La batalla decisiva: ¿consulta popular o mini reforma laboral en el Congreso?
21 Abril 2025 06:04 am

La batalla decisiva: ¿consulta popular o mini reforma laboral en el Congreso?

El presidente Gustavo Petro.

Crédito: Joel González - Presidencia

Tras la pausa de Semana Santa, la confrontación política entre el Gobierno y la oposición se reanuda. Este lunes se radica la solicitud para activar el mecanismo de consulta popular, aunque en el Senado insisten en una iniciativa parlamentaria más rápida y económica.

Por: Armando Neira

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El Congreso vuelve a ser el escenario de otro capítulo del enfrentamiento entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y la oposición. Tras el receso por los días santos, este lunes se radica la solicitud para la consulta popular en el Legislativo, mientras, en paralelo, comenzará el estudio detallado de otras propuestas. 

“El 21 de abril seguramente estaremos radicando ante la Secretaría del Senado la solicitud del presidente, firmada por todos los ministros del despacho”, dijo el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, quien no tiene dudas del objetivo: “Para convocar a una consulta popular que haga posible la expresión de la ciudadanía y de millones de colombianos en favor de esta reforma laboral y su contenido”.

Sin embargo, otros sectores opinan diferente. María Jimena Escandón, magíster en Gobierno por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, afirma que, en realidad, el Gobierno “sigue firme en su intención de impulsar una consulta popular, pues la considera una herramienta clave para fortalecer su campaña al Congreso en 2026”.

Se trata de dos elementos esenciales con los que, según el Partido Liberal, se lograrían avances en materia laboral sin recurrir a las urnas, como pretende el Gobierno, que insiste en que sea el pueblo quien decida su futuro “ante el bloqueo institucional”.

Conservadores: una consulta innecesaria

En esta nueva etapa de discusión política, cada bancada mostrará su posición. Con la propuesta que los liberales presentaron, según Efraín Cepeda, presidente del Senado, ya “no sería necesaria la consulta”. Otras colectividades han anunciado que, en estos días, estuvieron reflexionando sobre el camino a seguir.

Una manifestación política
Aspecto de una manifestación política en apoyo a la consulta popular. FOTO: Colprensa.

¿Entraron en estado de recogimiento para decidir cómo se beneficiará más a todos los colombianos, o se habrán dejado tentar por la posibilidad de obtener beneficios políticos? “Por sus frutos los conoceréis”, dice la Biblia. Y desde mañana, contarán cómo votarán.

En el círculo del expresidente César Gaviria Trujillo se afirma que no debería haber dilema: “la situación es sencilla”, aseguran. El Gobierno debe decidir si quiere gastar 900.000 millones de pesos en una consulta que podría perder, apelando al populismo, o si respalda el proyecto de reforma laboral del Partido Liberal, que, incluso con la unión de los partidos, podría ser aprobado, aislando al Ejecutivo en su insistencia con la consulta.

Los líderes de los partidos tradicionales, sin embargo, se enfrentan a un gobierno que no parece dispuesto a ceder. “La convocatoria al pueblo a decidir es una decisión tomada”, afirmó el presidente Petro.

“La consulta va, sí o sí”

Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, ha sido categórico frente a las relaciones con el Legislativo: “A nosotros ya no nos importa si la reforma laboral se hundió o no. El presidente de la República, junto con sus ministros, ya tomó la decisión de una consulta popular, y la consulta va, sí o sí”.

Antes del receso de la Semana Mayor, el Gobierno nacional anunció que para definir las diez preguntas —podrían ser máximo doce— estas se construirían supuestamente en conjunto con la ciudadanía, mediante un portal llamado Consulta Digital, habilitado por el Ministerio del Interior.

Armando Benedetti, ministro del Interior; Antonio Sanguino, ministro de Trabajo.
Armando Benedetti, ministro del Interior; Antonio Sanguino, ministro de Trabajo. FOTOS: Colprensa -CAMBIO

Hasta ahora, Benedetti se había mostrado como el líder designado por el Gobierno para movilizar a la ciudadanía en busca de apoyo popular. Ahora habrá que ver cómo actuará en público tras el cañonazo que le soltó la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, con un nuevo audio que lo deja mal parado. ¿Tiene el blindaje suficiente para moverse libremente ante los actores políticos que lo volverán a cuestionar?

“Aunque la consulta popular es un mecanismo de participación válido, contemplado en la Constitución Nacional, no me parece prudente realizarla en medio de un ambiente preelectoral”, dijo. “La proximidad de las elecciones y la realización de la consulta popular pueden restarle seriedad y visión de país tanto a la consulta como a las elecciones. Nos exponemos a una combinación poco sana”, argumentó.

Estas palabras fueron recogidas por el exsenador Humberto de la Calle Lombana, quien manifestó que la frase del cardenal Rueda, dada a El Tiempo, estaba “llena de sensatez”. Para él, “una reforma laboral es necesaria y urgente, pero no es conveniente mezclarla con una consulta popular durante un proceso electoral en curso. Hay que buscar acuerdos tanto en los mecanismos de concertación con trabajadores y empresarios como en el Congreso-Gobierno”.

La hora de mover las bases

No es una tarea fácil, porque en juego no están solo las posibilidades reales de que los trabajadores del país tengan mejores condiciones, sino que es evidente que el Gobierno utiliza la consulta como herramienta para movilizar a sus bases y fortalecer a sus cuadros en el país, en un escenario que parece más de campaña política que de gobernabilidad.

Efraín Cepeda, presidente del Congreso
Efraín Cepeda, senador del Partido Conservador y presidente del Congreso. FOTO: Colprensa.

Por eso, el analista político Gabriel Cifuentes considera que, aunque no hubo sesiones legislativas en Semana Santa, fue un período de reflexión y toma de decisiones políticas para todos los partidos. A su juicio, “el tema central fue la confrontación entre la consulta y la reforma laboral de trámite abreviado, dos asuntos que van de la mano”.

Además, hay un intento de resucitar la reforma en el Congreso mediante la acción interpuesta por el senador Fabián Díaz. 

Aunque estos intentos buscan revivir apartes de la reforma laboral y restar peso a la propuesta de consulta popular del Gobierno, para los analistas no parece factible que el presidente deje pasar la oportunidad que supone esta plataforma electoral, ni que permitan que los partidos que hundieron su iniciativas se apropien de sus banderas.

En este panorama, lo único claro es que el Congreso no ve con buenos ojos la intención del Ejecutivo de intervenir en su autonomía mediante la movilización ciudadana, y menos aún en medio de una campaña en la que cada día aparecen más candidatos.

Una piedra en el camino para el Ejecutivo

Sin embargo, son elementos que no pueden ignorarse tan fácilmente. Gonzalo Araújo, magíster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca, afirma que la propuesta liberal introduce un contrapeso en el debate sobre los derechos laborales de los colombianos y le resta al Gobierno protagonismo discursivo sobre la defensa de los trabajadores.

En esta línea y a pesar del impulso de esta reforma abreviada, esta podría complicar los cálculos del Ejecutivo para lograr en el Senado la aprobación del cuestionario de la consulta. Al Gobierno no le alcanzarían los apoyos necesarios para obtener la mayoría requerida y convocar la consulta, si se cuentan los trece votos del Partido Liberal, junto a los del Centro Democrático, Cambio Radical, algunos representantes del Partido Verde que votarían en contra, el Partido Conservador y posiblemente algunos votos del Partido de La U.

Gaviria y Petro
César Gaviria, director del Partido Liberal, en un saludo con el presidente de la República, Gustavo Petro. FOTO: Presidencia.

En este escenario, será crucial si el liberalismo logra cerrar filas en torno a la idea de apoyar de manera unánime la reforma abreviada y, al hacerlo, votar negativamente el cuestionario del Gobierno. Sin embargo, las fuerzas internas en esta colectividad no están suficientemente consolidadas, lo que dificulta anticipar si esa estrategia funcionará.

Por otro lado, el contraataque del Gobierno ante la reforma abreviada fue incluir en su página web oficial la posibilidad de que la ciudadanía opine sobre otros temas distintos a la reforma laboral.

Esto permite incluir nuevas preguntas en el cuestionario de la consulta. Por ejemplo, el presidente Petro ha mencionado los microcréditos destinados a la economía popular. También se ha planteado que, si la Comisión Séptima vuelve a archivar la reforma a la salud, podrían añadirse preguntas relacionadas con esta temática antes del debate.

En conclusión, la estrategia del Partido Liberal de presentar una reforma laboral abreviada podría ser útil, pero está limitada a asuntos estrictamente laborales. El Gobierno, por su parte, parece decidido a ampliar el alcance de la consulta hacia otros aspectos, como los microcréditos o la salud.

“Porque, en últimas, la finalidad de la consulta no es exclusivamente jurídica o temática. Es, sobre todo, un objetivo político: generar un ambiente preelectoral, organizar fuerzas, movilizar a la ciudadanía y concentrar el debate público en torno a un solo eje”, dice Cifuentes.

El asfixiante estado de polarización

Por esta razón, aunque la estrategia liberal pudiera ser efectiva para bloquear el cuestionario, su alcance es limitado si el Gobierno logra diversificar el contenido de la consulta más allá del tema laboral.

Juliana Ocampo, MBA por la Escuela de Negocios Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), señala que, tras los días de descanso de Semana Santa, “la actividad política volverá con fuerza” y se verá “un pulso entre el Gobierno y el Congreso” que copará buena parte de la agenda pública. Como ha ocurrido hasta ahora, el país entrará en un asfixiante estado de polarización.

Para Araújo, además, el valor de la reforma laboral abreviada propuesta por los liberales representa un punto intermedio entre las pretensiones de los sindicatos —con las que el Gobierno es solidario— y las preocupaciones del sector productivo.

“También busca deslegitimar una consulta cuyo único objetivo sería anticipar el debate electoral de cara a las elecciones congresionales. El pacto está en modo electoral, buscando obtener el mayor número posible de curules”.

Mantenerse en el poder se convierte así en una forma de protegerse a sí mismo y a los financiadores irregulares de la campaña, afirma Araújo. La motivación electoral funciona también como una cortina de humo frente a los señalamientos y como una estrategia para anticipar la campaña; ambos escenarios van en contra de los intereses de los colombianos, incluidos los trabajadores.

Escandón señala que, sin embargo, el camino en el Senado no será fácil, ya que se necesita la aprobación de la plenaria. La meta es que la consulta pueda realizarse en octubre, coincidiendo con las consultas interpartidistas parlamentarias.

Estas son las alternativas

Pero, ¿cuál es la radiografía de cada una de las propuestas que están en el Congreso? Ocampo recuerda que, por un lado, está el proyecto del Partido Liberal, que no recoge el espíritu de la reforma del Gobierno y que, más que una reforma laboral, representa una modificación puntual sobre las jornadas nocturnas y la compensación por trabajo en domingos y días de descanso.

Un manifestante a favor de Petro
Un ciudadano se manifiesta a favor del presidente Gustavo Petro en una movilización. FOTO: Colprensa.

Por otro lado, está la reforma del MIRA, mucho más completa, con sus  artículos que incluyen, por ejemplo, la participación de los estudiantes del SENA y la inclusión de practicantes universitarios como solución a la problemática del primer empleo. Por último, la propuesta de la congresista Lozano, de carácter pluripartidista —con apoyo de La U, los liberales y el Nuevo Liberalismo, entre otros—, mantiene un tono similar al de la propuesta liberal.

Para el experto en comunicación política Carlos Arias, al margen de las propuesta del Congreso, la consulta popular funciona como una estratagema de mercadeo electoral, de posicionamiento regional de candidatos y de avivamiento del sentimiento de polarización entre los “buenos” y los “malos”.

Para él, ese es el relato que quieren imponer desde Palacio. “Es decir, entre quienes quieren el cambio y quienes no lo desean”. Por eso se bloquean las reformas. “Eso es lo que sucederá en las semanas previas y lo que terminará ocurriendo el resto del año”.

Arias prevé que el pulso se agudizará aún más. Esto quizás se intensificará con la caída que se anticipa para la reforma a la salud en la Comisión Séptima, cuya supervivencia ahora también es incierta.

Con la intención del Gobierno de poner al país en modo consulta, es evidente que esta será el pretexto para hablar de la lucha del cambio contra el statu quo, que puede llegar a ser visto como lo que representan la Comisión Séptima y buena parte de los congresistas. Es decir, después de los días de recogimiento, vienen los de confrontación.
 

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