Crédito: Capturas de pantalla video archivo particular.
Polo Polo lo hizo otra vez: con mentiras e imprecisiones violentó un ejercicio de memoria de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales
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El representante a la Cámara, acostumbrado a difundir información sin sustento, aterrizó otra vez en un escándalo. En nombre de lo viral cruzó un nuevo límite en contra de un ejercicio legítimo de memoria.
Por: Redacción Cambio
De Miguel Polo Polo hay poco qué decir en cuanto a actividad legislativa. Con pena y sin gloria han pasado los últimos dos años desde que tiene la credencial y el salario de congresista. No hay una sola intervención, debate o proyecto por el que se le recuerde hasta ahora. Sin embargo, a pesar de su irrelevancia en el Capitolio, su nombre y rostro ya son muy conocidos. Todo gracias a los escándalos y controversias de los que se alimenta a costa de su propia dignidad y la de otros.
Su última –y tal vez una de las más infames salidas en falso– se puede rastrear en su perfil de Tik Tok. Allí está el video que grabó junto con su equipo en el que aparece tirando a la basura decenas de botas de caucho pintadas de colores que estaban ubicadas en el Patio Núñez de la sede del Congreso. Estos elementos hacían parte de un ejercicio de memoria de los familiares de las víctimas de ejecuciones extrajudiciales, un capítulo de terror en la historia del conflicto armado en Colombia.
Polo Polo inicia la grabación preguntándole al presidente: “¿Quién les habrá pagado a esos presuntos campesinos que vinieron a ensuciar la plaza Rafel Núñez para poner estas botas haciendo apología a los 6.402 falsos positivos?”.
El representante agrega que esa cifra –6.402– “no puede ser soportada ni por los tribunales de Justicia y Paz, ni por la Fiscalía, ni por la JEP”.
En respuesta al performance del congresista, la Asociación de las Madres de los llamados Falsos Positivos de Colombia (Mafapo) dijo:
“Negar, sembrar la duda, y revictimizar. Miguel Polo Polo: nuestros hijos existieron, fueron asesinados y hemos luchado durante muchos años para que se conozca la verdad. Perdonar con actos como los que usted hizo es muy difícil. Usted es la representación del odio y la ignorancia”.
6.402: la cifra que incomoda y se ha querido atacar con mentiras
Como no podría ser de otra manera, el argumento de Polo Polo es un refrito de falsedades sobre el número real de casos de ejecuciones extrajudiciales. Desde 2021, año en que la Comisión de la Verdad publicó el número, otras voces de sectores de derecha empezaron a calificar el dato como “un mito”.
Para la muestra, un botón: Enrique Gómez Martínez. El jefe de Salvación Nacional insiste desde hace tres años en que 6.402 es una "cifra falsa construida con mentiras" y que en la JEP "no hay más de 800 casos radicados", un argumento que calcó Polo Polo al pie de la letra.
En primer lugar, Justicia y Paz –al ser una jurisdicción especial para la desmovilización de paramilitares– no tenía competencia para conocer de los casos de ‘falsos positivos’ y mucho menos de procesar a los integrantes de la fuerza pública involucrados. Así lo expuso un informe de Colombia Check hecho a propósito de las afirmaciones de Enrique Gómez.
Sin embargo, Justicia y Paz sí remitió varios casos a la justicia ordinaria (Fiscalía) para la investigación, tanto es así que en 2018 esa misma entidad informó que, a corte de ese año, había identificado un total de 2.248 víctimas de ejecuciones extrajudiciales que se presentaron entre 1988 y 2014. Esta cifra se suma a las publicadas en informes anteriores, que arrojan 4.002 casos registrados en la Fiscalía.
El informe de la Comisión de la Verdad que dio el número de 6.402 se basó en las siguientes fuentes: Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA), el Sistema de Información Judicial de la Fiscalía (SIJUF), el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU). Es decir, son datos recogidos por varias instituciones independientes y verificados por la misma comisión.
Sobre la complejidad del cruce de cifras y la forma en que se llegó al número de 6.402, la Silla Vacía publicó un informe en febrero de 2021.
También es relevante el hecho de que el mismo informe de 2021 señala que la cifra de 6.402 es provisional, pues puede subir o bajar con el paso del tiempo y de las labores de contrastación de los informes. Además, la cifra no corresponde al número de expedientes, pues existe un subregistro y otras metodologías distintas a las de la justicia ordinaria.
Lo anterior también se aclaró luego de la polémica que generó el creador de contenido Ariel Armel, quien publicó videos y una columna de opinión en contra de la cifra de 6.402 basado en un derecho de petición respondido por la JEP.
¿Hasta cuándo la irresponsabilidad de Polo Polo?
El congresista es habitual visitante de la Corte Suprema pues a ese tribunal han llegado varias denuncias en su contra por presunta injuria y calumnia. Tanto es así que el mismo Polo ha dicho que es víctima de una persecución.
“Soy víctima de la persecución judicial más grande hacia un congresista. La estrategia de la izquierda es clara, saturar el sistema judicial y saturar a mi equipo, lo que no saben es que de mi lado siempre estamos listos para dar la pela y defender la verdad”, dijo el congresista el pasado 30 de julio.
Sin embargo, una revisión de las declaraciones del congresista en los últimos meses demuestra que la “pela por la verdad” tiene más de metáfora que de realidad. Polo ya tiene un patrón como marca registrada que incluye señalamientos sin pruebas, cifras erradas, datos incompletos y hechos manipulados de los que echa mano para hacerse visible. De lo anterior hay varios ejemplos recientes como su penoso discurso en la instalación del Congreso el pasado 20 de julio.
En ese entonces, el congresista afirmó –sin especificar un periodo– que las cifras demostraban que el éxito de la Paz Total era comparable con “la fidelidad del presidente a Verónica Alcocer”. En sus ‘cifras’, Polo habló de 653 secuestros extorsivos, aunque no especificó si este número correspondía a lo que va del año, o a 2023, o a 2022 o a los dos años de la administración Petro.
Otro ejemplo es el pleito que tiene Polo con el actual director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman. De este caso se derivan dos publicaciones del congresista plagadas de afirmaciones engañosas.
El 15 de mayo pasado, Polo Polo publicó un video en sus redes sociales en el que hace una “denuncia” sobre un contrato firmado por la ANT en marzo de 2024. Allí, el congresista afirmó que se iban a pagar 3.485 millones de pesos para, según él, “hacer seis paupérrimas reuniones, seis reunioncitas con el grupo indígena arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta”.
Además, Polo agregó que ese dinero también se destinaría para hacer 24 rituales de armonización. “Los trabajadores de Colombia y empresarios se rompen el lomo todos los días para pagar impuestos para que este nefasto Gobierno de Francia y de Petro se gasten la plata haciendo rituales de brujería, de santería y en hechicería (...) 3.485 millones para que los indígenas se traben, se emborrachen”.
En agosto pasado, CAMBIO le puso la lupa a estas y otras afirmaciones falsas, sin rigor y con interpretaciones erradas del congresista.
Lo cierto es que Polo Polo ha logrado que su desprestigio no obedezca a su pobre labor legislativa, sino a su fructífera producción de falsedades.