Nórida Rodríguez o Hollman Morris: la inminente decisión de Gustavo Petro sobre el futuro de RTVC

La comunicación nunca llegó. Decenas de contratistas de RTVC se quedaron en sus casas esperando el llamado para llenar los documentos que les permitiera seguir vinculados con la entidad en 2024. Por eso, cuando empezó el año, la producción de radio y televisión, los programas académicos, el archivo, los nuevos proyectos y hasta la gestión administrativa arrancaron a media máquina y, en algunos casos, se paralizaron por completo.

La razón, según fuentes consultadas por CAMBIO, se basa en los problemas administrativos que se presentan desde diciembre de 2023, cuando las diferencias entre la gerente del sistema, Nórida Rodríguez, y el subgerente de televisión, Hollman Morris, fueron evidentes.

CAMBIO conoció algunas versiones, según las cuales los problemas se han agudizado por la falta de conocimiento y experiencia del nuevo subgerente corporativo y mano derecha de la gerente, Jorge Luis Arzuaga, a quien Rodríguez le dio el poder de tomar las decisiones en materia de contratación, al punto de convertirse en el único ordenador del gasto en RTVC, pese al compromiso de la actual administración de hacer un rediseño institucional y una urgente modernización, para, entre otras cosas, descentralizar los recursos.

Jorge Luis Arzuaga Cadena, abogado con especialización y maestría en derecho administrativo y constitucional, es amigo y dueño de la peluquería que frecuenta Nórida Rodríguez, quien ha agradecido con publicaciones en sus redes sociales los resultados de su balayage. Al revisar la hoja de vida de Arzuaga, encontramos que en su experiencia relaciona la gerencia de la peluquería Invitro SAS, ubicada en la localidad de Chapinero, en Bogotá, aunque no es el único trabajo que ha tenido, ya que ha pasado durante los últimos 20 años por otras entidades del sector público.

Los problemas comenzaron cuando, en septiembre de 2023,  la W Radio denunció la firma de un contrato por 15.000 millones de pesos entre RTVC y la Agencia Nacional de Tierras (ANT) para que el Sistema de Medios Públicos organizara, operara y produjera los eventos y actividades logísticas de la entidad hasta el 31 de diciembre. 

Los cuestionamientos se basaban en el objeto del contrato, ya que RTVC no tendría dentro de sus funciones directas la realización de eventos y, por ende, debería  subcontratar, lo que favorece que los recursos se entreguen a dedo a cualquier empresa sin vigilancia estatal, como sucedió. Expertos en temas de contratación pública aseguran que quisieron volver a RTVC un “contratadero”.

Ese contrato ha sido un “calvario” para los funcionarios en RTVC, liderados por el señor Arzuaga e involucrados en dicho proceso por varias razones: la elección del proveedor, las controversias para que la ANT pagara y el riesgo de un detrimento patrimonial por haber cancelado facturas con recursos del canal.  

CAMBIO consultó a Arzuaga sobre este contrato. El funcionario respondió que fue un proceso transparente, otorgado al contratista con la mejor oferta y más barata. Dijo que fue la misma agencia la que solicitó que así fuera, ya que los proveedores que el equipo comercial de RTVC presentó fueron “descarados” y cobraron tres veces por encima de los precios promedio en el mercado. 

Arzuaga también explicó que todas las facturas desembolsadas han sido aprobadas por la ANT. Señaló que aunque la agencia no haya girado los recursos, sí se desarrollaron unos procesos de preaprobación. Así, esa entidad se comprometió a pagar lo que  RTVC les cobró.  No obstante, pese a que garantizó que no se perderán los recursos, otros expertos e implicados consideran que sí están en riesgo. 

Los otros líos de RTVC

El contrato con la ANT no es el único conflicto que afronta RTVC. CAMBIO conoció también que por la no aprobación de las vigencias futuras por parte del señor Arzuaga, a decenas de contratistas de la Radio Nacional les informaron en diciembre que solo hasta febrero o marzo les podrían entregar su nueva orden de prestación de servicios. 

La falta de claridad sobre los contratistas que continuarán tiene frenada una parte de las programación de RTVC, que hoy cuenta con 68 frecuencias de radio. Algunos programas no se han podido realizar y, en muchos casos, se han tenido que ocupar espacios periodísticos con música. 

El problema es tan grave que una fuente de Radio Nacional le advirtió a CAMBIO que “no hay contratistas para hacer la producción en las emisoras... De verdad, esto nunca se había visto aquí. Ni en los gobiernos de Uribe, Santos y Duque fueron tan negligentes en cuestión de contratación”.

Sin embargo, hay algunas excepciones que llaman la atención, como la de la abogada, comunicadora social, activista y tuitera de la izquierda María Niny Echeverry, conocida por su defensa férrea del Gobierno en redes sociales. CAMBIO conoció el contrato por 24 millones de pesos que el señor Jorge Arzuaga le entregó para prestar, en un plazo de dos meses, “servicios para desarrollar actividades periodísticas y de edición de los contenidos audiovisuales de RTVC”.

Aunque Echeverry tendrá que trabajar para la subgerencia de televisión, liderada por Hollman Morris, su contrato no fue solicitado por él. En los pasillos del canal se especula que es una cuota de Nórida Rodríguez para espiar a su rival. Echeverry ha indagado al personal sobre sus sueldos, sus funciones y su cercanía con Morris. 

Problemas en el área comercial

Si por la radio y la televisión llueve, por el área comercial pareciera que no escampa. Según fuentes de gerencia consultadas por CAMBIO, desde que se retomaron actividades en 2024, en RTVC convocaron a los contratistas del año pasado, pero aún no han formalizado su contrato porque, según dicen, la directriz del subgerente Arzuaga y de la gerente Nórida es que “tienen que ganárselo”. 

Las mismas fuentes aseguran que hay nuevos colaboradores trabajando sin contrato, y lo más grave, tomando decisiones comerciales de alto nivel sin consultarlas con las personas que coordinan esas áreas y a quienes estarían relegando, al punto de imponerles contratistas que, aunque no escogen, sí deben supervisar. 

Este es el caso de Edwin Libardo Pastrana, cuya profesión es comunicador social. Este futuro contratista, que no ha firmado con RTVC, ya tiene importantes tareas en la entidad. Aun sin contrato, Pastrana, que antes de llegar a RTVC se dedicaba a vender servicios de biofarmacéutica, está encargado de trascendentales decisiones que involucran a importantes clientes.

Otro polémico contrato es el de Paula Daniela Prieto, una profesional en lenguas maternas a quien Arzuaga encargó el área de contabilidad, en reemplazo de una funcionaria que llevaba 15 años realizando esa labor. Casualmente, en su hoja de vida Prieto relaciona su experiencia como trabajadora en otra peluquería. 

Nórida Rodríguez negó todas los problemas administrativos de RTVC. La funcionaria le dijo a CAMBIO que, en diciembre de 2023, y debido a una solicitud del Ministerio de las TIC, decidió limitar el número de personas que serían contratadas con recursos de las vigencias futuras. Según Rodríguez, de los 120 contratos que la subgerencia de televisión le exigió entregar para darle continuidad al noticiero, ella aprobó 90.

“Por eso –dice Rodríguez– comenzaron los inconvenientes y las personas empezaron a quejarse. De todas formas, yo quiero dejar claro que desde que hace seis meses llegamos a RTVC, hemos hecho un análisis juicioso de las necesidades de la entidad y el rediseño institucional que nos ayudará a hacer más eficientes los procesos”.
 

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"Yo no llegué a RTVC a cambiar o a destruir el sistema, y nunca he tomado una decisión sin consultar a la oficina jurídica". 

Nórida Rodríguez también negó que las emisoras a nivel nacional no estén operando. Dijo que es normal que algunos contratistas esperen una o dos semanas para ser vinculados, mientras llegan los recursos del presupuesto. Según la gerente, durante la contingencia se contratan personas para que le den continuidad a la producción radial, pero siempre serán menos si se comparan con el número de personas que terminan el año institucional. Por otro lado manifestó que no hay ninguna persona trabajando hoy sin tener contrato firmado.

Los enredos de Hollman Morris

Para Hollman Morris la situación no es mejor ni más sostenible. En diciembre del año pasado, al despacho del presidente Gustavo Petro llegó la información de que había dos denuncias por presunto acoso laboral contra el subgerente del canal.

CAMBIO conoció el contenido de esas dos denuncias que ya llegaron a la Procuraduría y que provienen de la directora del Canal Institucional, Lina Marcela Moreno, y de la directora de Señal Colombia, Silvana Orlandelli. Moreno alega que las conductas de Morris contra ella han sido sistemáticas y le han generado sensaciones de intranquilidad. Dice que se ha sentido intimidada, cuestionada e insegura.

Entre tanto, Ordanelli dice que desde que Morris llegó, los canales de comunicación han sido escasos y precarios, y que el “panorama laboral se tornó hostil, agresivo, ofensivo y con permanentes abusos y faltas de respeto en contra de la dignidad y el derecho que tengo como trabajadora oficial”. 

Hollman Morris dijo desconocer las denuncias y aseguró que no ha sido notificado sobre las quejas que ahora reposan en el Ministerio Público. Por su parte, la gerente Rodríguez reconoce que su relación con Morris ha sido complicada y asegura que ha intentado acercarse a él para dialogar sobre el futuro del canal, porque lo más importante es que "las cosas se hagan de la mejor forma".

Lo cierto es que todos los intentos de reconciliación entre Rodríguez y Morris han fracasado. Por eso, Gustavo Petro, que conoce en detalle la situación, se enfrenta a la disyuntiva de dirimir cuanto antes el conflicto, o escoger quién se queda en su cargo: su gran amigo Hollman Morris, o Nórida Rodríguez, la persona que su esposa, Verónica Alcocer, le recomendó para tomar las riendas de RTVC.