Por violencia sexual, Hernán Giraldo fue excluido de Justicia y Paz

Por violencia sexual, Hernán Giraldo fue excluido de Justicia y Paz

Este martes el exjefe paramilitar Hernán Giraldo fue expulsado de Justicia y Paz por violar a cuatro menores después de su desmovilización. CAMBIO contó hace más de un mes que las víctimas temen por su seguridad y por la impunidad.

Por: Santiago Luque Pérez

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El exjefe paramilitar Hernán Giraldo fue excluido de Justicia y Paz este martes 8 de agosto. Con la decisión, el hombre, que fue conocido con el alias de el depredador de la sierra, perderá todo los beneficios tras su desmovilización.

La decisión se tomó porque el hombre habría violado a cuatro menores de edad mientras estaba recluido en las cárceles de Itagüí y Barranquilla. Las víctimas de Giraldo habían denunciado en CAMBIO las amenazas y el temor a impunidad por este caso.

La defensa de Hernán Giraldo apeló la decisión. Por esta razón, pasará a revisión de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia antes de quedar en firme.

La lucha por la verdad de las víctimas

Aunque la decisión tomada en contra de Giraldo es un paso en contra de la impunidad, falta ver qué pasa en el caso en contra de Noralba Vasco, acusada de ser la proxeneta del exjefe paramilitar.

Noralba Vasco está en prisión desde mayo de 2021 acusada de ingresar, entre 2007 y 2008, mediante engaños, a menores de edad a las cárceles de Itagüí y Barranquilla para que el paramilitar Hernán Giraldo las abusara sexualmente.

La defensa de la mujer ha dilatado la audiencia por medio de incapacidades médicas. Por esta razón, las víctimas temen que la presunta proxeneta esté buscando quedar en libertad por vencimiento de términos, pues ha pasado más de un año desde que fue acusada por la Fiscalía.

Norma Vera Salazar es la defensora de derechos humanos que ha denunciado tanto a Noralba Vasco, como a Hernán Giraldo. Por esto, en este momento está amenazada y ha sido declarada objetivo militar de los paramilitares que operan en la Sierra Nevada de Santa Marta.

La lideresa se ha convertido en la voz de las cinco mujeres que fueron violadas en la cárcel por Giraldo. Algunas de ellas están en el proceso judicial como testigos sin rostro, otras han desistido de participar del mismo por las amenazas que recaen sobre todas y sus familias.

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