Bonilla: con la pensional se acaban las mesadas altas de Colpensiones

Durante el debate de control político de la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes, el ministro Ricardo Bonilla reiteró que Colpensiones dejará de pagar mesadas altas, que incluso alcanzan los 25 salarios mínimos, pues los aportes a esta entidad serían de máximo 3 salarios mínimos. 

El proyecto de reforma pensional elimina la competencia entre Colpensiones –que opera con un régimen de reparto o prima media– y los fondos privados de pensiones –que funcionan con cuentas individuales de ahorro–. En cambio, se establece un sistema de cuatro pilares entre el que está el contributivo, en el que los trabajadores cotizarían lo correspondiente a entre uno y tres salarios mínimos en Colpensiones y si sus ingresos son más altos, lo restante se giraría a su fondo de pensiones preferido. 

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En el modelo actual, quienes cotizan en Colpensiones y se pensionan en esa entidad hacen parte de un régimen de reparto en el que sus aportes financian en parte las mesadas de quienes ya se jubilaron y cuando es su turno, Colpensiones les devuelve esos aportes más un subsidio para completar el nivel de ingreso que se calcula sobre el promedio de los últimos diez años de trabajo. Pero dado que la mayoría de trabajadores colombianos recibe salarios inferiores a 3 salarios mínimos, una mesada se podría considerar alta desde los 5 salarios mínimos. 

El ministro aseguró que “esa propuesta de reforma es responsable y seria con lo que está pasando en el país por el umbral de tres salarios mínimos en Colpensiones. En campaña el gobierno dijo que cuatro, pero tres salarios acota el subsidio a pensiones altas. Ya nadie después de que se apruebe eso podrá pensionarse en el régimen de reparto con mesadas de 25 mínimos, con tres salarios la tasa de reemplazo significa que la pensión es de 1,8 mínimos. Es un tema de cómo comenzamos a resolver los problemas que hay”.

Lo que explica el ministro, y que es uno de los puntos de la reforma que se han destacado como positivos por parte de académicos, gremios y críticos de la reforma, es que al limitar los aportes a Colpensiones a máximo tres salarios mínimos, en el futuro dejarán de pagarse mesadas altas con aportes de quienes cotizan al régimen de reparto y recursos de la nación, lo que representaría un ahorro. 

Para alcanzar una mesada más alta, los trabajadores dependerían de su capacidad de ahorro en las cuentas individuales administradas por las AFP y los rendimientos que estas generan. 

La cuenta, según el ministro, es que si la tasa de reemplazo –el porcentaje de salario que se reconoce para pagar la mesada pensional– se mantiene en el 60 por ciento, en promedio la pensión máxima que entregaría Colpensiones sería de 1,8 salarios mínimos. Con los valores actuales, eso representaría un giro de 2,3 millones de pesos.

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Sin embargo, expertos y académicos como Fedesarrollo y ANIF advierten que ese umbral es muy alto e incluiría a la mayoría de los trabajadores formales del país dado el nivel de ingreso promedio. Según los cálculos de Asofondos, esto representaría más del 80 por ciento de los cotizantes. A eso se añade que las cotizaciones son apenas del 16 por ciento del salario, por lo que esos aportes –que en Colpensiones se actualizan solo por la inflación pues se destinan al pago de los pensionados actuales– terminan recibiendo un subsidio para alcanzar el monto de máximo 1,8 salarios mínimos en promedio cuando el trabajador se pensione. 

Es decir, los ricos también recibirían un subsidio de Colpensiones si el umbral se mantiene en tres salarios mínimos, y si a eso se suma el envejecimiento de la población, los tanques de pensamiento, académicos y hasta el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, han advertido que para cuidar las finanzas de la Nación es mejor reducir ese tope a solo un salario mínimo.

Una nueva reforma y los regímenes especiales

El ministro Bonilla también habló de los regímenes especiales, que generan un mayor gasto público que Colpensiones. 

“El país requiere otra discusión y es qué hacemos con los regímenes especiales. Nos cuesta 4 puntos del PIB pagar pensiones, de los cuales 1,2 van para Colpensiones y los otros 2,8 puntos están en los regímenes especiales y exceptuados. Los especiales ya están marchitos en términos de que nadie puede llegar, pero los que ya están ahí tienen un proceso en el cual hasta que se les acabe la curva de vida van a estar ahí. Puede que esos regímenes se marchiten en 2050, 2060”, dijo el ministro.

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Y agregó que, por ejemplo, “los congresistas han dado malos ejemplos en sus últimos años de vida casándose con sus nueras para pasarles la pensión, en algún momento hay que resolver eso. En este momento el debate es el sector privado”. 

Además, vaticinó que el país necesitará una nueva reforma pensional dentro de un poco más de 20 años para acomodar el sistema a lo que esté pasando en ese momento, en términos de envejecimiento de la población, esperanza de vida y recursos disponibles.

“En algún momento de aquí al 2070 el país tendrá que volver a hablar de esto, las reformas pensionales no son muertas, son reformas que hay que estar planteando con determinados periodos de tiempo: cuáles son las transiciones y el mundo generacional a ver en qué ha cambiado. Uno no puede decir que de aquí al 2070 la cosa se quede quieta. Si ustedes son congresistas de aquí al 2070, en 2045 tendrán que volver a pensar en las generaciones futuras. Uno no puede decir que esto se quede aquí”, sentenció el ministro.