Araújo versus Petro: ¿se puede despedir a un trabajador por votar por determinado candidato?

El 29 de mayo, día de las elecciones presidenciales, se acerca y la tensión crece no solamente en la esfera política y electoral. El sector privado también vive a su manera la próxima jornada en la que se definirá el reemplazo de Iván Duque en la Casa de Nariño. Muchas compañías apoyan la campaña con la que más se identifican a través de donaciones de importantes sumas de dinero que son utilizadas para viajes, eventos y publicidad. Sin embargo, en días recientes se han conocido varios casos en los que algunas de estas empresas y sus propietarios han ido más allá de esta práctica y sus acciones son causantes de una gran polémica.

El más reciente episodio lo protagonizó Sergio Araújo Castro. Este empresario del Cesar, quien además es un reconocido seguidor del expresidente Álvaro Uribe y fue uno de los fundadores del Centro Democrático en su departamento, trinó en su cuenta de Twitter que despedirá a cualquier trabajador que esté a sus órdenes si decide votar por Gustavo Petro. En su criterio, así como sus empleados “tienen derecho a votar libremente”, él también goza de “pleno derecho” sobre sus compañías para tomar este tipo de determinaciones.

Petro, quien hoy parece ser el más opcionado para ganar la primera vuelta, como lo han reseñado las encuestas desde hace varios meses, consiguió una apabullante victoria en la consulta del Pacto Histórico con 4,4 millones de votos. En Cesar, la región en donde se ubican las actividades comerciales de Araújo Castro, el exalcalde de Bogotá obtuvo 121.000 votos, y para la Cámara de Representantes, su movimiento sumó otros 50.000 .

 
El anuncio del empresario cesarense no es aislado y viene antecedido de pronunciamientos de otros pares suyos que han intervenido en la contienda electoral. Mario Hernández es quizá el caso más conocido. El santandereano, propietario de la reconocida casa de moda que lleva su nombre, ya anunció que votará por Federico Gutiérrez el 29 de mayo, aunque asegura que les concede total libertad a sus trabajadores para que voten por quien consideren. No obstante, el pasado 12 de abril, Hernández fue blanco de críticas cuando publicó un video de trabajadores de un campo de golf que lucían bolsas de la campaña del exalcalde de Medellín y respondían, ante las preguntas del empresario, que le darían su apoyo en primera vuelta. 

Este proceder por parte de los empleadores, que tiene componentes tanto de libertad como de coacción, abrió un debate sobre qué tan legal es en Colombia que se exija a los trabajadores que voten de determinada forma. 

Cambio conversó con Laura Porras y Juan Felipe Parra, profesores de la Universidad de Los Andes y expertos en derecho laboral, sobre esta situación.

La posibilidad de acabar cualquier vínculo laboral en caso de que se apoye una candidatura existe, pero tiene sus matices. No es tal y como lo sustenta en su trino Sergio Araújo Castro. La finalización del contrato podría llevarse a cabo siempre y cuando se haga bajo la figura de despido sin justa causa.

“Despedir a una persona de su trabajo, aquí en Colombia, es fácil. Lo que no se puede hacer es despedirlo por votar por un candidato diferente al del empleador. El empleador jamás va a admitir eso. Lo que seguramente se haría es despedir e indemnizar por despido sin justa causa. Ahí no se necesita argumentar por qué”, explicó Porras. 

Es decir, si el empleador decide no utilizar el despido sin justa causa se expone a un proceso judicial en el que probablemente recibirá un fallo en contra. El sistema judicial es garantista con los trabajadores y una situación de esta índole no es la excepción. 

“Si una persona publica en redes sociales, con su nombre y cara, que despedirá a cualquiera de sus trabajadores si vota por Petro, ellos podrían acudir a la jurisdicción laboral y allí seguramente perdería el empleador. Lo que lo libra de eso es que argumente un despido sin justa causa, pague la indemnización y listo”, añadió Porras.

Ahora bien, la Constitución Política establece el derecho al voto como uno que debe ser ejercido con plena libertad y sin ningún tipo de coacción. Aún así, la publicación de Araújo Castro puede ser percibida como una amenaza hacia los trabajadores. En ese sentido, Parra recordó que la legislación colombiana no permite que empleadores y trabajadores hagan política en su lugar de trabajo y que se exponen a sanciones si violan esta prohibición. 

“El trabajo en Colombia, según el Código Sustantivo del Trabajo, es un sitio apolítico. Publicar en redes sociales que se despedirá a alguien por votar por Petro, aunque las redes hacen parte de la esfera semiprivada, tiene efectos sobre el trabajo y en ese caso se estaría violando la prohibición del código”, señaló Parra. 

Adicionalmente, dado que el trino de Araújo Castro va en contravía de un artículo de la Constitución, el empresario podría ser objeto de acciones de tutela que aleguen una vulneración al derecho al voto.

En resumidas cuentas, un trabajador sí puede ser despedido si vota por un candidato diferente al de sus jefes, pero tiene derecho a recibir una indemnización. Su retiro del cargo deberá hacerse bajo la modalidad de despido sin justa causa. Además, esto no libra a los empleadores de alguna decisión judicial adversa en amparo de los derechos fundamentales que defiende la Constitución.