La responsabilidad afectiva como respuesta al 'ghosting' y al 'gaslighting'
26 Enero 2023

La responsabilidad afectiva como respuesta al 'ghosting' y al 'gaslighting'

Crédito: Foto cortesía Pixabay

Si pasa tiempo en redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y Tik Tok, seguramente se estará preguntando por qué está tan de moda la responsabilidad afectiva.

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En Facebook es uno de los temas favoritos de conversación en grupos como Wikimujeres y Linking Women. En Instagram, hay más de 76.000 publicaciones con el hashtag o etiqueta #responsabilidad afectiva,  y en Tik Tok más de 400.000 millones de visualizaciones de videos con esta etiqueta.

En Twitter, por ejemplo, el psicólogo y escritor mexicano Germán Renko, autor de Con las alas en llamas, el pasado 16 de enero, trinó: “Tratar con un hombre que no se hace cargo de sus emociones vuelve loca a cualquier mujer. Entre el ghosting, gaslighting, inmadurez emocional, infidelidad y falta de responsabilidad afectiva, las mujeres no la tienen fácil en las relaciones con los hombres”. Hasta el momento, su publicación ha obtenido 435.000 vistas; 8.826 “me gusta”; ha sido compartida 2.143 veces y ha tenido 268 comentarios.

¿Qué es 'ghosting', 'gaslighting' y responsabilidad afectiva?

En este instante, si está leyendo esto, es muy probable que se esté preguntando también qué significan los conceptos ghosting y gaslighting, ambos en inglés. Para entender por qué está tan de moda la responsabilidad afectiva, es importante saber que el ghosting hace referencia a la acción de cortar todo tipo de comunicación con otra persona. En otras palabras, es desaparecer, cual fantasma, sin avisar ni dar explicaciones y de un día para otro, de la vida de una persona. Aplica tanto para hombres como para mujeres. 

Por su parte, el gaslighting (significa “hacer luz de gas a alguien”) es un tipo de manipulación o patrón de abuso emocional, propio por lo general de personalidades narcisistas y sociopáticas, en la que se le hace dudar a otra persona de su criterio, razón o juicio, mediante una prolongada labor de descrédito de sus percepciones o recuerdos. En pocas palabras, se es víctima del gaslighting cuando todo el tiempo le dicen que está loco, que es muy intensa o tóxica, o que se equivocó de profesión y ha debido ser libretista pues se la pasa haciendo películas. Aunque se presenta mucho entre las parejas, también se puede dar en otro tipo de relaciones, como son las familiares, las laborales y las académicas. Lo grave es que las víctimas de este tipo de abuso empiezan a dudar de su propia realidad, o de su cordura y buen juicio, lo que genera mucha confusión, inseguridad y ansiedad. 

Aunque estos comportamientos desconsiderados, irrespetuosos y abusivos han existido siempre, en los últimos años las personas se han atrevido a exponerlos públicamente a través de sus redes sociales, ya que estas han generado un espacio para visibilizar y discutir temas relacionados con la salud y las relaciones interpersonales. A muchas personas no solamente no les da pena ventilar sus problemas, sino que además estos son susceptibles de convertirse, para los que viven de sus redes sociales, en una oportunidad de crecimiento e ingresos, al generar identificación y conexión emocional con sus seguidores. 

Por lo tanto, como reacción a la permanente visibilización ghosting y gaslighting, a través de las redes sociales, se volvió muy popular el término ‘responsabilidad afectiva’, entendida como el acto de tener en cuenta las emociones de los demás, sabiendo que nuestros comportamientos tienen consecuencias negativas o positivas en las personas con las que nos relacionamos. Por lo tanto, se están usando las redes sociales para poner el tema sobre la mesa y abrir el debate, pues nunca está de más recordar que las relaciones deben basarse en el respeto, la comunicación, la empatía, la consideración y el cuidado mutuo. 

En conclusión, la responsabilidad afectiva no es un término nuevo ni es una moda pasajera, sino la consecuencia natural del aumento de la conciencia colectiva sobre la importancia de las relaciones saludables y de la comunicación efectiva en las relaciones de todo tipo, lo que se ha conocido toda la vida como consideración, decencia y sentido común. 

Es cuestión de programarse para ser decente y respetuoso

Aunque anteriormente la gente también desaparecía sin dar explicaciones, el comportamiento ‘fantasmagórico’ en humanos ha ido en aumento año tras año. Una explicación es que como, en la actualidad, muchas de las personas se conocen a través de las aplicaciones de citas como Tinder o Bumble, es posible que algunas crean que la dinámica en estas es igual a la de Amazon o Mercado Libre, y que cuando deciden que ya no quieren lo que les había gustado, simplemente lo eliminan del carrito, sin dar explicaciones. Si el ‘ghosteado’ se molesta o reclama, el otro podría defenderse y decir: “es que tú eres muy emocional” o “yo no tengo la culpa de que te hayas hecho falsas expectativas”. Al final de cuentas, ningún prospecto de compra en Amazon pregunta: “¿Por qué ya no me quieres?”.

Sin embargo, la buena noticia es que las relaciones que sostenemos con no humanos a través de aplicaciones y plataformas están empezando a cambiar. Si, en alguna ocasión, ha interactuado en el chat de OpenAI, sabe que nunca lo deja en visto, y que siempre responde de manera cortés y respetuosa. Esto obedece a que sus diseñadores y desarrolladores crearon un modelo de lenguaje que, precisamente, trata al usuario con respeto y cortesía. Y esto es, al final del día, lo que se espera de cualquier relación. Así que, si ‘el artificial’ puede ser respetuoso y cortés, usted, que es humano, también. Es cuestión de programación.

 

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