¿Por qué se va a investigar lo ocurrido el 8 de marzo en las marchas de Bogotá por el Día de la Mujer?

El 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer. En Bogotá,  colectivos feministas y de mujeres salieron a manifestarse como un recordatorio de las luchas y logros en la búsqueda de la igualdad de género.

Pese que la mayor parte de la jornada se tornó pacífica, algunas manifestantes, organizaciones, políticos, líderes y lideresas denunciaron ataques por parte del UNDMO (antiguo Esmad). Esto provocó que el presidente Gustavo Petro y el Ministerio de Defensa pidieran a la Policía abrir una investigación por presunto abuso policial.

Por parte, otros sectores de la sociedad también denunciaron que las manifestantes llevaron a cabo actos violentos en contra de gestores y uniformados de la Policía, razón por la que las autoridades actuaron. 

¿Qué dicen los colectivos y las manifestantes?

El movimiento Somos un rostro colectivo emitió un comunicado donde hizo una línea del tiempo de los sucesos el 8 de marzo. En el informe se lee que desde que comenzaron las concentraciones a la una de la tarde, la UNDMO hizo presencia y no se dio acompañamiento de otros funcionarios de la Alcaldía.

"Alta presencia de fuerza disponible + UNDMO (matrimonios) con acciones hostigantes y provocadoras sin estar ninguna otra entidad presente. Inicio de la jornada 15:00 hrs. No se contó con un apoyo efectivo de Movilidad para detener el tráfico y resguardar la seguridad de las marchantes", se lee en el documento.

Posteriormente, según la organización, hacia las 5:40 de la tarde se dieron los primeros ataques por parte de los uniformados: "Los agentes de Policía señalan sus armas de teaser contra las defensoras de DDHH, integrantes del Esquema Feminista de DDHH. Hubo actos de acoso sexual por parte de uno de estos policías. Desde ese momento y en adelante se generó la alerta de que la Policía tenía la orden de intervención ante cualquier mínima acción".

Además, según Somos un rostro colectivo, hubo decisiones de las autoridades para sabotear al movimiento de mujeres y los manifestantes. Por ejemplo, señalan que no se dio acceso a la Plaza de Bolívar por las vías acordadas, la luz estaba en su mínima capacidad y hubo varias provocaciones por parte de los uniformados.

Asimismo, el movimiento feminista agregó que, antes de que los uniformados lanzaran las bombas aturdidoras, se había dado un enfrentamiento entre las manifestantes y los policías porque los uniformados intervinieron en la manifestación de forma abrupta.

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"Ante esa avanzada, una integrante de la esquema feminista de Derechos Humanos es empujada por un agente de la UNDMO, junto a ella otra integrante de dicha organización defensora de DDHH empiezan a poner su cuerpo para oponerse a la intención de la UNDMO de entrar a la plaza. La respuesta fue una reacción agresiva y descontrolada del agente del UNDMO con número 072068 que lanza una aturdidora a menos de 1 metro de distancia de las dos defensoras de DDHH y el resto de manifestantes. Esta aturdidora quema el pantalón de una de ellas y las esquirlas hieren la pierna izquierda de la otra. Esto, sin duda, fue un atropello al protocolo de diálogo establecido que no tuvo los tiempos suficientes durante toda la movilización y en este caso en particular, el diálogo no existió", agregó el movimiento en su comunicado.

En ese momento, los uniformados lanzaron más bombas aturdidoras y de gases lacrimógenos, lo que generó un momento de pánico colectivo que desencadenó en personas con ataques de ansiedad, y no se recibió la ayuda necesaria por parte de la Alcaldía, según el colectivo feminista.

El comunicado concluye manifestando que: "Luego de la marcha han circulado versiones incorrectas, contradictorias y estigmatizantes por parte del alcalde Mayor Carlos Fernando Galán y cuentas oficiales de sus Secretarías. Así como discursos estigmatizantes por diferentes personas a través de redes sociales contra quienes organizaron la movilización y ejercieron la defensa de DDHH como comisiones de verificación".

CAMBIO habló con María Eugenia Ramírez, una de las voceras de Somos un rostro colectivo. Explicó que fue una de las mujeres que vivenció la violencia ejercida por el UNDMO el 8 de marzo.

"Yo hice parte del esquema feminista de derechos humanos. Éramos las responsables de cuidar la marcha y la alcaldía debía garantizar la seguridad con las gestoras de convivencia, la Personería y la Defensoría del Pueblo. Pero lo cierto es que, en relación a esta denuncia, nosotras confirmamos que hubo abuso policial, fuimos testigas y fuimos víctimas de esa acción de la que ahora llaman la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden. Fue un acto violento, donde la unidad taponó las salidas de evacuación, eso lo demuestran los videos, los testimonios de las mujeres", señaló Ramírez.

La defensora de derechos humanos agregó que dentro del colectivo y las organizaciones se acordó que toda la movilización se diera de forma pacífica y que los brotes de violencia fueron protagonizados por otros colectivos, por los que Somos un rostro colectivo no se puede responsabilizar. 

Ramírez considera que para que las movilizaciones pacíficas no sean atacadas por el gobierno distrital se debe cumplir el decreto 003 de 2021, por el cual se "establecen directrices para la actuación de las autoridades de Policía en sus funciones de garantes de Derechos Fundamentales en el marco de las manifestaciones públicas".

"No queremos la militarización, no queremos el acoso, porque como dice el comunicado que reúne las voces de muchas mujeres que estuvimos ahí, no valió gestoras, que había muy pocas, no valió que teníamos un distintivo, no valió nada" para evitar la acción violenta de la Policía, puntualizó.

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¿Cuál es la respuesta de la alcaldía?

Por otra parte, CAMBIO contactó a la alcaldía. La administración aseguró que, por ahora, la versión oficial es la compartida por el alcalde Carlos Fernando Galán, quien aseguró que entiende la "angustia" y "miedo" que generó el uso de los artefactos policiales en las manifestaciones, pero agregó que en este caso: "Esa decisión la toma el policía en terreno según el marco legal cuando considera que hay un riesgo a su integridad o a otras personas. Eso está sujeto a ser revisado evidentemente".

En cuanto a los posibles errores cometidos, Galán reconoce que la Plaza de Bolívar tiene un problema con el alumbrado público desde hace varias semanas, el cual no ha sido solucionados por las entidades correspondientes. En cuanto al acceso a la plaza, el alcalde manifestó que cuatro de las ocho entradas están cerradas por decisión de la Presidencia de la República y por orden del Consejo de Estado de proteger el Palacio de Justicia hasta que se elija a la próxima fiscal general.

Por otro lado, el mandatario distrital explicó que nunca ha comparado el rayón de una pared con afectar una vida.

"Tenemos que proteger la vida y garantizar la integridad, pero también tenemos una obligación como Estado de impedir que se dañen bienes públicos. Hacerlo siempre con un uso proporcional de la fuerza que garantice que no se dañe el bien, pero que tampoco se dañe la vida y la integridad de una persona", dijo el mandatario.

Finalmente, Galán dejó abierto un espacio para que organizaciones de mujeres y colectivos sociales puedan dialogar con su administración, para llegar a acuerdos que respeten los derechos de manifestantes y no manifestantes.