'Ciudades calcadas', fotografías poéticas de Susana Carrié

¿Cómo unir dos ciudades como Bogotá y Lima en piezas gráficas en las que ambas ciudades parecen fundirse en una sola? ¿Qué unen –y separan– a una ciudad a orillas del mar de otra enclavada en el corazón de la cordillera de los Andes? Ese fue el reto que enfrentó Susana Carrié, fotógrafa, diseñadora gráfica y artista plástica, pionera del uso de las tecnologías digitales en la fotografía.
La muestra Ciudades calcadas, que se expone en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Bogotá, en una manera de aproximarse al trabajo de esta artista que a lo largo de su trayectoria se ha destacado por su manera atrevida de reelaborar las imágenes que capta la cámara fotográfica.
Susana Carrié Martínez nacó en Falcón, Venezuela (1962), hija de emigrante franco-español y madre colombiana. Cursó estudios de diseño industrial en Roma pero ante todo ha sido una artista autodidacta. Ha incursionado en diversas disciplinas como pintura y las artes plásticas, escenografía, la dirección de arte para teatro, cine y video y diseño gráfico y editorial. El tema central de su trabajo ha sido Bogotá.
Con respecto a esta exposición CAMBIO habló con ella.

CAMBIO. ¿Cómo mezclar en imágenes a Lima con Bogotá? ¿Qué las une? ¿Qué las separa?
Susana Carrié. Fue una tarea un poco ambiciosa pero no imposible. Valiéndome de algunas herramientas tecnológicas para este fin, otras conceptuales, otras muy subjetivas y emocionales que pertenecen más al plano de lo onírico. Obviamente que aunque la muestra habla de “calcos” en realidad aquí lo que se intenta son acercamientos que a veces se logran de manera casi idéntica, pero en otras ocasiones se evidencian distancias tan obvias, como por ejemplo el hecho de que Lima tenga de frente ese océano inmenso que es el Pacífico y Bogotá esté metida en las montañas de los Andes a 2.600 metros, tan lejos del mar.
CAMBIO. ¿Cómo nació la idea de la exposición?
S.C.: Yo he tenido a lo largo de mi vida un sueño recurrente de que Bogotá tiene mar… viene del hecho de que como yo nací en el Caribe (Falcón, Venezuela), pero fui “arrancada” de ese entorno cuando estaba muy pequeña y traída a Bogotá, seguramente quedó ese trauma que se manifestó de esa manera.
Y como sucede que Lima se parece en muchos aspectos a Bogotá, tanto en su caos, como en sus desigualdades sociales, sus orígenes raciales, en sus vacilaciones identitarias, su pasado colonial, su arquitectura, los errores y aciertos frente al pretendido “progreso” y hasta en sus comicidades tan propias de esa latinoamericanidad que compartimos, pensé que el sueño (¿o pesadilla?) se había hecho realidad.
CAMBIO. ¿Qué tanto de "pintura" tiene una fotografía intervenida de las muchas maneras que lo hace usted?
S.C.: Yo me valgo de unas herramientas tecnológicas y otras analógicas para hacerlo. Son mezclas de mi archivo fotográfico y otras provienen de algunos fragmentos pictóricos de mi autoría que son digitalizados. Son construcciones o composiciones visuales que se van apartando de lo meramente fotográfico, entonces yo me doy la licencia de mezclar esas realidades para llegar a algún lugar, no sé si sea “pictórico” o no, el caso es que hago uso de esos programas de una manera nada “predeterminada”, es decir yo no aplico los filtros o “efectos” que vienen con las aplicaciones, sino que son procesos que he aprendido y personalizado a través de mi experiencia como pintora y diseñadora en casi 40 años de oficio.
CAMBIO. ¿Cómo ve usted esta época en que la tecnología ha puesto en un teléfono portátil una gran cantidad de herramientas para tomar fotos y manipularlas?
S.C.: Pues yo creo que estas posibilidades se prestan para dos interpretaciones; una que esta facilidad hace que el trabajo del oficio de quienes lo hacen de una manera más elaborada y concienzuda pierda su áurea o valor artístico, pero otro lado proporciona una suerte de democratización de la expresión visual, recordemos que hoy comunicamos con imágenes, lo que se ha convertido casi en una escritura… aunque estemos llenando exponencialmente de basura digital lo que significa un abuso energético quizás nos traiga grandes consecuencias.
Lugar: Centro Cultural Gabriel García Márquez (Fondo de Cultura económica) Sala Débora Arango.
Fechas: Del 6 de diciembre de 2022 al 8 de enero de 2023
Horarios: Domingos y festivos de 10:30 de la mañana. a cinco de la tarde
Lunes a viernes de nueve de la mañana a siete de la noche
Esta exposición se lleva a cabo bajo el auspicio y patrocinio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú y la Embajada de Perú en Colombia con motivo de los 200 años de relaciones diplomáticas entre Perú y Colombia.