La historia de la corrupción de la UNP y la Policía Nacional que destapó la fuga de Matamba
19 Marzo 2023

La historia de la corrupción de la UNP y la Policía Nacional que destapó la fuga de Matamba

El entramado de corrupción que puso al descubierto el caso Matamba.

Crédito: Foto: Yamith Mariño

La semana pasada la Fiscalía capturó al capitán del Gaula de la Policía, Luis Duque Casas y a Édgar Munévar, alias el Caballista, como supuestos cómplices de la fuga de alias Matamba. CAMBIO revela las pruebas en su contra, que exponen la cadena de corrupción que salpica a la UNP y a la Policía Nacional.

Por: Sylvia Charry

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La investigación sobre la fuga del fallecido narcotraficante Juan Larinson Castro, alias Matamba, de la cárcel La Picota, de Bogotá, en marzo de 2022, dejó al descubierto un entramado de corrupción que salpica a varias entidades del Estado: la UNP, la Policía Nacional y el Inpec.

Uno de los eslabones de esa cadena es Manuel Antonio Castañeda Bernal, el expolicía que le sirvió de chofer a Matamba en su huida y quien fue capturado a finales del año pasado con cocaína en una camioneta de la Unidad Nacional de Protección (UNP). Castañeda decidió colaborar con la Justicia y, gracias a su testimonio, la semana pasada fueron capturados el capitán del Gaula de la Policía Luis Duque Casas y Édgar Munevar, alias el Caballista, supuestos cómplices en la cinematográfica fuga del narco, supuestos cómplices en la fuga del capo.

"Gracias, patrón, le debo esta vida y la otra"

La primera prueba contra el capitán Duque y contra el Caballista es el interrogatorio que rindió Castañeda en la Fiscalía en septiembre del 2022. Castañeda ya había dado una primera declaración sobre el caso en abril del mismo año, pero solo fue citado a interrogatorio cinco meses después, cuando fue vinculado formalmente al proceso. Mientras tanto, continuó en libertad hasta el 11 de diciembre de 2022, cuando fue capturado, no por la fuga de Matamba, sino por la droga encontrada en una camioneta de la UNP que estaba asignada al esquema de seguridad del exsubdirector de la entidad Ronald Rodríguez Rozo. Fue en ese momento cuando Castañeda se volvió relevante. Días antes de su captura, Castañeda le había contado al director de la UNP, Augusto Rodríguez, que Wilson Devia, la cabeza de uno de los 19 sindicatos que tiene la UNP, usaba los carros de la entidad para negocios ilícitos. Por eso la Fiscalía lo citó a imputación de cargos.

En el interrogatorio, conocido por CAMBIO, Castañeda relata cómo fue la fuga de Matamba. Contó que el 17 de marzo de 2022, a las siete de la noche, lo llamó Edgar Munévar, alias el Caballista y le pidió que le alquilara un carro por un día. Castañeda le ofreció el suyo, una camioneta Toyota Prado, color gris ratón, con la condición de que él mismo lo manejaría.

Sobre las 11 de la noche llegaron a su casa el caballista y un hombre que, al parecer, sería el exparamilitar John Fredy Gallo Bedoya, alias 'El Pájaro', el supuesto financiador de la fuga de Matamba y hoy prófugo de la justicia, de ahí salieron hacia una estación de gasolina cerca al aeropuerto. Su dicho lo respaldan los videos de cámaras de seguridad del lugar, que luego de la declaración de Castañeda consiguió la Fiscalía. 

alias pájaro

alias caballista

Pasada la media noche del 18 de marzo, continuaron el recorrido por la avenida Boyacá hacia el sur. Durante el trayecto –dice Castañeda–, el Caballista le dijo que el hombre con el que viajaban era el excombatiente alias el Pájaro –la Fiscalía cree que se trata del exparamilitar John Fredy Gallo Bedoya, el supuesto financiador de la fuga– y que se dirigían a recoger a alias Matamba, que en ese momento se estaba fugando de la cárcel. El Caballista le ordenó a Castañeda apagar el celular. “Ya no podía arrepentirme, porque me contrataron para un servicio independientemente de la persona que se transportara, pues ni modos de yo decir que no, sabiendo quiénes eran ellos”, relató Castañeda a la Fiscalía.

Cuando estaban llegando al basurero de Doña Juana, cogieron el retorno para tomar la Boyacá hacia el norte. En ese punto –asegura Castañeda– se encontraron con el Renault Symbol de color gris plata en el que se había fugado Matamba.  Hasta el día de hoy, la Justicia no ha podido descubrir de quién era el Renault y quién lo iba manejando.

Una vez estacionaron, alias Matamba se pasó a la camioneta de Castañeda.

“Vestía una sudadera negra, tenía en su mano una pistola con silenciador y se monta a la camioneta con nosotros. Lo primero que hace es decirle al Pájaro: “Gracias, patrón, le debo esta vida y la otra, ya el dinero lo cuadramos”, y el da un beso, y al señor Edgar le da las gracias y a mí me saluda chocando los puños”, dice Castañeda.

Después –cuenta Castañeda–, cogieron la Avenida Boyacá hacia el norte. Ya el Renault había desaparecido. A la altura del Portal Tunal de Transmilenio, se unió a la caravana un vehículo Renault Duster color gris ratón, que les serviría de guía. Luego, por el sector de El Rosal, vía a La Vega, después del puente Guaduas, se les sumó una Nissan Frontier gris de platón, de placas OLN 215, que era la que pertenecía al Gaula de la Policía y que estaba asignada al capitán Duque. La Fiscalía tiene evidencia fotográfica que la ubica en el lugar de los hechos.

camioneta

camioneta

“Entonces Edgar me dice que me orille detrás de la Frontier, pero observo que la Duster sigue derecho por la 80. En ese momento alias El Pájaro le dice a Edgar que por qué no vino el capitán. Edgar dijo que no pudo venir, pero que igual él ya había organizado todo y estaba pendiente del mierdero que iba a ocurrir y envió a uno de los pupilos de él”, dice Castañeda.

Sobre la 1:30 de la mañana, el Caballista le dio a Castañeda la orden de detenerse detrás del vehículo del Gaula. En ese momento –relata Castañeda–, alias Matamba y el Pájaro se pasaron al vehículo del Gaula, no sin antes saludar al conductor, que portaba tapabocas. Allí, el Caballista le dijo a Castañeda que la idea era “darle rápido” hasta el Magdalena Medio, porque a las seis de la mañana ya se iban a dar cuenta de la fuga.

Llegando a El Doradal, como a las 4:30 de la mañana, se encontraron con una TXL blanca y con una D-max blanca. Cuenta Castañeda que eran como cuatro o cinco personas, “al parecer escoltas de la UNP”, porque tenían “pistola, porta proveedores y placas de la UNP en el cuello”. En ese lugar, alias Matamba y alias El Pájaro se pasaron a la camioneta TXL, escoltados por la D-max. La Frontier del capitán Duque y la Duster del guía –de la que hasta el momento no se sabe a quién pertenece– se abrieron de la caravana.

“Arrancamos en las tres camionetas, es decir mi camioneta, la TXL en la que se subió El pájaro y Matamba, y la D-max, donde van los escoltas. Lo único que supe es que el conductor de la Duster le preguntó a Edgar que qué hacía y Edgar le dijo que se veían en el punto”, dijo Castañeda.

Esa caravana fue la que terminó el recorrido hasta la finca del Magdalena Medio donde dejaron a Matamba.

Para profundizar

Los negocios del capitán Duque y El Caballista

Según le explicó a la Justicia, Castañeda conoce al Caballista porque sabe que se mueve en los “negocios de alquiler de vehículos y camionetas de alta gama”.

Después de la fuga de Matamba, Castañeda volvió a encontrarse con el Caballista el 23 de marzo para ir a Puerto Boyacá. Allí, se encontraron con alias el Pájaro, “con sus escoltas aparentemente de la UNP”, y con decenas de hombres armados, entre los cuales –según le dijo el Caballista a Castañeda– estaban Chiquito Malo, Gonzalito, Matamba y Barbas, todos antiguos mandos del Clan del Golfo.

Según fuentes de la investigación, la inteligencia de la Policía no le dio credibilidad a esta versión porque, para esa fecha, era imposible que estuvieran reunidos esos capos en esa zona del país; menos, que se reunieran todos a recibir a Matamba.

Sobre el capitán Duque, lo único que menciona Castañeda es que sabía que trabajaba con el Caballista y que sólo lo vio una vez en una reunión que quedó grabada en audio.

“Es un capitán del Gaula de Bogotá, tiene la base en Puente Aranda, en la ciudad de Bogotá, tiene más de 10 años de servicio con la institución, sé que trabaja con Edgar porque el man para lo que sea se presta, temas delictivos, hurtos, oficinas de cobranza, estupefacientes y también ayudó con la fuga de Matamba organizando y prestando ayuda logística con la camioneta Nissan Frontier de Platón placas OLN 215 que él envío para que transportar a alias Matamba hasta El Doradal”, dijo Castañeda a los fiscales.

Para comprobar lo dicho, a finales de abril del año pasado, días después de haberle contado la historia de la fuga de Matamba a la Embajada de Estados Unidos, Castañeda grabó la reunión que tuvo en una estación de gasolina con el Caballista y con el capitán Duque.

En esa reunión, hablaron de ayudar a que al capitán Duque no lo trasladaran a Chocó, porque “era el que había ayudado a la fuga de Matamba y por eso debían ayudarle a frenar el traslado”. Sin embargo, esa parte final, que menciona la Fiscalía, no se escucha en la grabación.

La defensa del capitán Duque

Ricardo Burgos, abogado del capitán Duque, asegura que la Fiscalía no capturó al verdadero responsable porque, según él, Duque había sido trasladado a Chocó días antes de la fuga de Matamba; y que la camioneta sólo estaba asignada a su nombre en el sistema, pero en la realidad ya no era así.

“La Fiscalía hace caso omiso a varias situaciones. Por ejemplo, que el capitán había salido trasladado al Chocó desde el 11 de marzo del 2022 y la fuga de Matamba fue el 17 de marzo. Eso dicen porque no hemos visto a Matamba en los videos. El vehículo que señalan ya no estaba asignado a mi cliente, lo que pasa es que aún aparecía en el sistema. Además, no señalaron cuáles son los eventos que configuran el concierto para delinquir. En la fuga de presos, dice la Fiscalía que mi cliente Duque no estuvo relacionado con la fuga, pero que mandó a alguien en un carro, carro que no estaba ya asignado a él desde hace muchos días antes. ¿Entonces? En la reunión grabada, la Fiscalía le dice que hablan de la fuga de Matamba, cuando ni en los audios ni en la transliteración dice eso”, dijo a CAMBIO el abogado Burgos.

Para la Justicia, el relato de Castañeda es creíble, pues, desde su testimonio el director de la UNP, Augusto Rodríguez, Castañeda había empezado a denunciar públicamente que las camionetas de la UNP se estaban usando para mover cocaína y armas y que se estaban alquilando ilegalmente.

Antes de la fuga, el caso de Matamba ya había puesto al descubierto una red de corrupción en las fuerzas militares que, según investigadores, terminó involucrando hasta a un general de la república que llegó a ser comandante de las Fuerzas Militares. Aún no se sabe qué ha pasado o qué pasará con la indagación en su contra. El caso –por ahora– sólo ha tocado a suboficiales y al coronel (r) Robinson González del Río.

Después de la huida del capo, se puso al descubierto que los tentáculos del Clan del Golfo llegaron hasta la Policía, a la UNP y al Inpec. Ahora está en manos de la Justicia determinar si el proceso avanza hasta tocar las más altas esferas de la fuerza pública o si solo da para sentenciar a unos cuantos subalternos.

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