Las pruebas de que Francisco Barbosa pagó las empleadas de su casa con recursos públicos
CAMBIO revela los documentos oficiales de la Fiscalía en los que sus mismos funcionarios dejan constancia de que hay trabajadoras de la entidad asignadas a la residencia del fiscal general.
CAMBIO reveló que el fiscal general, Francisco Barbosa, ha tenido como empleadas del servicio doméstico de su residencia a dos trabajadoras de servicios generales de la Fiscalía, que están contratadas a través de la UT SOLO-ASEO EMINSER, que tuvo su último contrato con la entidad este año, por más de 6.300 millones de pesos. Sobre la investigación periodística, la Fiscalía expidió un comunicado de prensa en el que asegura que no ha pagado con recursos públicos servicios para uso personal y familiar del fiscal Barbosa. Sin embargo, hay documentos de la propia institución que demuestran lo contrario.
Para profundizar
El primer documento es un listado llamado “personal del despacho 2022”. Allí se relacionan ocho personas bajo el rubro de cafetería, dos de ellas, cuya ubicación es casa. Se llaman Dora Priscila Muñoz Parra, que tiene cargo de operaria, y Sara Inés Segura Ortega, con el cargo de operaria de aseo y cafetería.
CAMBIO verificó la metadata de ese documento que demuestra que fue elaborado el 31 de enero de 2022 por el funcionario Egidio Fajardo Ariza, agente de Protección y Seguridad IV, cuya asignación en ese momento era Seguridad de Despacho.
En el comunicado mencionado, la Fiscalía dice que no hay quejas por esa situación. Eso tampoco es cierto. El 12 de marzo de 2022, la directora ejecutiva, Astrid Torcoroma Rojas, recibió a su correo electrónico una queja formal sobre estos hechos. Ese documento, efectuado en papelería oficial, está firmado por el agente de seguridad Egidio Fajardo Ariza, como puede verse en la página final del documento.
Además, el 11 de marzo de 2022, el conductor Harold Wilson Jaramillo Arcos envió a las 12:52 de la tarde un correo electrónico reportando malos tratos a una de las empleadas de servicios generales a quien le habían encomendado hacer un mandado personal para el fiscal.
Incluso, el mismo 11 de marzo, la empleada de servicios generales María Johana Madrigal envió una carta a la directora ejecutiva de la Fiscalía, Astrid Torcoroma Rojas Sarmiento, reportando que había sido enviada a hacer una diligencia personal del fiscal y que fue maltratada de palabra por el conductor Camilo García en la droguería Farmatodo. En esa carta, se refiere a Dora Priscila Muñoz como: “que hace turno en la casa del señor fiscal general”.
CAMBIO también conoció comunicaciones de WhatsApp en las que Dora Priscila Muñoz, empleada de compañía contratista de servicios generales de la Fiscalía, dice que tiene que cumplir sus labores en la casa del fiscal y se queja por la temprana hora en la que la recogen porque la hora de inicio de su trabajo debía ser las siete de la mañana.
En otra conversación, también conocida por CAMBIO, Dora Priscila Muñoz se queja porque la recogen a las cuatro de la mañana y asegura “y yo salgo muy tarde del apartamento y hasta ahora voy para la casa”, el WhatsApp tiene hora 9:26 p.m., es decir, la empleada estaba próxima a cumplir 18 horas de trabajo.
Sumado a las pruebas publicadas, CAMBIO habló con diez personas que han trabajado en el entorno próximo al fiscal y todos -sin excepción- corroboraron que dos empleadas de servicios generales de la Fiscalía cumplían oficios domésticos en la casa del fiscal Barbosa y su esposa, Walfa Téllez.
Para profundizar
El fiscal Barbosa fue contactado por CAMBIO, pero optó por delegar en otros funcionarios las respuestas sobre lo que ha sucedido en su residencia personal. Hoy mismo, utiliza la estructura de comunicaciones de la institución para evadir las respuestas que debe, como ciudadano y como funcionario.
El comunicado de la Fiscalía no responde lo fundamental: ¿qué funciones cumplieron en su casa las señoras Dora Priscila Muñoz y Sara Inés Segura, empleadas de una empresa contratista de la Fiscalía?
