Inflación de alimentos negativa: ¿mito o realidad?

Desde Portugal, el presidente Gustavo Petro aseguró el domingo 7 de mayo que mientras la inflación del mundo “sigue desbordada”, en Colombia este rubro ya tiene una inflación negativa y lo celebró como un primer resultado de su lucha contra el hambre. Sin embargo, el dato anual de la inflación fue el segundo más alto en abril y el mensual, aunque negativo, fue tan bajo que no es estadísticamente significativo. 

Dos días antes, el viernes 5 de mayo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reveló que en abril la inflación llegó a 12,82 por ciento anual, un dato que fue medio punto porcentual más bajo que el de marzo. 

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Sin embargo, cinco grupos de bienes y servicios se ubicaron por encima de ese promedio nacional: restaurantes y hoteles (18,60 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (18,47 por ciento), transporte (16,75 por ciento), artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar (15,97 por ciento) y los bienes y servicios diversos (15,26 por ciento).

En ese momento, la directora del Dane, Piedad Urdinola, explicó que la inflación de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que fue el segundo más alto en comparación con abril de 2022, reportó una inflación menos alta que en los meses anteriores, motivada especialmente por la reducción en los precios de las papas, frutas frescas, cebolla, carne de aves y leche. Sin embargo, también advirtió que los resultados de los meses pasados provocaron que el acumulado anual de la inflación de alimentos no bajara tanto. 

Al respecto, el Banco Mundial advirtió, el pasado 27 de abril, que las reducciones en los precios de productos básicos que se esperan para este año no serán una buena noticia para quienes sufren de inseguridad alimentaria en el mundo. 

“Se estima que la caída de los precios no brindará demasiado alivio a los casi 350 millones de personas de todo el mundo que sufren inseguridad alimentaria. Si bien se prevé que los precios de los alimentos caerán un 8 % en 2023, serán los segundos más altos desde 1975”, advirtió el multilateral.

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En el caso de Colombia, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) de alimentos en abril fue de -0,07 por ciento, es decir, menos de un punto porcentual y todavía por encima del -1,02 por ciento de junio de 2021, que fue el más bajo desde la pandemia. La razón de este ligero retroceso es una mayor oferta de alimentos por las mejores condiciones climáticas y la ausencia de bloqueos en las vías del país, pero también un efecto de la base de comparación, que era más alta el mes anterior. 

BBVA Research calcula que “la inflación de alimentos mantenga un buen ritmo de desaceleración en los próximos meses, aunque pueden materializarse algunos riesgos asociados a temas de logística y precios de combustibles”.

El Banco Mundial calcula que, “en términos reales, los precios de los alimentos seguirán manteniéndose en uno de los niveles más altos de las últimas cinco décadas. Los Gobiernos deben evitar aplicar restricciones comerciales y proteger a sus ciudadanos más pobres mediante programas de apoyo a los ingresos, en lugar de establecer controles de precios”.