
La Fiscalía demostró que hizo firmar a una trabajadora del servicio de limpieza un contrato de 18 millones de pesos sin su consentimiento.
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La historia de la funcionaria que convirtió a su empleada doméstica en contratista fantasma del Estado
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Sandra Milena Gómez Osorio, exdirectora local de Salud de La Unión (Antioquia), fue condenada a cinco años y cuatro meses de prisión por falsedad ideológica en documento público. Su historia involucra a una empleada de servicio que engañó. Le contamos los detalles.
Por: Juan David Cano

La historia ocurrió en La Unión, un pequeño municipio del oriente antioqueño. En marzo de 2015, Sandra Milena Gómez Osorio, entonces directora local de Salud, recurrió a una maniobra tan burda como efectiva: le hizo firmar un contrato público a una mujer que limpiaba su oficina, sin que ella supiera de qué se trataba.

El documento, por 18 millones de pesos, supuestamente tenía por objeto el suministro de refrigerios para eventos institucionales. Pero la firmante -la empleada doméstica-, no tenía empresa, no tenía idea del contrato y jamás se enteró de que se había convertido en contratista.
La Fiscalía logró reconstruir los hechos y probar que Gómez Osorio no solo falsificó la firma, sino que después intentó darle visos de legalidad al contrato con informes de supervisión ficticios. Informes que afirmaban que el contrato se había ejecutado conforme a lo pactado, aunque nunca se entregaron refrigerios ni hubo ejecución alguna.

Tras casi una década de impunidad, un juez de conocimiento condenó a Gómez Osorio a cinco años y cuatro meses de prisión por falsedad ideológica en documento público.
La decisión, sin embargo, generó reacciones: mientras la Fiscalía apeló porque se le absolvió por el delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales, la defensa también presentó recurso buscando reversar la condena.
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