Por qué aumentó el riesgo de invertir en Colombia
18 Noviembre 2022

Por qué aumentó el riesgo de invertir en Colombia

Crédito: Fotoilustración: Yamith Mariño

Por cuenta de una menor calificación y la incertidumbre que genera el nuevo gobierno, Colombia se ha convertido en uno de los países con mayor riesgo de inversión de Latinoamérica.

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Volatilidad en el dólar, caída en los bonos del gobierno, cautela e incertidumbre en los mercados financieros y declaraciones del ministro de Hacienda para calmar las aguas y lograr que el precio del dólar retroceda por debajo de los 5.000 pesos. Así ha sido el tornado económico de los últimos meses, cuyos vientos amenazan con aumentar la dificultad para pagar la deuda y agravar la calificación crediticia. 

Parte de la subida del precio del dólar y la desvalorización de los bonos del gobierno, los TES, se debe a que el país tiene una prima de riesgo más alta que la mayoría de países de la región con condiciones de calificación crediticia similar, incluido Brasil, que antes era considerado el más riesgoso del grupo. 

"Países como Ecuador y Argentina tienen primas de riesgo mucho más altas que Brasil y Colombia.  Esos últimos todavía tienen acceso al mercado, pero a un costo ahora más alto", explica Benjamin Ramsey, jefe de investigación económica para América Latina de J.P. Morgan. Es decir, para Brasil y Colombia, a diferencia de Ecuador y Argentina, todavía es una opción vender su deuda en mercados internacionales para pagar el gasto interno, aunque a un precio mucho más elevado dado que se perciben como más riesgosos.

En cuanto a la razón de las primas de riesgo más altas, Ramsey añade: “La Fed ha subido tasas en dólares a sus más altos niveles en 15 años y ese proceso no ha terminado aún.  En el universo de bonos en dólares, cuando suben la curva de los tesoros de EE.UU, la prima de riesgo tiende a subir también –y aún más para bonos que están por debajo del grado de inversión, lo cual ahora es el caso de Colombia para dos de tres calificadores”. 

Y a eso, añade Ramsey, toca sumarle que “los inversionistas suelen percibir más riesgo para países que tienen señales clásicas de vulnerabilidad como déficits altos en las cuentas fiscales y la cuenta corriente. Adicionalmente, esta es la primera experiencia del país con un gobierno de izquierda, y el mercado todavía está reaccionando con cautela ante incertidumbre sobre la agenda ambiciosa de reformas, y si esas al final van a ser consistentes con un déficit fiscal manejable y financiable en el mediano y largo plazo”. 

J.P. Morgan no es el único que advierte de la vulnerabilidad de Colombia en sus déficits y, en especial, el de cuenta corriente es preocupante. Aunque ha mostrado signos de recuperación, este déficit llegó a 5,7 por ciento en el segundo trimestre de 2022. El Banco de la República espera que el faltante de recursos del país, que es financiado principalmente por inversión extranjera de portafolio y directa, se contraiga a 3,9 por ciento en 2023, muy cerca del 4,1 por ciento con el que cerró 2019, antes del choque y la crisis que generó la pandemia de coronavirus. 

Pero Sergi Lanau, economista jefe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por sus siglas en inglés), advirtió hace unas semanas en su cuenta de Twitter que el déficit de cuenta corriente de Colombia el próximo año seguiría por encima del 2019, con un horizonte de fragilidad para las cuentas nacionales. 

Incertidumbre política

Lanau, Ramsey y Fitch Ratings destacan la incertidumbre política del país con el nuevo gobierno. La misma que desde agosto ha obligado al ministro Ocampo a salirle el paso a sus compañeros de gabinete y hasta a su jefe, el presidente Petro, sobre sus ideas económicas. 

Consciente de ese entorno, el jueves, tras la aprobación en la Cámara de Representantes del texto de conciliación de la reforma tributaria, Ocampo dijo que “la reforma tributaria es un mensaje al mercado de que somos serios y que por lo tanto deben eliminarse todas las incertidumbres que puedan haberse presentado en este proceso”. 

Pero la calificadora Fitch Ratings le advirtió que no cree que las cuentas fiscales de Colombia puedan mejorar en el corto plazo con la aprobación de la reforma tributaria, dado que el nuevo gobierno ha manifestado varias veces su intención de gastarse todo lo que pueda de esos recursos en gasto social y nada adicional a lo de ley para ahorro o pago de deudas. 

Según Fitch Ratings, si el gobierno se gasta todos los recursos adicionales y no atiende lo suficiente sus riesgos fiscales, incluso podría ver una nueva rebaja en su calificación crediticia, que ya está en BB+, justo un escalón por debajo del grado de inversión. 

El mensaje de la calificadora y del IIF es que la política es importante, pero quizás más importante es cómo se comunican esas políticas. El ministro Ocampo lo sabe. En los últimos días, destacó que la prima de riesgo del país ha disminuido, pero sigue siendo alta, por lo que esperan seguir disipando la incertidumbre para que mejore la percepción del país, se estabilice la tasa de cambio y se valoricen los títulos de deuda pública. 

CDS Colombia vs Latam

Ramsey agrega: "Hablando de la comparación con Brasil, que tiene una calificación más baja que la de Colombia, podemos interpretar que el mercado (muy sensible a riesgos e incertidumbre en un momento en que la Fed está subiendo tasas) está viendo el riesgo de que la calificación de Colombia pueda seguir bajando. Además, aunque Brasil tiene su deuda/PIB más alta que Colombia, la composición de la deuda brasileña esta más orientada a su moneda local, en un país con muchas reservas internacionales y sin el desbalance externo que tiene Colombia, lo cual limita algo la percepción de riesgo de presiones de balanza de pagos que podría dificultar el pago de obligaciones en dólares".

“Los mercados se dieron cuenta de que las contradicciones entre los ministros no sugieren un rumbo claro para el país. En ese sentido, oír los mensajes del último responsable, que es el presidente, obliga a los ministros y a los demás funcionarios del gobierno a seguir la instrucción”, dice Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis. Pero pocas veces el presidente ha salido a apoyar o acompañar los mensajes tranquilizadores del ministro Ocampo. 

Visto de otra forma, dice Guzmán, “no hay un mensaje claro. Hay muchos mensajes y a menudo son contradictorios entre sí, como lo que dicen los ministros de Energía, Hacienda y Trabajo. Todos dicen cosas distintas y contradictorias y los mercados están buscando que Petro tire línea para entender la dirección estratégica”.

Para Lanau, del IIF, el país no tiene mucho más margen para el error pues “evitó una parada repentina de flujos de cartera en octubre: salidas en la primera mitad, pero suficientes entradas en la segunda mitad para una lectura mensual plana. Dicho esto, la fragilidad macroeconómica y la incertidumbre política seguirán siendo elevadas”.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí