Ayurveda o la ciencia de sanarse a uno mismo
Crédito: Foto cortesía Pixabay
Si usted es una persona abierta a creer que su enfermedad es el resultado de la falta de sincronía entre lo que piensa, dice y hace y, además, está dispuesto a hacerse ciento por ciento responsable de su sanación, la ayurveda podría ser el camino.
Por: Redacción Cambio
Por: Natalia Romero Rosanía
La primera vez que escuché la palabra “ayurveda” fue hace 12 años, en India, durante una conferencia. Me interesó tanto el tema que, a pesar de no estar enferma, pedí cita para una consulta con el conferencista, el doctor Shanit Kumar Kamlesh, médico especializado en ayurveda. Durante la consulta, con dos dedos en mi muñeca me tomó el pulso, me miró los ojos y me examinó la lengua. Me hizo muchas preguntas sobre mis hábitos de vida. Luego, empezó a explicarme que las personas de constitución delgada como yo… y ahí lo interrumpí porque en ese momento supe, porque me lo dijo el médico, que yo soy una persona de constitución delgada. Ese día mi vida cambió porque el concepto que yo tenía de mi misma cambió. Entendí que no era gorda por constitución, sino por inflamación, y que esto era el resultado de mis decisiones diarias. Así que desde ese día me tocó aprender a pensar, sentir, comer, actuar y, en general, a vivir como la flaca que soy y no como la gorda que yo creía que era.
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Y, ahora sí, la definición. La ayurveda es una antigua práctica médica originaria de la India que se basa en la filosofía de equilibrar la mente, el cuerpo y el espíritu para lograr una buena salud y una vida larga y plena. La ayurveda se enfoca en prevenir y tratar enfermedades a través de la alimentación, la medicación natural, la práctica de yoga, la meditación y la purificación del cuerpo. Se utiliza para tratar una amplia variedad de afecciones, incluyendo dolores de cabeza, insomnio, estrés, artritis, problemas digestivos y trastornos hormonales. También se utiliza para mejorar la piel, el cabello y la inmunidad, y para ayudar a alcanzar un estado de equilibrio mental y emocional.
De la teoría a la práctica
Rosana Cotes, ingeniera ambiental con especialización en sostenibilidad, empezó a estudiar ayurveda en 2014 porque sentía que a su vida le faltaba algo. Se enamoró de esta ciencia y, a pesar de no haber estudiado medicina, decidió compartir sus conocimientos con las demás personas. Creó “Mahat Ayurveda” (www.mahatayurveda.com), un centro virtual de asesorías en ayurveda, escribió el libro Ayurveda en Nuestra Mesa Latina, que se puede descargar de manera gratuita a través de su cuenta en Instagram @mahatayurveda y, adicionalmente, se desempeña como consultora y terapeuta.
“Lo que más me ha gustado de la ayurveda son dos cosas. Lo primero es que nos enseña a entendernos en nuestra unicidad, en nuestra particularidad, y ahí encontramos una justificación perfecta para dejar de compararnos con los demás. Lo segundo es que la ayurveda nos entrega todo el poder. Cada uno de nosotros tiene el poder para crear su propia realidad y su propia sanación, y ayurveda te ofrece las herramientas”, explica la ingeniera y consultora.
“Ayurveda le entrega toda la responsabilidad al paciente para que empiece a autogestionarse, y para que deje de preguntarle a los demás qué hacer. Por el contrario, la ayurveda lo invita a que mire para adentro y se pregunte: ¿qué quiero hacer yo?, ¿qué siento yo que es lo mejor para mí? En ese momento, cuando la persona mira hacia adentro, sus niveles de conciencia se elevan, obligatoriamente. Empieza a tomar decisiones conscientes, independientemente de que sean las mejores o no, pero lo importante aquí es que la persona empieza a asumir la responsabilidad de su propia salud y, por lo tanto, las consecuencias de sus decisiones”, complementa.
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¿A qué tipo de persona le funciona la ayurveda?
Es importante señalar que la ayurveda es un enfoque complementario a la atención médica convencional y que no debe ser utilizada como un reemplazo. Es recomendable hablar con un médico antes de incorporar cualquier tratamiento ayurvédico en el plan de atención médica.
También es cierto que la ayurveda no es para todo el mundo. Solo funciona si la persona está dispuesta a hacer el trabajo interno de preguntarse por qué hace lo que hace y, que en la búsqueda de su bienestar, se incline por un aspecto más natural, holístico e intuitivo. “En mi consulta hago muchas preguntas, algunas muy incómodas. Soy especialista en incomodar a las personas para que salgan de su zona de confort, porque solo así hay crecimiento, reto y avance personal”, reconoce Rosana.
En conclusión, si usted es una persona dispuesta a hacerse cargo de su salud y de su vida en general, la ayurveda podría ser lo suyo. Si por el contrario, está esperando a que una ‘pastilla mágica’ le cure todos sus males que, probablemente, son resultado de sus malas decisiones en el pasado, la ayurveda no es su solución.
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Referencias:
