Inseguridad, el talón de Aquiles político de Galán en Bogotá

Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá.

Crédito: Crédito: Colprensa

4 Marzo 2024

Inseguridad, el talón de Aquiles político de Galán en Bogotá

Aunque el alcalde Carlos Fernando Galán comenzó su periodo con un arrollador apoyo en el Concejo Distrital y una alta popularidad, los problemas de seguridad en la ciudad se han convertido en su primera pesadilla política. La mayoría de los cabildantes piden que se cumpla el eslogan ‘Bogotá camina segura’ y buscan sacar réditos de la situación.

Por: Andrés Muñoz

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Una silueta dorada de Carlos Fernando Galán caminando sobre un fondo rojo fue el logo de campaña del hoy alcalde. La imagen se acompañó de un eslogan simple pero contundente: “Bogotá camina segura”. Así como la mayoría de los candidatos en ciudades capitales de las elecciones territoriales del año pasado, Galán hizo de la seguridad su bandera. Sin embargo, es ese mismo tema el que tiene ahora al alcalde rindiendo cuentas y a los sectores políticos de la ciudad adjudicándose la fórmula correcta para solucionar el problema.

Cuando Carlos Fernando Galán se posesionó como alcalde de la ciudad, se pensó que su primer desafío político era la primera línea del metro y la discusión con el Gobierno nacional acerca de subterranizarlo o no. Pero rápidamente la inseguridad en la capital se convirtió en el principal asunto de controversia, no tanto por ser un asunto nuevo en Bogotá, sino por la promesa de campaña que hizo el alcalde de combatir el crimen, reducir las cifras y la percepción de inseguridad en los ciudadanos. 

El Concejo Distrital, que en enero parecía un idilio para el alcalde, se ha convertido en las últimas semanas en el escenario de críticas, reclamos y propuestas para atajar a los robos, las extorsiones y los homicidios, tres crímenes de alto impacto en la opinión pública a los que ningún político puede darse el lujo de dejar pasar.

Una de las propuestas más polémicas ha venido desde la bancada del Centro Democrático, que ha propuesto, entre otras cosas, explorar la posibilidad de flexibilizar el porte de armas en la ciudad. 

“La inseguridad en Bogotá no da tregua. Hay que dejar la tibieza y atacar la delincuencia con contundencia”, aseguró el concejal Daniel Briceño Montes.

La bancada del Centro Democrático también le pidió al alcalde Galán solicitar apoyo al Ejército Nacional para militarizar la ciudad y así combatir los delitos. “En Bogotá la extorsión está disparada por esto. Grupos armados controlan territorios de la capital. Actores armados del nivel de las AGC y el Tren de Aragua. Necesitamos militarización ya”, fue la petición del concejal Oscar Ramírez Vahos. 

Aunque cuestionables, las anteriores propuestas del Centro Democrático, que hacen parte de un grupo de 13 estrategias que el uribismo puso sobre la mesa, son coherentes frente a lo que fue la campaña de 2023. Todos los candidatos al Concejo de esa colectividad soportaron el año pasado sus propuestas en la situación de seguridad durante la administración de Claudia López, e incluso hoy en día siguen endilgando a la exalcaldesa la situación que vive la ciudad.

“La alcaldesa Claudia López ahora se lava las manos con el tema de inseguridad en Bogotá cuando fue ella la que convirtió a la Policía de la ciudad en una moneda de cambio político”, dijo Briceño a propósito de la discusión en redes sociales entre López y la directora de Semana, Vicky Dávila.

En la otra orilla política está el concejal por el Pacto Histórico José Cuesta Novoa, quien se opone a la propuesta de militarización y la flexibilización del porte de armas. “Flexibilizar el porte de armas en la ciudad es un suicidio”, le dijo Cuesta a CAMBIO.

El concejal, que también se ha especializado en la problemática de seguridad en Bogotá, argumenta que la lucha contra la criminalidad debe hacerse con un enfoque de seguridad humana en nivel de la delincuencia común.

“Hay un fenómeno de hambre que no podemos desconocer. Es necesaria una política robusta de seguridad humana porque ese nivel de delincuencia callejera obedece a situaciones en las cuales no hemos podido salir en la ciudad de Bogotá: tasas de desempleo, el fenómeno de los nini en los sectores de los jóvenes que no tienen trabajo ni tampoco estudio”, dijo el concejal Cuesta Novoa.

El concejal petrista también señaló que es indispensable integrar la seguridad humana con estrategias para el aumento de pie de fuerza, tecnología y capacidad de la fuerza pública para enfrentar estructuras criminales más grandes.

“Yo me le he metido a este tema (seguridad) para mostrar que en el caso de los sectores progresistas, alternativos y democráticos también tenemos que dejar el complejo de creer que los únicos que hablan de temas de seguridad son los de derecha”, expresó Cuesta.

Por su parte, el concejal Julián Espinosa opina sobre los casos de inseguridad en Bogotá que “esto no es un tema de percepción, es una realidad grave que tenemos que enfrentar”. Según el concejal de la Alianza Verde, "Bogotá está atravesando el mismo problema que Cali y Medellín, con unas alianzas criminales muy complejas. A eso hay que sumarle la existencia de grupos criminales más pequeños como la Oficina de San Andresito, Los Camilos, Los costeños".

Para Espinosa, uno de los focos sobre los cuales es indispensable actuar son las cárceles, donde los criminales siguen extorsionando a comerciantes, coordinando sus bandas y operando redes de estafa a través de internet y llamadas. "Necesitamos más fuerza pública, mejores sistemas de vigilancia, mejores sistemas de iluminación en los espacios públicos y por supuesto que el Gobierno Nacional también entienda que que hay que fortalecer a la fuerza pública", dijo el concejal verde.

El cabildante también puso su grano de arena para ayudarles a las autoridades en el rastreo de los puntos más críticos de criminalidad en Bogotá. Por ello, lanzó la plataforma 'Choro Alerta', en la que los bogotanos pueden reportar en qué zona de la capital fueron víctimas de algún hecho delictivo.

La administración de Carlos Fernando Galán ha dirigido sus esfuerzos para atender el problema de inseguridad en la ciudad a través de la creación de un grupo élite de la Policía, un aumento, todavía pequeño, de 700 policías en la ciudad, dos nuevos helicópteros para la vigilancia así como drones y la articulación entre las autoridades y las comunidades. Sin embargo, entre más hechos de inseguridad aparezcan en redes sociales, mayor será el reto del mandatario local de evitar que el problema se le convierta en la mancha de su paso por el Palacio de Liévano.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí