Violencia sexual en medio del conflicto armado
29 Noviembre 2022

Violencia sexual en medio del conflicto armado

De cara a la Conferencia para la Prevención de la Violencia Sexual en el Conflicto Armado (PSVI), que comienzó el 28 de noviembre en Londres, Laura Gil, viceministra de relaciones exteriores de Colombia, junto a Alicia Herbert, enviada de Género para el Reino Unido, discuten los avances y retos que tiene Colombia en esta materia. 

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Por Laura Gil, Viceministra de Asuntos Multilaterales, Cancillería de Colombia 

El 28 y 29 de noviembre, el Reino Unido organiza la segunda Conferencia Internacional de la Iniciativa para la Prevención de la Violencia Sexual en Conflictos Armados 2022. Este evento se realiza en el marco de los 16 días de activismo que iniciaron el 25 de noviembre, con motivo de la conmemoración del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer. En este contexto, desde Cancillería, hemos lanzado la campaña “Te escucho, te creo”.

La conmemoración nacional e internacional nos permite reiterar un mensaje fundamental: la inequidad de género constituye la causa estructural de la violencia contra la mujer, que se exacerba en tiempos de guerra y persiste en tiempos de paz en una sociedad patriarcal como la nuestra.

Según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica, en el país, entre 1959 y 2020, se registraron 15.760 víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto, de las cuales el 61,8% corresponde a mujeres y el 30,8% a niñas y adolescentes, para un total del 92,6% del total de víctimas de estos atroces actos. 

En este devastador contexto, esta conferencia resulta fundamental para poner el foco internacional en el abordaje de la violencia sexual con ocasión de los conflictos armados mediante respuestas holísticas e integrales para la prevención, atención de las víctimas, y la garantía real de justicia, desarrollando el principio de la centralidad de las víctimas como fue incluido en el Acuerdo Final entre el gobierno colombiano y la antigua guerrilla de las FARC-EP. Éste fue el primer acuerdo de paz en el  mundo que incluyó enfoques de género, étnico, territorial, y lo más importante, fue el primero en incluir la violencia sexual como un delito específico que no tendría beneficios de indulto o amnistía. 

Junto a la delegación de víctimas sobrevivientes de violencia sexual, representantes de la Jurisdicción Especial de Paz y autoridades locales, la Cancillería mostrará la experiencia ejemplar de Colombia en la construcción de acciones que atienden el impacto desproporcionado que sufren las mujeres, las niñas y las personas LGTBI en situaciones de conflicto y postconflicto.

Colombia ha aprendido una lección esencial: la centralidad de las víctimas obliga a reconocer sus identidades y condiciones y a apoyar sus procesos de empoderamiento para que se restablezcan sus derechos. Todas las sociedades están obligadas a poner a las víctimas en el centro de las respuestas, desde la prevención hasta el acceso a la justicia y las medidas de reparación y no repetición. Este camino lo empezó Colombia desde que adoptó la Ley de Atención y Reparación de Víctimas en 2011.

El andamiaje normativo e institucional de justiciatransicional, creado en virtud del Acuerdo de Paz con las FARC, ha logrado avances significativos en sus respuestas a la violencia sexual en el marco del conflicto armado. La JEP ha recibido más de 900 informes sobre violencia sexual; la Unidad de investigación y acusación ha creado el equipo especial de investigación como lo ordena el Acuerdo Final y ha estado trabajando con las víctimas en la propuesta de reparaciones tempranas, que incluye la creción de un centro especializado en la ciudad de Villavicencio.

El Gobierno nacional ha trazado una hoja de ruta para garantizar espacios seguros y libres de violencia para la participación de las mujeres. Varias entidades nacionales están trabajando en la construcción del primer Plan de Acción Nacional para la Agenda Mujer, Paz y Seguridad, cuya piedra fundacional reposa en la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad, adoptada en 2000. Saldaremos así una deuda de 22 años con el movimiento de mujeres. Con la asesoría de ONUMujeres y la Representante Especial del Secretario General de la ONU sobre Violencia en Conflicto, nos aseguraremos de poner la prevención de la violencia sexual en el corazón del Plan Nacional 1325, lo que implica que las víctimas de este delito tendrán una participación importante en este proceso.

Desde la Cancillería, estamos trabajando en el diseño de una política exterior feminista que sitúe los derechos de las mujeres y niñas, en toda su diversidad, en la agenda nacional e internacional, para el beneficio de toda la ciudadanía colombiana.

Sea ésta la oportunidad para enfatizar que el Gobierno no dejará a la población LGTBI atrás. Estará en el centro de nuestras preocupaciones, como las mujeres y niñas, tanto en esta conferencia como en toda acción internacional. Existió un patrón sistemático de violencia contra esta población durante el conflicto con las FARC-EP y es nuestro deber visibilizarlo.

Tenemos mucho que mostrar y mucho que aprender. A Colombia le interesa profundizar en experiencias como las del modelo de atención a sobrevivientes de violencia sexual desarrollado por el Dr. Denis Mukwege, Premio Nobel de Paz 2018, en la República Democrática del Congo.

Tengo toda mi ilusión puesta en el desarrollo de la conferencia y en los compromisos que logremos concretar y confío en que será un paso más en el camino hacia la igualdad y la vida en condiciones de dignidad de todas las mujeres y las niñas, de todos los hombres y niños, de todos y todas, en toda su diversidad.

Sé que, con la ayuda de un movimiento social tan vibrante como el colombiano, avanzaremos. Agradezco a la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales, Ruta Pacífica de Mujeres, Iniciativa de Mujeres por la Paz, Sisma Mujer, Casa de la Mujer, la Red Nacional de Mujeres, Dejusticia, Colombia Diversa, Caribe Afirmativo y miles de víctimas de violencia sexual y sus organizaciones en capitales y en territorio su trabajo diario para asegurar el goce de los derechos. Éste es un gobierno de derechos y estamos listos y listas a escuchar y a trabajar.

El éxito de esta conferencia dependerá de nuestra voluntad colectiva de transformar los compromisos pactados por los Estados en acciones concretas y de nuestra capacidad para abordar, de la mano siempre de las víctimas, las causas subyacentes de la discriminación y la desigualdad. Es tiempo de decirles: “yo te escucho, yo te creo y de pasar de  las declaraciones a las acciones.


Por Alicia Herbert, Enviada Especial del Gobierno del Reino Unido para la Educación y el Género

En mi reciente visita a Colombia, fue sin duda muy enriquecedor ver de primera mano la capacidad de acción y resiliencia de la sociedad civil colombiana. Fue particularmente importante para mi conocer el testimonio de sobrevivientes de violencia sexual dentro de los más de 50 años de conflicto armado que ha vivido Colombia. Su valentía y carácter en busca de acceso a la justicia, su activismo en defensa de los derechos de las mujeres y la población LGBTI y su compromiso con garantizar la no repetición de estos actos, me ha inspirado mucho. 

Las experiencias relatadas por organizaciones como la Asociación de Cabildos Indígenas (ACIN) y la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca (ASOM) me permitió darme cuenta de su incansable lucha por la defensa de sus territorios y la creación de mecanismos de autoprotección acordes con sus tradiciones étnicas y culturales. Fue muy grato conocer personalmente a Clemencia Carabalí, quien lideró el camino de ASOM por muchos años y es hoy la Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer.

 

Fue un honor conocer en persona a Angela Escobar, Directora de La Red de Mujeres Victimas y Profesionales quienes hacen una gran labor apoyando a víctimas de violencia sexual, tanto a niñas y mujeres, como a niños y hombres, y a la población LGBTI, a encontrar asistencia legal y de salud cuando más lo necesitan. Discutimos su rol fundamental e incansable en obtener la verdad, la justicia y reparaciones. 

El liderazgo que ha demostrado Colombia en esta materia será protagonista en el foro para la Prevención de la Violencia Sexual en el Conflicto Armado que se llevará a cabo en Londres este 28 y 29 de noviembre, en el marco de los 16 días de Activismo Contra la Violencia de Genero. Este espacio reunirá a delegaciones y sobrevivientes de todo el mundo, para mostrar los avances, compartir las mejores prácticas y reflexionar sobre las lecciones aprendidas en materia de lucha y prevención de violencia sexual. Más de 50 países se reunirán a compartir sus experiencias, incluidas las vividas más recientemente en Ucrania, y a buscar soluciones para terminar de una vez por todas, esta horrorosa violación de los derechos humanos de cientos de miles de personas. Junto a Colombia, y muchos otros países, lanzaremos una nueva Declaración Política, que nos comprometerá colectivamente a eliminar la violencia sexual dentro del conflicto armado. 

Durante mi paso por Colombia, tuve la oportunidad de reunirme con las magistradas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que adelantan el macro-caso sobre violencia sexual. En nuestra conversación pude confirmar que esta institución tiene a las víctimas y sobrevivientes en el centro de su trabajo, lo que la hace un referente mundial en materia de justicia transicional. Recibiré con orgullo a miembros de la JEP para que compartan los avances logrados en este tema, ya que son los pioneros en tratar violencia sexual dentro de la justicia transicional. 

Por más de una década Colombia y el Reino Unido han unido esfuerzos para proveer apoyo y experticia a la sociedad civil para que desarrollen capacidades que les permitan acceder a la justicia restaurativa y contar con el apoyo psicosocial que merecen como sobrevivientes de violencia sexual.  

Con el compromiso del nuevo gobierno colombiano con la protección de la vida, la defensa de los derechos humanos, y el apoyo a las víctimas y sobrevivientes del conflicto armado, me complace ver que esta alianza toma cada vez más fuerza, liderada por mujeres valientes y comprometidas como la Vicepresidenta Francia Márquez, y la Viceministra de Relaciones Exteriores, Laura Gil. 

Reconocer los avances, identificar las oportunidades y continuar replicando la voz de quienes protegen los derechos humanos en los distintos territorios de Colombia, es una prioridad para el Reino Unido y seguiremos brindando nuestro apoyo para garantizar que vejámenes como la violencia sexual dentro del conflicto armado no se repita. 

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