieron enterados del ilícito. La Fiscalía citó a interrogatorio al patrullero que solicitó la interceptación ilegal de las mujeres en la investigación contra el Clan del Golfo y a los dos patrulleros de la Dijín que pidieron interceptar a ambas mujeres en la investigación que llevaban por el hurto del dinero de Sarabia. Los tres guardaron silencio. También guardó silencio el capitán Carlos Andrés Correa Loaiza, jefe del patrullero del informe del Chocó.

La víctima del robo también declaró la semana pasada en la Fiscalía. La exjefa de gabinete, Laura Sarabia, aclaró que el que se percató del robo del dinero fue su esposo, el abogado Andrés Parra, porque –dijo– ella estaba en Villa de Leyva, y le pidió sacar de la maleta una plata para pagar sus compromisos bancarios. Parra le dijo que no había tal dinero. Fue en ese momento cuando la jefa de su esquema de seguridad tomó contacto con el coronel Feria, quien tampoco estaba en Bogotá. Este, a su vez, llamó al teniente coronel Dávila para ponerlo a cargo de la situación.

Los fiscales le preguntaron a Sarabia por qué primero denunciaron el hurto de 4.000 dólares y luego la cifra subió a 7.000 dólares. Ella aclaró que su esposo fue el que denunció y se equivocó de cuantía porque no tenía el valor exacto de lo que había en la maleta. Por otro lado, la exfuncionaria dijo que en la maleta había una bolsa con el dinero y los documentos de seguridad, pero también estaban pertenencias personales como ropa, unas botas de plástico, maquillaje, objetos de aseo personal, entre otros. Sin embargo, aclaró que solo se llevaron la bolsa con el dinero y los documentos.

El abogado de Sarabia, Jorge Mario Gómez Restrepo, le dijo a CAMBIO que en la diligencia entregaron los soportes de los viáticos pagados en dólares a Sarabia con motivo de un viaje que había hecho a Suiza con el presidente Gustavo Petro. Esos viáticos, aclararon, se los pagaron en dólares por ser un viaje al exterior. Esa certificación cubre desde agosto del 2022 hasta mayo 2023, y justificaría una parte de los viáticos.

Sarabia también entregó a los fiscales el soporte de un préstamo que tuvo que hacer por un monto de 50 millones de pesos para poder pagar las obligaciones bancarias que no pudo pagar por el hurto del dinero.
En el despacho de la fiscal que investiga el hurto a Sarabia reposan los videos en los que se ve la maleta que suben al apartamento con el video.

CAMBIO reveló la declaración de un patrullero de la Policía que para el momento del hurto era el jefe del puesto fijo de vigilancia destacado en el edificio donde vive Laura Sarabia. Según el testimonio del uniformado, la maleta que llevaron a la casa de la entonces jefa de Gabinete era tan pesada que él tuvo que ayudarle a la teniente a subirla al apartamento. El policía sostiene que la oficial tuvo que alzar la carga con sus dos manos. Su declaración dice textualmente:

“Cuando yo veo la camioneta, el patrullero Bonilla que estaba de turno conmigo, me dice que ahí llegó mi Teniente SANDY entonces como no sabía quién era la oficial decidimos ir a la camioneta a presentarme como jefe de servicio en el momento, cuando llego a la camioneta mi Teniente no está, estaba en la administración, pasados unos minutos ella regresa y me le presento, hablamos respecto al servicio que se está presentando en el edificio y me manifestó que la administradora estaba contenta por la presencia de nosotros, de un momento a otro ella nos solicita que uno de los dos la acompañemos a subir una maleta al apartamento, mi Teniente SANDY va a la parte de atrás de la camioneta y ella toma la maleta y la baja de la camioneta, en ese momento veo que ella sujeta la maleta con las dos manos, pues hizo bastante fuerza para sostenerla, inmediatamente le digo venga mi Teniente yo le colaboro a cargar la maleta y ella me la entrega, en ese momento caminamos unos cuatro o cinco pasos, el conductor la llama y le dice que suba un termo que también era para el apartamento, luego continuamos hacia el ascensor, pedimos el piso 13, ingresamos al mismo, nos encontramos con un trabajador que venia del sótano, llegamos al piso 13 donde queda el apartamento, me bajo con mi Teniente SANDY y le entrego la maleta, el trabajador sigue porque va para el piso 19, ella timbra se escucha la empleada preguntar quién es, mi teniente se le identifica la señora abre la puerta y la observo con un niño de brazos alzados, la saludo y mi teniente ingresa al apartamento, mientras yo la espero”.

Sin embargo, la declaración que dio Sarabia a la justicia sobre el contenido de la maleta podría explicar el peso de la misma. Por ahora, la Fiscalía no cuenta con ningún otro testimonio que hable de que en la maleta había más plata. Los videos serán pieza clave para confirmar o desvirtuar si era una sola maleta y si su peso era o no exagerado.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí