
Este 14 de mayo oficializó la adhesión de Colombia a la Ruta de la Seda en China.
Crédito: Cancillería de Colombia
Colombia se une a la Ruta de la Seda: ¿qué significa este paso histórico?
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Colombia oficializa su integración a la Ruta de la Seda tras firmar un plan de cooperación con China. El acuerdo promete impulsar la economía, diversificar exportaciones y reducir el déficit comercial, pero también plantea desafíos diplomáticos.
Por: Carolina Calero

Este 14 de mayo, Colombia dio un paso significativo en su política de comercio exterior al unirse a la Iniciativa de La Franja y La Ruta, también conocida como la Nueva Ruta de la Seda, liderada por China.
Este movimiento, oficializado con la firma del plan de cooperación por parte del presidente Gustavo Petro, busca fortalecer las relaciones comerciales y estratégicas entre ambos países, pero, ¿qué implica realmente para Colombia?
¿Qué es la Iniciativa de La Franja y La Ruta?
Según información de la Presidencia de la República, el plan de cooperación firmado por Colombia no es un tratado, memorando de entendimiento ni acuerdo internacional con obligaciones legales. Se trata de "un marco flexible y no vinculante", diseñado para facilitar proyectos conjuntos entre Colombia y China en áreas clave.
Cada iniciativa se evaluará caso por caso, lo que permite a ambos países ajustar sus prioridades sin comprometer su soberanía. Esta estructura es similar a la que ya tienen países como Brasil con China.
Además, el presidente Petro destacó que esta integración podría ayudar a reducir "14.000 millones de dólares" de déficit comercial anual que Colombia mantiene con China, lo que mejoraría significativamente la balanza comercial del país. También se refirió a cómo esta firma puede afectar las relaciones comerciales con Estados Unidos.
"Yo espero que Estados Unidos nos permita seguir siendo socios de tú a tú", comentó Petro a los medios.
¿Qué busca este acuerdo?
El plan tiene como objetivo fortalecer los lazos estratégicos y sostenibles entre ambos países, enfocándose en:
- Transición energética justa: desarrollo de proyectos para reducir las emisiones y promover energías limpias.
- Agroindustria para la seguridad alimentaria: impulso a la producción agrícola para asegurar el suministro de alimentos.
- Reindustrialización del sector salud: fortalecimiento de la capacidad de producción de medicamentos y equipos médicos.
- Inteligencia Artificial e infraestructura tecnológica: innovación en tecnología avanzada para mejorar la competitividad industrial.
- Movilidad: modernización del transporte y desarrollo de infraestructura sostenible.
Además, el acuerdo incluye la posibilidad de financiamiento en condiciones concesionadas y cooperación no reembolsable, con una línea de crédito de hasta "5.200 millones de dólares", según la Cancillería de Colombia.
Este apoyo podría facilitar avances significativos en las áreas mencionadas sin comprometer la soberanía del país, algo que la Cancillería ha subrayado como un principio fundamental del acuerdo.
¿Qué implica para Colombia?
La adhesión a esta iniciativa posiciona a Colombia como un jugador importante en Asia, sin comprometer sus relaciones tradicionales con otros aliados. De acuerdo con el presidente, esto se traduce en oportunidades comerciales y tecnológicas, especialmente en regiones históricamente marginadas del país.
Los primeros resultados ya son visibles, pues productos agrícolas como el banano y el limón colombiano han obtenido admisibilidad en el mercado chino, y se han cerrado acuerdos en innovación, comercio e industria. Así mismo, se espera que aranceles para productos como el café y el aguacate colombiano se reduzcan y mejore su competitividad en el mercado asiático.
La respuesta de Petro a los gremios
Desde que el presidente Petro viajó a China con el fin de oficializar la firma de adhesión a la Ruta de la Seda, los gremios han mostrado su preocupación por lo que esto podría significar para el comercio exterior del país. La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), emitió un comunicado en el que exponen las posibles debilidades de la decisión y calificaron la medida como una "provocación innecesaria" a Estados Unidos, el mayor socio estratégico de Colombia hasta ahora.
Frente a esto, el mandatario señaló que hay dos formas de ver esto: parroquial, que mira "solo el ombligo", y una universal, que es el destino de Colombia para no perder oportunidades comerciales.
"El destino de Colombia es ser cosmopolita y universal, no quedarse encerrado en la parroquia. Porque a veces perdemos la oportunidad. No es posible que con Asia tengamos un déficit de 10.000 millones de dólares (...) no es posible que Colombia no desarrolle Inteligencia Artificial, no es posible que tengamos un sistema educativo público tan atrasado", manifestó.
