Francia Márquez: de fenómeno político a vicepresidenta incómoda

Crédito: Colprensa.

9 Febrero 2025 03:02 am

Francia Márquez: de fenómeno político a vicepresidenta incómoda

Márquez, que llegó a la Vicepresidencia como una potente figura política y cultural, enfrenta hoy lo más crudo del poder. Se convirtió en una voz implacable contra el Gobierno siendo parte del mismo y su popularidad aterrizó de barriga por un ministerio que no ha despegado. Esta es la crónica de una oportunidad que se transformó en desencanto y quedó expuesta en el horario triple A de la televisión.

Por: Andrés Mateo Muñoz

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Ese sábado no le cabía un arroz parado a la Plazoleta de San Francisco, en Cali. Era 26 de febrero de 2022, faltaban unas semanas para la primera vuelta presidencial y en tarima estaba la estrella política del momento. Las luces del escenario resaltaban los vivos verdes y amarillos de su vestido con mosaicos africanos. No había sastres almidonados ni camisetas blancas con tarjetones impresos. Una mochila tejida bailaba en su antebrazo y servía de equilibrio para la otra mano que sostenía el micrófono. “Pues sí, soy igualada y qué”, decía Francia Márquez, mientras el público, su público, estallaba de júbilo porque por fin alguien de los suyos parecía con chances de llegar a lo más alto del poder político.

“Me temblaban las manos de la emoción, era una revancha y la gente lo entendía”, le dijo a CAMBIO una de las personas que acompañó a Francia en ese y otro mítines de campaña. Detrás de la entonces candidata estaba Alexander López, que intentaba capturar la mejor fotografía y había gestionado el aval del Polo para Márquez. Él y otros pesos pesados del petrismo defendieron el nombre de la lideresa caucana para que fuera la fórmula de Gustavo Petro. 

Al fin de cuentas, Márquez nunca fue una opción que generara un rotundo sí entre los que mandaban en la campaña, como el mismo Armando Benedetti. Sonaron nombres como el de la excanciller María Emma Mejía, que el entonces aliado César Gaviria acercó a Petro. A Francia casi la dejan por fuera por un acuerdo político con el Partido Liberal. Pero ella, muy igualada, aprovechó los debates para alertar de la inconveniencia de acercarse a la política tradicional, y en especial al expresidente.

“Un pacto con Gaviria significa más de lo mismo. Gaviria es parte de los que han llevado a este país a vivir en la corrupción. Siempre ha estado gobernando para su favor”, dijo Márquez.

Los puentes que Petro había construido con Gaviria para que por allí pasaran cerca de dos millones de votos liberales se vinieron abajo. Sin pedir permiso, Márquez dinamitó la controversial alianza y se quedó con la candidatura vicepresidencial. Le dio vigor a la campaña y una dosis de coherencia. Francia era el relato perfecto de lo que Petro decía representar: mujer, afro, con liderazgo social y ambiental, víctima del conflicto y lejos de una maquinaria partidista. 

Ese fue, quizás, el paso menos pragmático de Petro en 2022. Apeló al fenómeno cultural que representaba Márquez en ese entonces, a la emoción por encima del cálculo electoral. Y resultó: ganaron. En primera y en segunda. Pero lo que unió el calor de la política lo está separando la frialdad de los muros de los palacios de gobierno y las estrategias incipientes de una campaña anticipada.

'No nos fallen'

Posesión de Francia Márquez y Gustavo Petro
Pancarta en la Plaza de Bolívar durante la posesión de Gustavo Petro y Francia Márquez el 7 de agosto de 2022. Foto: Colprensa.

Haber estado al frente de la campaña que quiso representar a los “nadies” ha puesto en los hombros de Petro y Márquez el peso de deudas históricas. 

“Es un chicharrón. Pero nos lo comemos y hacemos que funcione”, dijo Francia Márquez en su primera entrevista con CAMBIO en septiembre de 2022. 

Por ese entonces, ‘la vice’ como la llaman quienes trabajan a su lado empezaba a reclamar un espacio para incidir y no ser un florero. La Vicepresidencia siempre ha sido un adorno por sí misma y, por ello, los últimos en ocupar ese cargo han tenido tiempo para ser ministros; Marta Lucía Ramírez fue canciller y, Germán Vargas, superministro de Santos.

Y aunque la idea del Ministerio de la Igualdad todavía no se materializaba, aquella imagen de una vicepresidenta emocionada y sonriente daba cuenta de la expectativa que tenía. “En ese momento se le asignaron unas funciones medio gaseosas con un decreto. Las asumió, pero quería tener más herramientas para llegar a la gente”, dice una persona que trabajó con Márquez.

Pero, con el tiempo, esa imagen se desdibujó. Vino una segunda entrevista con CAMBIO, y allí Francia mostró el lado más crudo de su vida dentro de un gabinete: 

“Tengo que reconocer que siento frustración y, de alguna manera, siento vergüenza, de que a la gente común no le hayan cambiado las condiciones de vida”, dijo.

Esa frase fue casi idéntica a la que hizo parte de su catarsis en televisión nacional durante el ya célebre consejo de ministros del pasado 4 de febrero. Allí, Márquez insistió en sentirse "relegada" y criticó con dureza a Laura Sarabia, que en la práctica siempre ha sido la 'número dos' del gobierno Petro. 

El presidente no asomó ninguna autocrítica y, en cambio, respondió a su otrora fórmula con señalamientos de sectarismo, agendas paralelas y, por supuesto, cuestionando la lenta ejecución del Ministerio de la Igualdad, algo que ya había hecho el 24 de diciembre pasado.

‘¿Dónde está el Ministerio de la Igualdad?’, preguntó el mandatario en el almuerzo con habitantes de calle. 

Esa cartera cerró el 2024 con una ejecución del 3 por ciento de su presupuesto, la más baja de los 19 ministerios. 

Pero la presión no solo ha venido de la misma Casa de Nariño, sino también del Congreso. Han sido cuatro los despiadados debates de control político en apenas año y medio, que, en algunos casos, parecían mezclar la veeduría con el odio personal. Los movimientos paquidérmicos del MinIgualdad han sido el material perfecto para la oposición que aboga por adelgazar al Estado y reducir el gasto. 

“La peor ministra de la historia de Colombia”, sentenció el senador Jota Pe Hernández en noviembre de 2024.

Márquez ha argumentado que le tocó empezar un ministerio de cero, como a nadie en los últimos cien años, y que el mejoramiento es continuo. Se han cambiado viceministros, implementado estrategias nuevas, acelerado la contratación. Aun así, el avance sigue en deuda.

“Empezar de cero no es fácil. La primera funcionaria fue la vicepresidenta. Incluso, después de un año, no teníamos todo el equipo nombrado y ni siquiera una sede. Nos reuníamos en la Vicepresidencia en la sala que estuviera disponible”, dijo Gareth Sella, exviceministro de Juventudes. Sella explicó que su salida del cargo obedece a un desgaste que ya le estaba generando problemas de salud.

Otro testigo de la corta vida del Ministerio de la Igualdad asegura que el afán de Francia no es por más protagonismo, sino que responde al deseo de poder mirar a los ojos a la gente que votó por ella. “La presión de los medios y la oposición es lo de menos, hasta la de Petro. Lo que a ella le duele en el corazón es no cumplirle a la gente y que quede como la única culpable”, explicó.

La urgencia se hizo mayor desde que la Corte Constitucional le puso fecha de vencimiento al ministerio. Un vicio de trámite en el Congreso tumbó el proyecto que lo creó y la cartera desaparecerá en 2026. La única y remota esperanza es tramitar otra iniciativa. 

Francia Márquez: ¿hay vida más allá del Pacto?

La renuncia de Francia Márquez está descartada. No quiere incumplir el mandato de las urnas. Tampoco aspirará a la Presidencia. Las fuentes consultadas aseguran que la meta es llegar a 2026 con objetivos cumplidos que mostrar en el ministerio y no con una campaña montada. Algo de lo que no dan crédito algunas voces del Pacto Histórico.

“Lo de la vicepresidenta en el consejo también tuvo una orientación política. Se dio justo en época de campaña donde ya hay otras mujeres en carrera. Eso no es coincidencia”, dijo un congresista del petrismo.

Más allá de las suspicacias, lo cierto es que Márquez tampoco va a desprenderse de su movimiento Soy porque Somos, la primera plataforma que respaldó su aspiración presidencial en 2021. Allí han prosperado liderazgos como el de Dorina Hernández, actual representante a la Cámara, y el de Ariel Palacios, líder nariñense. Ambos han ganado espacios en la vida pública que ni ellos ni sus bases se pueden dar el lujo de perder.

El movimiento se ha mantenido independiente del proceso de unificación del Pacto Histórico. Nunca se han sentido ciento por ciento acogidos en esa coalición y sobre la mesa está la opción de apostarle a un ejercicio progresista y autónomo. La decisión se tomará en asamblea en los próximos meses.

Además, una demanda en el Consejo de Estado podría quitarle la personería jurídica a Soy porque Somos, haciendo indispensable tener buenas alianzas y resultados en 2026. Los diálogos exploratorios ya están andando, aunque están crudos.

En diciembre pasado, la vicepresidenta aprovechó la Feria de Cali para ser anfitriona de Daniel Quintero y Carlos Caicedo, otras dos figuras del bloque progresista que no huyen a una aspiración presidencial. De ese encuentro salió la foto que alimentó rumores de coalición a la vista. Sin embargo, no hay acuerdos de ninguna clase hasta el momento.

Francia Márquez, Daniel Quintero y Carlos Caicedo
Carlos Caicedo, Francia Márquez y Daniel Quintero se reunieron en diciembre pasado en Cali. Foto: @QuinteroCalle

Los tres comparten el deseo de no caminarle a un progresismo monolítico y el rumbo de sus movimientos así lo ha demostrado. Quintero lidera el movimiento Independientes y sigue tanteando el terreno mientras marca distancia con el petrismo ‘pura sangre’. En los últimos días, su enfrentamiento con Gustavo Bolívar subió de tono y lo ha señalado de “traidor” por hacer parte de grupo rebelde del gabinete.

Por su parte, Caicedo hace cálculos para recomponer a Fuerza Ciudadana, que perdió su personería, pero mantiene una base robusta en el Caribe. Ese movimiento también le ha hecho el quite a una adhesión al Pacto. En 2022 presentaron su propia lista al Congreso y lograron una curul en la Cámara.

Francia Márquez representa, entonces, un progresismo distinto al que ya está aglutinado en el Pacto Histórico. La cuestión a resolver es si en ese frente amplio y no sectario que sueña Petro no solo hay espacio para Armando Benedetti, sino también para su exfórmula vicepresidencial. 

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