El juego a tres bandas de Quintero para mantener su legado
26 Abril 2023

El juego a tres bandas de Quintero para mantener su legado

Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño

Andree Uribe, Juan Carlos Upegui y Albert Corredor son las alternativas que baraja el quinterismo en Medellín para continuar en el poder. ¿Quién terminará en el tarjetón?

Por: Redacción Cambio

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La usanza política dicta que el alcalde de turno unge a uno de sus aliados para que represente sus banderas en las siguientes elecciones. El elegido, entonces, busca el triunfo mientras se mantiene a flote en medio de dos polos: uno positivo, en el que saca pecho por los logros de la administración saliente, y uno negativo, en la que está obligado a soportar las críticas por cada salida en falso del gobierno de turno. Lo que resulta extraño es que en la misma ciudad haya más de un nombre que busque la bendición del alcalde saliente. En Medellín hay al menos tres.

Los tres fueron sus escuderos cercanos durante los últimos años y ahora cruzan dedos para que su líder les brinde su visto bueno.

Se trata de Andree Uribe, Juan Carlos Upegui y Albert Corredor; exsecretaria de Salud, exsecretario de la No Violencia y exconcejal, respectivamente. El momento más importante de sus carreras, el cual les abrió las puertas a una mayor visibilidad y protagonismo, coincide con la llegada de Quintero a la Alcaldía de Medellín en enero de 2020. Sin desconocer sus méritos individuales, no es equivocado considerar que le deben al alcalde estar el sonajero como sus posibles sustitutos. Cada uno cuenta con puntos fuertes y débiles, por lo que no está claro aún quién aparecerá en el tarjetón electoral de octubre. Lo más probable es que se acote el espectro, en aras de aumentar sus chances de ganar, y sólo uno emerja como el candidato del quinterismo.

Andree Uribe

Hasta el momento, la posición de la única mujer entre los tres pretendientes por la aprobación del alcalde parece la más desventajosa. Uribe, que se graduó de enfermera y cuenta con estudios de posgrado en salud pública, adquirió notoriedad nacional cuando fue designada como alcaldesa encargada en el primer semestre de 2022, después de que la Procuraduría General de la Nación suspendiera temporalmente de su cargo a Daniel Quintero por un supuesto caso de participación en política. La atención que recibió durante ese breve espacio de tiempo, sumado al caldeado ambiente que se generó en la previa a las elecciones presidenciales y que tuvo a Medellín como uno de sus epicentros, la convirtió en una de las figuras más visibles del gabinete del alcalde. Eso, junto con la gestión que realizó en el manejo de la pandemia, la convencieron de perseguir sus aspiraciones electorales.

El primer paso fue renunciar a la Secretaría de Salud, lo que tácitamente se entendió como una movida previa a una candidatura. Pero ese envión se disipó pronto cuando se hicieron públicas las encuestas de Independientes, el movimiento que sirvió de plataforma para Quintero en 2019.

En un inicio, Uribe evaluó la posibilidad de postularse a la Alcaldía con el aval de Independientes —cuya personería jurídica fue reconocida en marzo por el Consejo Nacional Electoral (CNE)— hasta que los sondeos revelaron que su excompañero de gabinete Juan Carlos Upegui, quien fue secretario de la No Violencia hasta febrero de 2022, lideraba la intención de voto. La exsecretaria comunicó de inmediato que se apartaba del proceso de selección de candidato y que recogería firmas por su cuenta.

Desde entonces, se ha distanciado de Daniel Quintero. En conversación con CAMBIO, recientemente, aseguró que existían rumores sobre un posible favorecimiento a Upegui por parte de los encuestadores. “Yo nunca estuve en la estrategia de Quintero. Tanto es así que la prueba son los resultados de la encuesta. Yo nunca estuve en la estrategia, y ahora menos. Hay una actitud muy reacia. Desde que me salí, no he vuelto a tener ninguna conversación con nadie de Independientes”, agregó.

Juan Carlos Upegui

Con el paso la costado de Uribe, el camino en Independientes quedó allanado para Upegui, filósofo de la Universidad Nacional y quien está emparentado con el alcalde ya que es primo hermano de Diana Osorio, su esposa. En los comienzos de Quintero en política, cuando creó el fugaz y extinto Partido del Tomate en 2013, Upegui estuvo acompañándolo y también colaboró en su campaña a la Alcaldía. A su favor no jugó sólo la relación familiar con Quintero, sino una historia de cercanía más longeva que la de Uribe.

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Y, pese a las encuestas contratadas por Independientes y la aparente incertidumbre que reinaba antes de que se conocieran los resultados, el exsecretario de la No Violencia ya se comportaba como si fuera el candidato del movimiento. Desde hace varios meses era evidente su fuerte estrategia en redes sociales, especialmente en Tik Tok, en la que una cuenta aparentemente manejada por sus seguidores subía diariamente contenidos suyos y acumulaba millones de reproducciones. A eso había que sumarle el particular cubrimiento que de sus actividades llevaba a cabo Telemedellín, incluso cuando había renunciado a la administración. El canal, que es una entidad adscrita a la Alcaldía, definió la campaña su campaña como “un éxito hasta el momento” y le ha dado visibilidad como si se tratara de un funcionario de la Alcaldía.

La encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC) que convirtió al exsecretario en el precandidato con mejores chances de representar a Independientes lo mostró con una intención de voto del 24,4 por ciento. Más abajo, con 18,5 y 15,7 por ciento, respectivamente, estuvieron Andree Uribe y Sergio López, exdirector de Planeación de la ciudad. Desde entonces, Upegui ha venido ejecutando acciones naturales de quien ya se considera candidato, como atender a medios nacionales que lo presentan como la ficha del quinterismo en las elecciones y agrupar figuras políticas en su campaña.

El exsecretario, el pasado 15 de marzo, fue entrevistado en horas de la mañana por la mesa de trabajo de la emisora La FM. En medio de la conversación, en la que Upegui se definió a sí mismo como “líder nacional” que proviene de un “territorio olvidado”, los periodistas le cuestionaron sus afirmaciones, aseguraron que no lo conocían hasta ese momento y le advirtieron que sus palabras eran una "apropiación de un discurso que no le corresponde". La discusión tomó vuelo en redes y llevó a que Diana Osorio, su prima, saliera en su defensa y publicara diferentes trinos criticando a Luis Carlos Vélez, director del espacio radial.

Al margen de la connotación que pudo tener la entrevista —positiva para algunos y negativa para otros—, sirvió para que Upegui diera el salto más allá de Medellín y el país lo conociera como uno de los posibles reemplazos de Daniel Quintero. La puja no está definida todavía y eso es gracias a las aspiraciones de otro amigo del alcalde, quien tiene una maquinaria mejor aceitada y más dinámica que la del propio exsecretario.

Albert Corredor

En 2019, cuando consiguió 8.506 votos y fue elegido concejal, Albert Corredor se tomaba fotos con el expresidente Uribe y su partido era el Centro Democrático. Esa realidad pronto cambió gracias a su amistad con Daniel Quintero, quien venció a Alfredo Ramos, candidato uribista a la Alcaldía de Medellín, y lo dejó en una encrucijada: decantarse por la oposición o el oficialismo. Rápidamente optó por este último camino.

Antes de su periodo como cabildante, en la hoja de vida de Corredor destaca su etapa como asesor del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic) mientras Daniel Quintero se desempeñó como viceministro de esa cartera, en el segundo cuatrienio de Juan Manuel Santos. Quintero renunció a su cargo para apoyar abiertamente al liberal Humberto de la Calle en diciembre de 2017 y unos meses después, en abril de 2018, Corredor fue oficializado como gerente de esa campaña presidencial en Antioquia. La estrepitosa derrota en aquellos comicios sólo pospuso la aparición electoral de ambos, que ocurrió en las regionales de 2019 y les permitió adquirir mayor notoriedad local y nacional.

Tras llegar al Concejo y su amigo a la Alcaldía, Corredor armó un rancho aparte de la bancada del Centro Demcorático, que se proyectaba como la principal fuerza opositora a la nueva administración. A su disidencia se sumaron otras tres de sus compañeras de partido: Lina García, María Paulina Aguinaga y Nataly Vélez. Entre los cuatro impidieron que Simón Molina, también uribista, llegara a la presidencia del Concejo en noviembre de 2021. Las directivas de la colectividad los castigaron, quitándoles la voz y el voto por 18 meses, a lo que Corredor respondió renunciando al partido. “Quienes se hacen elegir, no se deben a un partido, sino a la comunidad”, aseveró en esa ocasión.

En junio del año pasado dimitió de su curul en el Concejo y empezó a perfilarse como candidato a la Alcaldía. El pasado diciembre, El Colombiano reveló que Corredor realizó una entrega de regalos en barrios populares de Medellín que presuntamente se financió con dinero de contratistas de la Secretaría de Educación. Esta entidad, al parecer, es un fortín burocrático de Corredor. A mediados de febrero, La Silla Vacía publicó una serie de chats que muestran cómo funcionarios de esta secretaría citaron a “cientos de contratistas” para recibir una capacitación sobre cómo recolectar firmas para la campaña del exconcejal. Ese presunto favorecimiento llevó a que la Procuraduría abriera una investigación a 11 funcionarios del gobierno de la ciudad. 

Fuentes de CAMBIO, quienes pidieron guardar su identidad por temor a represalias, declararon que este tipo de presiones sigue ejerciéndose sobre funcionarios de la Alcaldía.

Entonces, si bien Upegui cuenta con el espaldarazo de Independientes, Corredor tiene a su favor una porción de la burocracia de Medellín. Más rezagada está Uribe, quien deberá surgir como una alternativa viable en los próximos meses si quiere que su cara aparezca en el tarjetón. El tiempo, y sobre todo las encuestas, darán un dictamen sobre cuál de los tres está mejor posicionado. El mecanismo de elección del candidato no se ha definido, pero seguramente será sólo uno de ellos que dará la pelea por preservar el legado de Quintero.

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