Educación superior: una necesidad para avanzar
22 Mayo 2023

Educación superior: una necesidad para avanzar

Crédito: Freepik

Muy pocos colombianos logran acceder a la educación superior, que será determinante en sus proyectos de vida e incluso en la competitividad y el desarrollo del país.

Por: Contenido especial

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La educación en Colombia se perfila como un factor fundamental en el desarrollo del país y, de acuerdo a un artículo publicado por el Global Solutions Journal, garantizar su acceso favorece procesos de progreso social, aumenta la equidad y podría estar relacionado también con bajas en los índices de desigualdad, exclusión y violencia. 

La educación superior tiene un impacto de alta relevancia, una herramienta que secunda la seguridad económica y aumenta las posibilidades de contar con un futuro estable. Según UNESCO, es fundamental para incentivar procesos de cambio económico, tecnológico y social; además de permitir a quienes acceden a ella adquirir capacidades de adaptación frente a un mercado laboral cambiante. 

Mario Hurtado, profesor de estudios sociales de la Universidad Pedagógica Nacional y consultor en educación, concuerda. “Podemos sacar a muchas personas de la desigualdad con el acceso a la educación superior de calidad que permita encontrar un proyecto de vida, emplearse, desarrollar sueños y encontrar un objetivo por alcanzar”.

En Colombia, las cifras preocupan. Actualmente, según Luz Karime Abadía, codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, “la tasa de cobertura en educación superior es del 53 por ciento, eso quiere decir, que cada año solamente uno de cada dos jóvenes, entre 17 y 21, años logra acceder a esta. De aquellos, se estima que el 40 por ciento deserta"

La inequidad suma complejidad al problema. “Lo más grave es que [la cobertura] es muy inequitativa [...]. El acceso, la calidad, y los recursos, tanto privados como públicos, están muy mal distribuidos”, afirma Oscar Sánchez Jaramillo, viceministro de Educación.

La falta de acceso se suma al aumento del Índice de Costos de la Educación Superior reportado por el Dane. Los datos recopilados en el segundo semestre del 2022 concluyen que el costo en Colombia aumentó un 8,9 por ciento, teniendo un alza de 6,46 por ciento respecto al año anterior y convirtiéndose en el número más alto desde 2016. 

El incremento del gasto en bienes y servicios de este sector se traduce en el alza de las matrículas que, para inicio del 2023, se calculaba entre el 11 y el 13 por ciento. Los costos suben y es un impedimento para adquirir formación de alta calidad y agrandan la brecha de desigualdad.

Educación superior: una necesidad para avanzar
Foto: Freepik

La problemática se manifiesta, a nivel país, en aumentos de inequidad social que ralentizan los proyectos tecnológicos y de desarrollo nacional. “Sin mano de obra calificada es muy difícil avanzar. Hay muchos estudios que muestran que la inversión en educación podría tener la tasa de retorno mucho más alta que cualquier otra”, dice Jorge Baxter, profesor asociado y director del Centro de Investigación de la Facultad de Educación de la Universidad de Los Andes. Abadía concuerda: “actualmente en Colombia, la educación superior tiene importantes retornos privados […], por ejemplo, las ganancias en términos salariales que obtiene el individuo que logra un título de educación superior pueden estar entre 30 y 60% dependiendo de la carrera y de la calidad recibida”.

La innovación también se vería beneficiada por la inversión en este sector. Conforme a lo mencionado por la comisionada europea Mariya Gabriel, en el marco de la Cumbre Europea sobre Educación e Innovación en Bruselas, la garantía de formación desde la primera infancia hasta el nivel universitario tiene un vínculo fundamental que permite el avance en materia de desarrollo, promueve el liderazgo en el mercado internacional y amplía también la oferta laboral en dichos ámbitos. 

“[El acceso] afecta sin duda --asegura Luz Abadia-- la competitividad del país. Muchos jóvenes no están adquiriendo las habilidades y conocimientos que requieren para una adecuada inserción en el mercado laboral, [necesarios] para tener movilidad social y mejores condiciones de vida”.

Para Colombia que, según el informe Índice Global de Innovación publicado recientemente por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, ocupa el puesto 63 en materia de innovación frente a 132 naciones, la educación sería la clave para robustecer los avances en dicha materia y fortalecer la competencia en los sectores económicos del país.

No obstante, el acceso no es el único factor importante. El nivel de calidad de la misma impacta también de forma directa su relación con el avance del país. Según el informe publicado en septiembre del 2022 por el Ministerio de Educación, solo 89 de las 298 instituciones de educación superior públicas y privadas del país cuentan con Acreditación de Alta Calidad. 

Hurtado dice: “Son muy pocas las universidades colombianas que pueden responder a [las] expectativas de lo que es la formación universitaria articulada con las realidades del mercado y del mundo de hoy”.

Promover la investigación e instrucción son los pilares de la construcción de una riqueza simbólica que localice al país como referente en la región. La formación técnica y tecnológica también se proponen como alternativas que deben ser fortalecidas para contribuir con el posicionamiento del país. 

“Se requiere en Colombia impulsar el acceso de jóvenes a carreras técnicas y tecnológicas de alta calidad alineadas con las necesidades del sector productivo e impulsar las certificaciones”, dice Abadía. Las estrategias de tránsito a la educación superior podrían ser una apuesta positiva para su fortalecimiento.

“La educación media articulada con la superior [...] forma técnica y vocacionalmente. Les generan oportunidades de ir avanzando hacia el mundo universitario o hacia la formación en el Sena [para lograr] una trayectoria educativa completa”, añade el viceministro de la cartera de educación.

Pero dichas alternativas no remplazan la solución de fondo: la inversión. “Estamos luchando por una causa y es la causa del financiamiento. […] El 4,6 por ciento del producto interno bruto está por debajo del promedio mundial. Un 6 por ciento de financiamiento público nos pondría entre los 35 países del mundo que más financia su educación”, concluye Sánchez.
 

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