La catarsis de Gustavo Petro en la tarima en busca de oxígeno popular

No es la primera vez que el presidente Petro convoca a sus votantes a las calles para respaldar las reformas que impulsa el Gobierno. Pero esta vez, el jefe de Estado se bajó del balcón de la Casa de Nariño, se fue a la carrera Séptima en Bogotá, marchó unos metros y pronunció el discurso más acalorado desde que es presidente.

Al escenario llegaron la mayoría de los funcionarios y congresistas más leales a su proyecto político: los ministros Guillermo Jaramillo, Gloria Ramírez e Irene Vélez; el presidente de la SAE, Daniel Rojas; la vicepresidenta Francia Márquez, y los congresistas María Fernanda Carrascal, Alexander López y Gloria Flórez. Todos contagiados por el fervoroso discurso de Petro, que hizo recordar la campaña presidencial de 2022. Igualmente, lo acompañaron la primera dama Verónica Alcocer y Sofía Petro, una de las hijas del mandatario.

Le puede interesar: El escándalo Benedetti-Sarabia le pasa factura a la popularidad del presidente Petro

En medio del escándalo por el enfrentamiento entre Armando Benedetti y Laura Sarabia, y el “plan tortuga” de la oposición para frenar las reformas en el Congreso, Petro inauguró una nueva etapa de su mandato. Así lo reflejaron las siguientes frases:

“El que no haga caso se va”

Las tres reformas sociales que el Ejecutivo ha impulsado en el Congreso están en el momento más difícil de su trámite. La reforma pensional no ha podido surtir su primer debate en la Comisión Séptima del Senado por falta de quórum, al igual que la reforma laboral en la séptima de la Cámara. Y la reforma a la salud, el proyecto que le ha costado tres ministros a Petro, tiene un futuro incierto en la plenaria de la Cámara, donde las cuentas siguen sin cuadrarle al Gobierno.

Al tiempo escaso y el apoyo en contra, se suma el escándalo de los audios de Armando Benedetti y los mantos de duda que tendió sobre la campaña presidencial. La crisis del alto Gobierno cayó como anillo al dedo a una oposición que ahora considera ilegítimo tramitar cualquier proyecto que apoye la Casa de Nariño. Sin la capacidad de hundir las iniciativas, las bancadas opositoras e independientes han optado por entorpecer los debates a través del ausentismo.

Petro recalcó que pedir aprobar las reformas era una solicitud “respetuosa”, respaldada por la votación que obtuvo en 2022, y que no aceptará ningún cambio “que afecte la posibilidad de la garantía de los derechos de la gente”. De esta manera, el presidente se mantiene en su postura de seguir con el trámite de las reformas y seguir tensando la cuerda con el poder Legislativo.

Petro no quiere dar una impresión de parálisis en los debates. Así, ha  pasado por encima de las opiniones de sus propios alfiles, como David Racero, quien el pasado 5 de julio había anunciado el “congelamiento” de las discusiones hasta “reconstruir la coalición”. Aún así, el congelamiento se implementó de facto, pues este 7 de junio tampoco se pudo debatir la reforma pensional y la reforma a la salud no tiene el mejor ambiente. Mientras tanto, al periodo legislativo ordinario le quedan menos de ocho días hábiles y, aun con sesiones extraordinarias, el cronograma es difícil de cumplir.

Recomendamos leer: Los impactos que dejaría para el Gobierno Petro el caso Benedetti - Sarabia

La instrucción presidencial de continuar con el trámite de las reformas tiene a los operadores políticos que le quedan al presidente trabajando a toda marcha para convencer a más congresistas. Desde Luis Fernando Velasco hasta los ponentes de las reformas han venido sosteniendo reuniones para arañarle votos a la oposición y la independencia o por lo menos garantizar su asistencia a las discusiones.

CAMBIO conoció que el Ejecutivo quiere que la reforma a la salud llegue a sanción presidencial antes del 20 de julio, y que la reforma laboral y la reforma pensional superen por lo menos el primer debate. Petro lanzó otra frase para advertir a los funcionarios que no le cumplan a él o al “pueblo” y que ratifica el sentido del remezón ministerial de hace unas semanas:

frase-destacada

“Todo ministro o ministra debe obedecer el mandato popular, el que no haga caso se va”, dijo el presidente.

Y con las reformas en veremos, Petro se adelantó a hablar de las que presentará para el próximo periodo: reforma a la Ley 30 de educación superior y reforma a los servicios públicos.

“Aquí no va a pasar lo de Pedro Castillo”

El fantasma del destituido presidente del Perú Pedro Castillo le sigue quitando el sueño a Petro y alimentando su teoría de la configuración de un “golpe blando” en Colombia. Desde hace varias semanas, Petro ha venido asegurando que desde los medios de comunicación y la Fiscalía General de la Nación en cabeza de Francisco Barbosa lo quieren sacar del poder. La posición del presidente se radicalizó con el escándalo del todavía embajador en Venezuela Armando Benedetti y la exjefe de gabinete Laura Sarabia.

“Semana ordena y el CTI obedece”, dijo el mandatario, a propósito del allanamiento que hizo el CTI al piso 13 del edificio de la Dian en Bogotá, en medio de la investigación por las interceptaciones ilegales a la exniñera de Sarabia Marelbys Meza. La frase presidencial también expone lo lejos que está de terminar el enfrentamiento de Petro con la prensa.

frase-destacada

“Quieren destruir el apoyo popular del Gobierno”, dijo el presidente.

Ante el temor de terminar como Pedro Castillo, el destituido presidente de Perú, el presidente Petro aseguró que “no está solo”, como sí lo estuvo el expresidente peruano, e hizo una advertencia osada:

frase-destacada

“Si se atreven a violar el mandato popular, el pueblo de Colombia saldrá de cada rincón, debajo de cada piedra, en cada calle, en cada vereda, a defender con sus manos limpias el triunfo y el mandato popular".

Lea también: ¿Qué es el 'golpe blando' del que habla el presidente Petro?

Petro también se refirió a la Comisión de Acusaciones de la Cámara, que se convirtió en el nuevo escenario de batalla entre el presidente y el fiscal Barbosa. “Una vez tumben las reformas y piensen que el Gobierno está aislado, van a destruir la Comisión de Acusaciones para llevar al presidente a la cárcel, como en el Perú”, dijo Petro.

“Pueden escudriñar lo que quieran, pueden llevar a seres humanos al borde del suicidio, como está sucediendo, y no podrán jamás poner este Gobierno popular al lado de los que no queremos”

Esta fue la frase más inquietante que lanzó el presidente sobre el escándalo del embajador Armando Benedetti y sus controversiales declaraciones sobre el Gobierno del que todavía hace parte. Sin mencionarlo, Petro declaró que dentro del plan para la desestabilización de su mandato se ha tratado de "llevar a seres humanos al borde del suicidio" para obtener declaraciones. En la mañana de este 7 de junio, Benedetti despejó los rumores que había de una supuesta internación en una clínica de resposo. "Estoy en Bogotá, en mi apartamento, con buena salud y acompañado de dos de mis hijos", escribió el embajador.

Petro reiteró que en su Gobierno no existen "chuzadas" y que la Fiscalía puede "allanar lo que quiera". El mandatario contraatacó y dijo que la campaña presidencial del Pacto Histórico fue interceptada ilegalmente "durante un año" por parte del gobierno de Iván Duque. Y sobre el otro frente del escándalo, Petro aseguró que a su campaña "no entró ni un solo peso sucio, aquí no entró el Ñeñe".

"Esto es lo que buscan: que no se pueda poner una terna contra la impunidad. Por aquí comienza todo".

La confrontación de Petro con el fiscal general tiene un ingrediente adicional, al que se refirió el mandatario en la tarima: la elección del reemplazo de Francisco Barbosa, quien termina su periodo este año. El objetivo del Gobierno es confeccionar una terna de candidatos afines a su proyecto y distantes de la gestión de Barbosa.

La teoría en la Casa de Nariño, a raíz del escándalo de Benedetti y las interceptaciones ilegales, es que el presidente se vea impedido para escoger la terna por un posible conflicto de interés. Petro ya se había referido al tema cuando le contestó a través de Twitter a la exfiscal Viviane Morales.

En contexto: El reencauche de Barbosa

La exfuncionaria aseguró el pasado 5 de junio que "frente a los gravísimos hechos que ha conocido el país y que tiene que investigar la Fiscalía es inobjetable que el presidente Petro tiene un conflicto de intereses para integrar la terna que debe elegir al nuevo fiscal". Frente a esto el presidente respondió: "Esto es lo que buscan: que no se pueda poner una terna contra la impunidad. Por aquí comienza todo".

"La fase que sigue es el Gobierno popular"

El guiño a sus bases no podía quedarse por fuera del discurso presidencial. Petro les ordenó a sus ministros y a los congresistas del Pacto Histórico empezar a desarrollar desde ya "asambleas populares en todos los municipios de Colombia".  Además, el mandatario hizo énfasis en que "pasaron de hacer oposición a ser Gobierno" y su instrucción de estar en las calles apunta a lo mismo que le dijo a su gabinete en el consejo ministerial del 5 de junio: "Ejecución, ejecución y ejecución".

Para Petro la clave está en fortalecer su gobernabilidad en las regiones para compensar el fallido intento de una "aplanadora" en el Congreso. Por ello, quiere a sus funcionarios por fuera de sus oficinas y asumir el diálogo directo con las comunidades, eliminando los intermediarios políticos.