Qué es el Fondo Nacional del Café y por qué Petro quiere quitárselo a la Federación

La mañana del 16 de agosto, en un evento con caficultores de Pitalito, Huila, el presidente Gustavo Petro le envió un mensaje contundente a la Federación de Cafeteros de Colombia: “Si la Federación no se reestructura, se acaba el contrato con el Fondo Nacional del Café".

En opinión de Petro, los dirigentes del gremio viven "como en la vieja época del café, mientras que hay un mundo cafetero empobrecido, que vive en las regiones excluidas. Eso no concuerda, eso no puede ser así". En pocas palabras, el presidente se quejó de que los dirigentes de la Federación ganen hasta 200 millones de pesos anuales, mientras a los pequeños cafeteros no les alcanza para cuadrar el mes.

Lo que quiere Petro es quitarle a la Federación la administración del Fondo Nacional del Café, una jugada que muchos ven como la reacción a que la Federación ignorara la petición de Petro de aplazar la elección del gerente, y hubiera elegido, el pasado 27 de abril, a Germán Alberto Bahamón, por encima de la sugerencia presidencial.

Bahamón no está de acuerdo es con que se le quite la administración del Fondo a los cafeteros. Asegura que durante 96 años el Fondo ha sido responsable en la reinversión de estos recursos. Prueba de ello es que hoy el café es el producto exportable no minero número uno.

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¿Qué es el Fondo Nacional del Café?

El Fondo Nacional del Café es un fondo parafiscal, lo cual quiere decir que sus recursos son considerados públicos, aunque no salen del presupuesto, sino de la contribución de los productores por cada libra de café exportado. La contribución es de seis centavos de dólar por cada libra de café verde exportado. Por este concepto, al año entran entre 90 y 100 millones de dólares a la bolsa.

El Fondo Nacional del Café también se nutre por regalías de uso de marca y por la comercialización de café. “El año pasado, la Federación tuvo que mover más de 800 millones dólares en exportaciones y eso entra al Fondo, que también es propietario de la marca Juan Valdez, cuyas tiendas también aportan al Fondo, al igual que las marcas Café de Colombia y Buen Café”, dice Andrés Valencia, exministro de Agricultura.

Solo en 2022, el Fondo obtuvo ingresos por 853 millones de dólares, distribuidos así: contribución cafetera, 90,5 millones de dólares; ventas Buen Café (café liofilizado), 210 millones de dólares; exportaciones de café verde, 546 millones de dólares; regalías de la marca Juan Valdez,  aproximadamente siete millones de dólares.

Según Roberto Vélez, exgerente de la Federación Nacional de Cafeteros, ningún gobierno había insinuado siquiera lo que está pretendiendo Petro; y, si la idea llega a concretarse, prácticamente acabaría con la agremiación: “La Federación quedaría sin los recursos para cumplir su misión y sin dinero con qué subsanar sus gastos de funcionamiento”.

El exministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo destaca que el funcionamiento de la federación es algo mínimo en comparación con lo que se hace con ese dinero. “El sostenimiento de la federación es una parte mínima y la gran cantidad de recursos está destinado a programas de investigación y de renovación cafetera, asistencia técnica, entre otras iniciativas que apuntan a mejorar la producción del café en Colombia”.

Restrepo considera que es una descortesía que el presidente trate de esta forma a quienes representa las bases cafeteras. “El presidente no da ni quita los contratos. Es un acuerdo bilateral. Si el Gobierno tiene ideas de cómo mejorar la federación, puede hacerlo trasmitiendo sus ideas a través de sus representantes, como la ministra de Agricultura o Hacienda”.

Desde 1928 y cada diez años, el Gobierno ha suscrito con la Federación Nacional de Cafeteros contratos para la administración del Fondo Nacional del Café. El último fue en 2016 y, por tanto, estaría vigente hasta 2026.