Ecopetrol y PDVSA: ¿Cuáles serían los riesgos de la alianza?

Colombia y Venezuela son países hermanos que a lo largo de su historia han tenido una amplia relación económica y comercial. En la última década, la relación binacional empezó a deteriorarse y se rompió finalmente durante el gobierno de Iván Duque. Con la llegada del gobierno de Gustavo Petro, el contacto se restableció, y con ello, la posibilidad de volver a hacer negocios.

Muestra de ello fue el anuncio que hicieron este fin de semana Gustavo Petro junto y Nicolás Maduro sobre una alianza entre las compañías estatales petroleras de ambos países, Ecopetrol y PDVSA. 

PDVSA es la mayor empresa de Venezuela, al igual que Ecopetrol es la más grande de Colombia.  

De acuerdo con los últimos resultados financieros reportados por Ecopetrol, la compañía colombiana tiene una capacidad de producción de 741.000 barriles diarios de petróleo en promedio. Esta capacidad aumentó durante el último trimestre reportado (julio-septiembre de 2023) en 20,4 por ciento, en términos anuales. En 2022 ,en ese mismo periodo la producción de Ecopetrol estaba en 720.000 barriles por día. 

Ecopetrol es la mayor empresa de todo Colombia por sus ingresos, que durante su último periodo contable, en el tercer trimestre de este año, totalizaron 35,1 billones de pesos, mientras que sus utilidades ascendieron a 5,08 billones. En lo corrido del año la compañía ha registrado un acumulado de 108,3 billones en ingresos y 14,8 billones en utilidades. 

Además, Ecopetrol genera alrededor de 130.000 empleos directos y tiene cerca de 80.000 contratistas. 

En el caso de PDVSA, la empresa no reporta información financiera de forma oficial desde hace seis años. El último registro de  la compañía en su página oficial es de diciembre de 2016. Allí PDVSA reportó que durante todo el año la empresa registró 48.002 millones de dólares, que en plata de hoy serían alrededor de 194,4 billones de pesos. 

Durante 2016, la compañía alcanzó una producción de 2,57 millones de barriles diarios. En 2015 su producción fue de 2,86 millones de barriles por día y en 2014 su capacidad estaba en 2,89 millones de barriles. 

En ese entonces, PDVSA tenía una fuerza laboral, según cifras de la empresa, de 151.072 trabajadores, y gracias a sus negocios de producción, refinerías y exportación, era la quinta empresa petrolera más grande del mundo. 

En 2016 PDVSA producía 3,5 veces la cantidad de petróleo que producía Ecopetrol en ese entonces, pues en ese año la petrolera estatal colombiana logró una producción de 718.000 barriles por día. 

Hoy, seis años después, las dos petroleras tienen una capacidad muy similar. 

Si bien no se tienen cifras oficiales de la petrolera estatal venezolana, existen diferentes estimaciones con fuentes alternas. Cifras obtenidas a partir del reporte mensual de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) sobre mercado petrolero apuntan a una producción petrolera de la República Bolivariana de Venezuela de alrededor de 775.000 barriles diarios entre enero y julio de 2023.

La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA por sus cifras en inglés) registra también que la producción petrolera venezolana cayó de cerca de 3,5 millones de barriles diarios en el año 2000 a 735.000 barriles diarios en septiembre de este año. Eso implica una reducción del 79 por ciento entre el inicio de siglo y la actualidad. 

¿Qué futuro tiene un negocio entre las dos empresas? 

El anuncio de Petro fue altamente criticado por diferentes expertos, quienes consideran que la unión con PDVSA no sería un buen negocio para Ecopetrol, no solo por un tema operativo, sino por los problemas reputacionales de la empresa. 

“La discusión más importante no es si Ecopetrol debe o no hacer alianzas con PVDSA, pues a lo largo de su historia lo ha hecho y lo sigue haciendo con empresas extranjeras. Hay que analizar el costo-beneficio para Ecopetrol, en un mercado en el que seguro hay mejores oportunidades y socios que la PDVSA de Maduro, mandatario poco confiable”, aseguró a CAMBIO  Francisco Lloreda, exministro y exdirector de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP). 

Para el exdirectivo gremial, el tema “realmente grave” es que el Presidente Gustavo Petro está planteando esta alianza “como parte de un plan a mediano plazo en el que Colombia termine dependiendo de Venezuela en petróleo y en gas, al tiempo en que marchita la industria en Colombia”. Según Lloreda, esto es el verdadero problema, pues la seguridad energética del país y la soberanía en hidrocarburos se le entregaría, según el experto, a Nicolas Maduro y Venezuela. 

El exministro de Hacienda y expresidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry, mencionó también a este medio que “un eventual acuerdo con PDVSA sería una mala idea”. 

Echeverry dijo que sacar petróleo y gas en Venezuela podría ser muy bueno, porque el país tiene en este momento unos campos inmensos subexplotados “por la ineptitud del Gobierno y PDVSA”, y que hay compañías que tienen negocios con PDVSA como Chevron (Estados Unidos), Eni (Italia) o Repsol (España) que se podrían aprovechar, pero también aclaró que hay problemas de fondo que impedirían avanzar operativamente. 

“Asociarse con PDVSA, que es una compañía que no necesariamente paga las cuentas, que no es confiable, en la que cualquier día el presidente Maduro se pone bravo y dice que no le paguen a Ecopetrol, y cuyos ejecutivos son militares y no expertos en petróleos, me parece una mala idea”, agregó.

Otra voz experta del sector, que prefirió no ser citada, mencionó que uno de los grandes problemas para desarrollar un plan con PDVSA es que “no es muy claro cuál es la producción, porque las cifras reales no son públicas”, y si bien Venezuela llegó a producir 3,5 millones de barriles en su mejor momento, hoy se estima en un rango de 500.000 y 700.000 barriles, lo que indica que la empresa no está en una buena capacidad. 

“PDVSA fue muy importante, hoy día no lo es”, sentenció la fuente.

Otra crítica que hace el experto es que las razones de una alianza empresarial suelen relacionarse con un prospecto geológico o la posibilidad de recibir un valor agregado como aportes de capital que permitan dividir riesgos, experiencia operativa, talento humano o tecnología, pero en este caso “no es claro qué puede aportar PDVSA a Ecopetrol, y si la razón detrás es una decisión empresarial que le conviene a Ecopetrol o una decisión política para ayudar a Maduro con recursos”. 

Otro de los grandes problemas de la eventual alianza es el hecho de que PDVSA está en la “Lista Clinton”. Aunque la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos (Ofac por sus siglas en inglés) levantó en octubre la mayoría de sanciones estadounidenses al sector energético de Venezuela el 18 de octubre por seis meses, persisten riesgos en torno a la situación de la empresa. 

Daniela Mercado Mendoza, abogada especializada en regulación energética y de hidrocarburos explicó por medio de su cuenta de X (antes Twitter) que lo que hizo la Ofac fue dar licencias temporales y altamente limitadas a cuatro empresas petroleras que al día de hoy tienen infraestructura y maquinaria retenida en Venezuela desde 2018 y que la licencia se da solo para hacer financieras con PDVSA. 

Según Mercado, “por seguridad y reputación las empresas no negocian con compañías en la lista Clinton”, pues esto implica que las compañías y personas que aparecen en este listado están vinculadas a dineros provenientes del narcotráfico en el mundo.

La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) reconoció en un reporte reciente que a pesar del levantamiento de las sanciones, que podría impulsar la actividad petrolera de Venezuela,  “se necesitará más tiempo para aumentar aún más la producción de petróleo crudo de Venezuela”.

La entidad argumenta que gran parte de la capacidad e infraestructura de producción petrolera de ese país “se ha visto afectada por una prolongada falta de acceso a capital y mantenimiento regular” y que el potencial de un mayor crecimiento “sigue siendo muy incierto en este momento porque se requerirían nuevas inversiones significativas para una producción adicional”.

Aunque Petro dijo que era muy probable que Ecopetrol y PDVSA trabajen juntos, aún queda un largo camino para que se haga efectiva esta alianza. Los expertos reconocen retos en materia operativa y corporativa, y falta ver hasta qué punto se puede materializar el proyecto de Petro y Maduro.